Una mentira piadosa
(Toros sin muerte en Quito, Ecuador)
"...Ya puestos, que se quiten oros, machos, alamares y sedas y hagan el paseo vestidos de criollos…o lagarteranas..."
(Toros sin muerte en Quito, Ecuador)
"...Ya puestos, que se quiten oros, machos, alamares y sedas y hagan el paseo vestidos de criollos…o lagarteranas..."
Pedro Javier Cáceres
Madrid, 07/11/2011.-
Si el toreo es engañar al toro sin mentir, el arte de la Tauromaquia se fundamenta en lidiar al toro como preparación para su muerte a estoque… y en la plaza.
Torero es todo aquel que se pone delante de un toro. Matador de toros es el blasón que marca la diferencia y su sello profesional.
La suerte de matar se llama “suerte suprema”.
Si la suerte de banderillas es complementaria y la de varas principal, la suerte de matar es esencial en el conjunto fundamental de la lidia… y muerte del toro: ese es el toreo.
A punto de extinguirse en la tauromaquia moderna el tercio de varas y, consecuentemente, la competencia en quites “desaparecida en combate”, los rehiletes con “arco y flecha”, matar a espada era, es, el último bastión de pureza que legitima la creatividad en lances, derechazos y naturales, trufados de “morisquetas”, rubricando el “jugarse la vida”.
La historia de la Tauromaquia está preñada de sucedidos trágicos producidos en la ejecución sumarísima.
Hecho que, aún no deseable, pone en valor la verdad de este arte, reverdece laureles marchitos y da carta de naturaleza como imprescindible a la estocada.
La muerte… o la suerte.
Porque la estocada propicia gloria. En puridad da lustre a faenas de barbecho y quita fulgor a magnas obras, o debería; sobre todo en plazas de máxima importancia.
Una cita reciente
El último mano a mano en Las Ventas, tras un comienzo trepidante se despeñaba en el 3º,4º, y 5º toro hacia el abismo.
La estocada de Fandiño al quinto toro propició una catarsis colectiva a la que no fue ajeno David Mora en heroica actuación en el sexto, para, a partir del oxígeno de una estocada a ley propiciar un tifón de aire fresco con que revolucionar una tauromaquia en estado de sedación.
La lidia sin muerte en la plaza es una vejación al ADN del toro bravo.
Es una ventaja intolerable del torero en el único momento en que están vis a vis.
Es una obra sin cubrir aguas.
Es un coladero que propiciará indultos populares o a instancia de parte de los ganaderos, ambos adulterados.
Es un “todo a cien” para abrir la tómbola de orejas y rabo que atiborran el colesterol malo de las estadísticas.
En Quito, no por mor de la edulcoración de la tauromaquia moderna, ni por la “disneylización” de una sociedad moralmente bipolar (al toro se le da “matarile” en chiqueros o se lo lleva el ganadero por el artículo 4 (de cuatrero), se ha prohibido la muerte del toro en la plaza.
Ha sido consecuencia de un referéndum sectario (no afecta a otras regiones o provincias que no lo hayan sufragado) impulsado desde lo más reaccionario del “bolivarismo chavista” periférico.
El debate se ha abierto entre “trágala” o “insurrección”.
La empresa chalaneando con la política a cambio de carroña. Los ganaderos rapiñando sucres por no tener otro mercado. Las figuras internacionales hacen de un bolo en play back (con voz en directo, faltaría más) una cuestión de honor (que deriva en honorarios).
“Cortan el cupón, y se quedan con el billete”
Uno, dos tres. El trile. Tres trileros en el redondel.
Ciertamente debo confesar que no tengo una opinión muy formada sobre que hacer.
Por un lado, la suspensión de la feria, por falta de mano de obra cualificada, podría suponer dar una baza a la intención final de suprimir los toros.
Si bien evidenciaría consecuencias irreversibles de tipo cultural, social, político y económico que incitaran a la sublevación cívica ciudadana para una rectificación ya, o un señuelo para próximos gobiernos.
La celebración de la feria en este formato de corrida castrada, es posible que no acarree mayores consecuencias, pues tampoco es el fin del mundo.
Y ese es el peligro.
La instauración de la corrida sin muerte del toro en la plaza, el desarrollo dentro de la normalidad, incluso de la euforia con orejas, rabos e indultos de “cartón piedra” y la pandemia que puede suponer por contagio en sociedades similares.
