(Foto: Arjona)
"A nivel artístico me estoy encontrando muy bien y parece que estoy creciendo, no me he estancado"
- "Mantengo la sensación de saber que una pierna no responde igual que la otra"
- "Sé que alguna tarde he podido estar mejor, pero era el momento de reaparecer"
- "Todavía quedan muchos puertos por escalar y los afronto con mucha moral"
David Mora:
"Por ser torero vale la pena todo, hasta los momentos malos"
“Por ser torero vale la pena todo, hasta los momentos malos”. Son palabras de David Mora, protagonista del número de la pasada semana de Aplausos. El madrileño asegura haberse sentido cómodo ante el toro en el inicio de la temporada de su regreso a los ruedos: “A nivel artístico me estoy encontrando muy bien y parece que estoy creciendo, no me he estancado. Estadísticamente, tanto en Valencia como en Sevilla me hubiese gustado puntuar porque el triunfo lo tenía en la mano y claro, cuando uno corta las orejas parece que todo tenga más importancia y rotundidad. Pero la sensación ha sido muy buena y muy ilusionante de cara a la temporada”, expone el propio diestro.
La cuestión física ya es otro cantar. Aunque se le nota prácticamente recuperado, “mantengo esa misma sensación de saber que una pierna no responde igual que la otra”, admite; “son sensaciones interiores que van conmigo siempre y lo que pretendo es que no se noten, que el público no las aprecie”, comenta, y continúa: “La reaparición llegó muy pronto. Había pasado un año y apenas podía mover la pierna. No fue hasta agosto o septiembre del año pasado cuando comencé a verme seguro. Fue entonces cuando comenzó la preparación de verdad, controlando la alimentación y el peso, el físico… De eso hace muy poco, por eso todavía estoy en un proceso de adaptación. Sé que alguna tarde he podido estar mejor de lo que he estado, pero creo que era el momento de reaparecer, de tomar la decisión de ir hacia adelante porque, de lo contrario, también soy consciente de que el tiempo podría haber borrado la memoria de público y empresas, y eso que siempre he sentido el cariño y el apoyo de todos. Por eso tuve que acelerar y adelantar los plazos de recuperación, ponerme fecha y decir sí a algo que era muy difícil. Sabía que había que correr”.
-Imagino que coger la forma física y afinar su figura no habrá sido fácil.
-Estoy en el mismo peso que cuando sufrí el percance. Tengo que seguir trabajando porque es un tema muy delicado. Si dejo de comer para perder más músculo o corro mucho o hago demasiada bicicleta, la pierna se me queda muy delgada con respecto a la otra, por lo que tengo que ir compensando y no perder mucho.
-Y la herida, ¿se ha curado mentalmente?
-Eso se va curando poco a poco. También es cierto que si hubiera cortado las orejas, todo se afrontaría con una mayor alegría. Pero todavía quedan muchos puertos de temporada por escalar y los afronto con mucha moral porque las sensaciones están siendo muy buenas. Todavía estoy en proceso de adaptarme a esa sensación de saber que eres capaz, que sientes que puedes. Imagino que la normalidad llegará cuando sea capaz de hacer una temporada importante y sentir que he vencido esos momentos duros, hasta entonces siempre te ronda por la mente esa incertidumbre y algunos pensamientos que imagino que desaparecerán.
-Imagino que habrá sido un proceso de adaptación a todo, a los viajes, los hoteles, los miedos, el vestido de luces, los patios de cuadrillas…
-Es algo que siempre deseaba que volviera porque cuando lo ves tan lejano, lo echas de menos. Luego, cuando ya lo estás sintiendo, y encima puedes escuchar esos olés como los de Sevilla, te das cuenta de que la lucha ha valido la pena. Seguiré peleando de ahora en adelante para recuperar el tiempo perdido, ser mejor torero y lograr muchas más metas.
-¿A qué le ha costado más adaptarse?
-A la lucha psicológica de estar bien, esa presión de saber que no puedes fallar en esos días importantes. Luego te das cuenta de que el triunfo gordo viene con el balance y la conjunción de una temporada y no te debe atenazar triunfar sólo un determinado día, lo importante es dejar buenas sensaciones cada tarde porque esta carrera no sólo depende de un día sino que es una carrera a la largo plazo.
-¿Le costó acoplarse al toro?
-Lo que menos. Lo peor ha sido sentir que físicamente no estaba como antes, ése ha sido el handicap más importante.
-¿Le saca algo positivo al percance?
-Mientras estás sufriendo la desgracia, no hay nada positivo. Cuando te das cuenta de que lo has superado es cuando comienzas a transformar todo aquello en positividad. Aprendes muchas cosas que te aportan madurez y experiencia a la vida, vives de otra manera dándole importancia a cosas que antes no la tenían y viceversa.
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