"... En el Camp Nou, Zidane jugó a lo que le interesó a su equipo, que es el Madrid y no el Barcelona, y haciéndolo así, como en su día Mourinho, ganó y dio una inmensa alegría a todos los seguidores blancos y especialmente a los que viven en Cataluña..."
Zizou como Mou
Sobre el Barça-Real Madrid del sábado, que pese al árbitro acabó ganando el equipo blanco después de ver cómo le anulaba un gol legal y le dejaba con diez jugadores sobre el campo, dijo el otro día algo muy interesante el ex futbolista culé Thierry Henry en la televisión inglesa: "Zidane no se ha dejado influir por las opiniones de alrededor". Y así fue, efectivamente. Porque, y ahí está Sergio Valentín que no me dejara mentir, todas las señales que había enviado el entrenador francés durante la semana iban en la misma dirección: "Disputaré el balón al Barcelona". Y, hoy por hoy, ahora mismo, en este momento, no hay ningún equipo que pueda robarle el balón al Barça, más que nada porque llevan jugando a eso los últimos treinta años y tienen perfeccionado el método. El Barça juega a lo que sabe jugar el Barça e ir a luchar contra él con sus armas es un profundísimo error.
Desde fuera, y ahí incluyo por supuesto al periodismo, se repite machaconamente que al fútbol sólo se puede jugar como lo hace el Barcelona, cuando no es cierto. En el Camp Nou, Zidane jugó a lo que le interesó a su equipo, que es el Madrid y no el Barcelona, y haciéndolo así, como en su día Mourinho, ganó y dio una inmensa alegría a todos los seguidores blancos y especialmente a los que viven en Cataluña. Zizou hizo oídos sordos al "entorno" y salió reforzado... porque logró los tres puntos, en caso contrario le habrían acusado de jugar como un equipo pequeño. Haría mal el Real Madrid en justificarse porque lo importante no era otra cosa que ganar a un equipo invencible, un equipo que iba a golear y que andaba de homenajes, un equipo que tenía puesta en funcionamiento la trituradora. Marcó la BBC al completo y la MSN ni se enteró de la película.
El sabor de la victoria es increíble y su valor se multiplica por tres porque rearma moralmente al Real Madrid, que andaba decaidillo, y le demuestra que, jugando solidariamente, puede ganar a cualquiera y por supuesto puede conquistar este año La Undécima. Al equipo blanco se le acusaba de que no ganaba a nadie importante y, tras ganar con diez al Barça en su campo, han puesto en marcha el escusiómetro: que si venían cansados, que si el partido no importaba... El partido dejó de importar a las diez y cuarto de la noche del sábado pero antes sí importó, vaya que si importó; importó hasta el punto de que el Sport llegó a considerarlo otro título.
Con el 1-2 vuelve a salir reforzado Cristiano porque nadie dudará de que su gol fue "de calidad", ¿no?... Y, además, ya hacen la pregunta a la salida del Camp Nou: "¿Hay Liga?"... Para que hubiera Liga era condición necesaria imprescindible que el Real Madrid ganara, y ganó. 21 puntos por disputarse y 7 de distancia. Y el Real Madrid por detrás. Veremos. Porque, después de su primera decepción amorosa, el Barça anda realmente tocado.
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