Toros en Quito: una mentira piadosa.
Una mentira, al fin y a la postre.
Ya puestos, que se quiten oros, machos, alamares y sedas y hagan el paseo vestidos de criollos…o lagarteranas.
Torero es todo aquel que se pone delante de un toro. Matador de toros es el blasón que marca la diferencia y su sello profesional.
La suerte de matar se llama “suerte suprema”.
Si la suerte de banderillas es complementaria y la de varas principal, la suerte de matar es esencial en el conjunto fundamental de la lidia… y muerte del toro: ese es el toreo.
A punto de extinguirse en la tauromaquia moderna el tercio de varas y, consecuentemente, la competencia en quites “desaparecida en combate”, los rehiletes con “arco y flecha”, matar a espada era, es, el último bastión de pureza que legitima la creatividad en lances, derechazos y naturales, trufados de “morisquetas”, rubricando el “jugarse la vida”.
La historia de la Tauromaquia está preñada de sucedidos trágicos producidos en la ejecución sumarísima.
Hecho que, aún no deseable, pone en valor la verdad de este arte, reverdece laureles marchitos y da carta de naturaleza como imprescindible a la estocada.
La muerte… o la suerte.
Porque la estocada propicia gloria. En puridad da lustre a faenas de barbecho y quita fulgor a magnas obras, o debería; sobre todo en plazas de máxima importancia.
Una cita reciente
El último mano a mano en Las Ventas, tras un comienzo trepidante se despeñaba en el 3º,4º, y 5º toro hacia el abismo.
La estocada de Fandiño al quinto toro propició una catarsis colectiva a la que no fue ajeno David Mora en heroica actuación en el sexto, para, a partir del oxígeno de una estocada a ley propiciar un tifón de aire fresco con que revolucionar una tauromaquia en estado de sedación.
La lidia sin muerte en la plaza es una vejación al ADN del toro bravo.
Es una ventaja intolerable del torero en el único momento en que están vis a vis.
Es una obra sin cubrir aguas.
Es un coladero que propiciará indultos populares o a instancia de parte de los ganaderos, ambos adulterados.
Es un “todo a cien” para abrir la tómbola de orejas y rabo que atiborran el colesterol malo de las estadísticas.
En Quito, no por mor de la edulcoración de la tauromaquia moderna, ni por la “disneylización” de una sociedad moralmente bipolar (al toro se le da “matarile” en chiqueros o se lo lleva el ganadero por el artículo 4 (de cuatrero), se ha prohibido la muerte del toro en la plaza.
Ha sido consecuencia de un referéndum sectario (no afecta a otras regiones o provincias que no lo hayan sufragado) impulsado desde lo más reaccionario del “bolivarismo chavista” periférico.
El debate se ha abierto entre “trágala” o “insurrección”.
La empresa chalaneando con la política a cambio de carroña. Los ganaderos rapiñando sucres por no tener otro mercado. Las figuras internacionales hacen de un bolo en play back (con voz en directo, faltaría más) una cuestión de honor (que deriva en honorarios).
“Cortan el cupón, y se quedan con el billete”
Uno, dos tres. El trile. Tres trileros en el redondel.
Ciertamente debo confesar que no tengo una opinión muy formada sobre que hacer.
Por un lado, la suspensión de la feria, por falta de mano de obra cualificada, podría suponer dar una baza a la intención final de suprimir los toros.
Si bien evidenciaría consecuencias irreversibles de tipo cultural, social, político y económico que incitaran a la sublevación cívica ciudadana para una rectificación ya, o un señuelo para próximos gobiernos.
La celebración de la feria en este formato de corrida castrada, es posible que no acarree mayores consecuencias, pues tampoco es el fin del mundo.
Y ese es el peligro.
La instauración de la corrida sin muerte del toro en la plaza, el desarrollo dentro de la normalidad, incluso de la euforia con orejas, rabos e indultos de “cartón piedra” y la pandemia que puede suponer por contagio en sociedades similares.
Toros en Quito: una mentira piadosa.
Una mentira, al fin y a la postre.
Ya puestos, que se quiten oros, machos, alamares y sedas y hagan el paseo vestidos de criollos…o lagarteranas.
