MENTAR LA MADRE / por Antolín Castro

Las plazas de toros deben estar abiertas, no cerradas. 

Iremos si nos da la gana

"...No pasaría ni aceptaría que mentaran a mi madre, salvo que llevaran o hubiera poderosas razones y argumentos. De ahí, que no acepto que mis votos vayan a parar a quien de inmediato lo que hace es ofender mi inteligencia y anular mi libertad. No pienso mantenerme enrocado en defender mi partido si éste se vende contra la libertad. Una libertad del pueblo, ganada y utilizada durante siglos, nunca truncada por dictadores y que ahora unos mamarrachos quieren dilapidar..."

MENTAR LA MADRE

• Mentar la libertad es tanto o más que mentar a la madre. Por ahí no paso

Antolín Castro

Siempre se ha dicho que una de las reacciones más furibundas del ser humano es cuando se le mienta a la madre. Pues eso, sería antes. Ahora a quien no se puede mentar es al partido al que votas. Hacerlo y salir de estampida en réplica a quien lo haya osado es todo uno. Vamos que del mismo modo que la madre era la mejor, inmaculada, el partido, haga lo que haga, está bien hecho.

Viene esto a cuanto de los pactos pos electorales que se están llevando a cabo en este mes de junio tras las últimas elecciones autonómicas y municipales. Todo vale y, lo peor, es que los ‘hijos’ de cada partido dan por bueno lo que hagan, ya sea bueno, malo, regular o retorcido; lo hace su partido y punto.

Da lo mismo pactar con Luis que con Juan, que con los dos a la vez (verán que he dejado al margen del dicho popular precisamente a Pepe, ya que es evidente que PePe es el enemigo público número uno). Todo vale y de entre ‘ese todo vale’, también le vale a los aficionados a los toros que se les cuestionen o, incluso, que se los quiten. Da igual, lo hace su partido y punto. No crean que se van a rebelar contra esa conducta bastante indecente.

A pesar de la que se le viene encima a la Fiesta, ultrajada, humillada, marginada y hasta odiada por elementos que de demócratas solo llevan la boquilla, -lo mismo que la boquilla forma parte del cigarro, pero no es tabaco, así son estos demócratas, solo boquilla, nada tabaco- no parece que haya una contestación real contra esos pasos que se están dando.

Soy aficionado a los toros, y a mucha honra, pero soy mucho más aficionado, amigo de la libertad. Y mi libertad no está en venta, siendo una de las facetas de la misma el poder acudir a una plaza de toros cuando me plazca. Los gobiernos son elegidos para gestionar no para dogmatizar a los ciudadanos. Eso, se pongan como se pongan y digan lo que digan es puro fascismo, dictadura pura y dura.

Y ahí es donde le duele al aficionado a los toros. Si yo te di mi voto no era para que, buscando poder o solo por quitárselo a otro, te alíes con quién sea y que ese ‘sea’ esté pendiente desde el primer momento en atentar contra las libertades de los ciudadanos. El simple hecho de pretenderlo pone a las claras sobre la mesa de la negociación de que de demócrata tiene muy poco. Ni ha de quererse su apoyo ni mucho menos dárselo a ellos. Está en juego la libertad que es el bien más preciado y necesario para la democracia real y la convivencia.

Anunciar como se anuncia que esta plaza y/o aquella dejarán de dar toros, que ese y aquél ayuntamiento postergarán la fiesta, -que es del pueblo no de ellos- al rincón del olvido, eso no solo es un atentado contra la propia cultura que es la Fiesta, es un atentado contra la libertad y por ahí no paso.

No pasaría ni aceptaría que mentaran a mi madre, salvo que llevaran o hubiera poderosas razones y argumentos. De ahí, que no acepto que mis votos vayan a parar a quien de inmediato lo que hace es ofender mi inteligencia y anular mi libertad. No pienso mantenerme enrocado en defender mi partido si éste se vende contra la libertad. Una libertad del pueblo, ganada y utilizada durante siglos, nunca truncada por dictadores y que ahora unos mamarrachos quieren dilapidar.

Mentar la libertad es tanto o más que mentar a la madre. Por ahí no paso. ¿Cómo se puede usar la libertad, incluso para abrazar pactos anti natura y privarme a mi, y a muchísimos otros, de poder acudir a un recinto taurino donde precisamente todo lo que se muestra está dirigido a ofrecer verdad y libertad?