Hoy viernes le tocó a Salamanca. No impactó a lo grande, pero dejó constancia de su integridad profesional y su visión ética del toreo.
Ante dos toros nada sencillos se olvidó de las complicaciones y, arte por medio, se hizo aplaudir y cortó oreja.
Seis de Don Francisco Galache, la famosa divisa perennizada por toros de pelajes variados. Cinco de variada movilidad y encastrados. El segundo de vuelta al ruedo.
Morante. Grajillo 536. Enfermito 517.
Faena de méritos al primero, música, luego de buenos tercios de varas y banderillas. Estocada. Palmas.
Luego lució en capa. Usó su talento para sobreponerse al poco recorrido. Otro espadazo y oreja.
Lo cumbre de la tarde vino con el local Domingo López Chaves.
Chillón de 480 y Vagón.
Calidad y torería bien recibida por la asistencia. Verónicas de rodillas. Faena ordenada y con arte. Memorable. Puede haber sido la más artística de su carrera. Gran toro bien toreado. Entera. Dos orejas.
Con el quinto lució como lidiador y se hizo aplaudir.
Alejandro Marcos. Mosquetero de 463 y Gadeo.
Con el peor lote no pudo hacer méritos mayores. Aplausos y silencio.
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