Totalmente de acuerdo Pedro Javier, es una mentira piadosa que esperamos que no se pretenda repetirla en otras plazas, lo de Quito es una farsa que tiene muchas aristas, desde la falaz política, hasta los intereses creados, pasando por las arteras maniobras de una empresa que no hace mas que hacerles el juego a los antitaurinos declarados y a los mercaderes taurinos progres que quieren suavizar el "impacto de la sangre" en la sensibilidad postmoderna: Malditos traidores!!!
ResponderEliminarCreo que todos los taurinos, (incluyendo a los aficionados que abogamos por que sí se de la feria de este año en Quito), estamos de acuerdo en la importancia que tiene la suerte suprema para la tauromaquia. Nadie desconoce que el toro debe morir en el ruedo y que la estocada es parte fundamental de los canones de la lidia. Lo que se olvidan quienes escriben en contra de la realización de la feria de este año, es que precisamente la eliminación de la muerte, no fue una idea de los empresarios, o de los aficionados ecuatorianos, por el contrario, todo obedeció al simple capricho del dictador que actualmente nos gobierna en el Ecuador, de ahí que los aficionados ecuatorianos hayamos peleado día y noche, y por todos los medios posibles, para que la pregunta de la bendita consulta popular no prospere, y pese a perder la votación en Quito, creo que los taurinos hicimos un estupendo trabajo. En 96 cantones triunfó el NO en la Consulta Popular, preservando la corrida en toda su integridad en dicho territorio, y cerca de 3 millones y medio de ecuatorianos votaron a favor de los toros a nivel nacional en dicha pregunta. Solo en Quito obtuvimos 600 mil votos. Con el respeteto que me merece la afición española, en casi medio año no han logrado si quiera reunir las 500 mil firmas que se requieren para presentar la ILP taurina.
ResponderEliminarPor eso creo, que en vez de concentrar la discusión de si se debe o no ir a la plaza este año, deberíamos esgrimir aquí las mejores ideas para que Quito recupere lo antes posible la muerte del toro dentro del espectáculo, pues satanizar a los aficionados, a la empresa, o a los toreros que asistan a la feria del presente año no servirá en la práctica de nada.
Lo que si debemos ser conscientes, es que si no se hubiera dado la feria este año, loa antitaurinos hubiesen procamado una victoria, que esa sí, podría tener un efecto dominó bárbaro para el resto de paises taurinos. Si en Quito la prohibición de Barcelona nos causó mucho daño, imaginense lo que significaria para los antitaruinos de Mexico, o de Colombia por ejemplo que en Quito hubiese desaparecido la feria.
Por eso manejemos el tema de Quito con inteligencia, pensando siempre en un futuro que permita recuperar la tradición en su totalidad y dejémonos de una vez de seguir buscando chivos expiatorios
El ridículo está servido en Quito y el que quiera disfrutar de ello que vaya con los toreros españoles a reirse de la Fiesta y de los aficionados. Vamos a ver asombrados los que se retratan por ese escenario de cachondeo.
ResponderEliminarFelices fiestas.- Rodrigo D.A.
Y a m que me parece que el anónimo ecuatoriano que mete dos pullas (con ll) en su comentario es un bien pagado de la empresa de Quito?
ResponderEliminarSi después de esta feria a los Sres. Salazar no les cuadran las cuentas, veremos si hay toros en el año que viene por estas fechas. Querido ingenuo. La pela es la pela y si no hubiese habido un buen dinerito, los españoles no habrían ido a torear a Quito. ¿Por qué no han organizado una feria con los toreros nacionales? Porque iría muy poquita gente a la plaza, verdad. Necesitan de las figuras de España para que el negocio siga siendo productivo pero como la fórmula de la "corrida a la criolla" del "Somos Ecuador" no funcione... ya me contarás en 2012 majete.
Otro anónimo que no se chupa el dedo.
Si las figuras avalan con su presencia esta modalidad de "corrida de toros", tendrán que avalar también la versión incruenta de corrida de toros que con el tiempo (quizá menos del que algunos creen...) se impondrá en una España cada vez más sumisa a Bruselas (donde la Tauromaquia no levante precisamente grandes pasiones). Se salvará la parte económica del espectáculo (no habrá miles de trabajadores desposeídos de su medio de vida); se salvará la parte folklórica (música, traje de luces, olés, etc.)del espectáculo; el aficionado purista abandonará los tendidos, pero otro tipo de "aficionado" ocupará inmediatamente su lugar ("las gallinas que salen por las que entran"), jaleado incluso por el "establishment".
ResponderEliminarSerá un triunfo de la coreografía y una claudicación de la vergüenza torera.
Cuando algo importante se ha suprimido o modificado en la corrida de toros (instauración del sorteo; supresión del peto;uso de la espada simulada, etc.), NUNCA HA HABIDO UNA VUELTA ATRÁS.
Los acolitos de la empresa, los ingenuos y los interesados creen que el NO ganó en la provincia porque algo hicieron los estamentos taurinos MENTIRA!! en los cantones en donde se mantiene la fiesta auténtica se ganó por obra y gracia de la oposición política que metió en un mismo saco a todas las preguntas, no se engañen. Que vaya a la farsa el que quiera, pero no mientan, traidores!!!
ResponderEliminarLos verdaderos TRAIDORES, son los que prefieren que en Quito desaparezcan los toros para siempre, los que en vez de pelear, prefieren quedarse en la casa dandose de puristas sopretexto de la eliminación de la suerte suprema, puristas que por cierto no han hecho nada por la fiesta de los toros en el Ecuador en su puñetera vida. Donde estarían las noches que salimos a grafitear, a poner camisetas en las estatuas, cuando nos encademos con los toreros, cuando salimos a marchar, cuando peleamos voto a voto en el Tribunal...donde estarían, pues estos super varones del toreo y del purismo como el señor Rodrigo D.A.. Me asobra la valentía de todos estos taurinisimos a toro pasado. Y otra cosa que repugna, es que se tilde de acólito de la empresa a todo aquel que piense que debe darse la feria de este año. Será que los 8mil aficionados que ya fueron cada día a las novilladas de preferia (con unos cartes de mierda) eran acólitos de la empresa?
ResponderEliminarSerán acólitos de la empresa o traidores los 600 mil Quiteños que votaron NO en la consulta?
Es lamentable ver como a muchos taurinillos de clavel y coktel que vienen y van con pasajes y gastos pagados a todo lado, se les ha subido el odio a Quito y el purismo a la cabeza.
Al pullas (con ll) ya me contará que ha hecho el por defender los toros en el Ecuador, seguramente criticando desde su casa salvará los toros en Quito, el muy brillante. También acojona, ver como se desgarran las vestiduras contra la empresa de Quito, pero nada dicen del tambien empresario que da un festival sin muerte en la capital por las mismas fechas y que tambien vende mas de 20 toros cada año a la feria, pues resulta sorprendente que dicho personaje no sea también tildado de traidor, lo que desnuda el lameculismo que existe por estas tierras.
Al otro "diamante" que señala que se ganó en muchos cantones por la acción de la oposición, habrá que preguntarle entonces, si todos los votos que sacó el SI en la pregunta 8 serían seguramente antitaurinos, o serían acaso la votación de arrastre que tiene el patán que nos preside? Tambien habrá que decrile que revise bien los resultados, pues se ganó en muchos cantones donde la fuerza del gobierno es radical, revise solo a manera de ejemplo el canton Valencia, señor "diamante".
Al otro "zafiro", que dice que cuando se ha suprimido algo en los toros nunca habido vuelta atras, sería bueno que se ilustre y lea un poco la historia de la tauromaquia, pues la corrida de toros no solo que ha sobrevido cambios , si no que ha vuelto a la vida en sitios donde fue expresamente prohibido todo el espectaculo y no solo una parte del mismo, (Estudie las prohibiciones papeles, las prohibiciones reales, etc.) y entérese que los toros regresaron.
Señores críticos, si ustedes no quieren ir a Quito este año por que no hay muerte, están en su derecho, es absolutamente comprensible, pero no pidan a otros miles de aficionados (tanto o más que ustedes), que no pelen por lo que creen, por lo que ya pelearon en su momento, y por lo que van a seguir peleando hasta recuperar, para que entonces sí, ustedes, regresen a los graderíos a lucir el clavel.
Ustedes defienden un tipo de espectáculo para divertirse y otros preferimos que no se celebre por respeto a la integridad de la corrida y de lo que es origen y fundamento de la tauromaquia, la suerte de matar. Seguro que no se critica en este foro a Cobo el empresario de la Belmonte porque se sabe que este hombre sí ha defendido la fiesta de verdad y no como los Salazar que han conseguido lo que querían, lo de humanizar la corrida y crear un estilo ecuatoriano. Cobo incluso va ha reinaugurar una nueva plaza, la de La tacunga, para dar corridas con muerte y siempre ha demostrado ser un buen profesional taurino. Si Cobo hubiera sido empresario de Iñaquito no hubiera pasado todo esto, Los Salazar con el tragón de Sancho Dávila solo se mueven por criterio económico y llaman a los españoles de luces para que les salve la taquilla. Quizás vaya mucho público a los toros ¿y qué? solo serviría para fijar para siempre esta comedia, y de ahí cualquier día suprimirían otras suertes cruentas. En Quito los profesionales están obligados a aceptar este momio pero los toreros españoles no y solo van, empezando por Ponce por la plata, así que se guarden tanta palabrería de salvación de la fiesta en Ecuador, que eso no se lo creen ni ellos. Aquí y allí hay gente que obran de buena fe pero al final son utilizados por los empresarios caimanes.
ResponderEliminarhala, diviértanse y no lloren tanto que al final tendrán su fiesta a costa de una traición a la FIESTA.
Pepe Colmenar
Causa extrañeza que metan en el mismo saco a unos empresarios intrusos como los Salazar y a un profesional taurino solvente como José Luis Cobo, ganadero de prestigio y empresario de la Plaza de Belmonte. El que así lo plantea debe ser un acólito o criado de los empresarios desaprensivos que manipulan todo y con todo pueden con malas artes teniendo como único objetivo la acaparación del dólar y de voluntades sumisas y temerosas, y otras pagadas con unos escasos centavos a colaboradores miserables como el español Sancho Dávila.
ResponderEliminarRodrigo D. A.
La aficion de Quito sabra agradecer a los matadores Españoles,>Frances y Mexicano que vienen a nuestra feria.
ResponderEliminarTenemos la obligacion de mantener viva la fiesta a como de lugar y los verdaderos aficionados estaremos en la plaza para apoyar a la fiesta y seguir nuestra lucha para que todo vuelva a la normalida incluida por supuesto la suerte suprema
No nos van a amedrentar unos pocos puritas que lo unico que consigieron fue que Barcelona se quede sin toros y para siempre, por aqui las cosas son distinta sabemos luchar y al final veran como muy pronto las cosas vuelven a su estado normal y en Quito habra toros hoy por hoy mutilado pero al fin fiesta y con las uñas vamos a pelear para que no nos pase lo de Barcelona. Alli estan los puristas si fiesta.
Gracias Maestros por apoyarnos que dentro de muy poco estaremos de nuevo con nuestra fiesta COMPLETA y el Barcelona que bien por los puristas.
CARNICERITO DE QUITO
El que tiene que estar muy agradecido a los hermanos Salazar es Enrique Ponce que cobrará 240000 euros por corrida, más lo que le toque del reparto de los beneficios del festival benéfico para las asociación indígena andina cuyas jóvenes indias serán exhibidas por el ruedo para trabajar la lástima de los espectadores que pagan todo este engaño.
ResponderEliminarComo verían la taquilla de este año los adoradores del becerro de oro de los Salazar para decidir pagarla a Ponce el doble que la pasada feria. Pues que se vayan preparando el los modestos toreros ecuatorianos para cobrar las migajas que la empresa les quiera dar.
Los demás toreros extranjeros tampoco irán gratis, aunque siendo para salvar la feria todo está justificado, incluido el desprecio de cualquier aficionado que se honre de serlo.
A divertirse majos.- Antonio C. E.
Las cosas están dadas y ya no cabe llover sobre mojado. Es una látima que Quito haya caido taurinamente tan bajo, por culpa de la política mal intensionada.
ResponderEliminarSi las cosas ya están así, por lo menos en las pachangas taurinas que se den, que se evite el ridículo al pretender CONFIRMAR ALTERANTIVAS a algunos MATADORES DE TOROS. Qué significa Confirmar la Alternativa, todos sabemos; y cómo se la hace, pues MATANDO UN TORO; entonces no anuncien absurdos y peor que se llegue a esto; que inclusive considero una OFENSA para los MATADORES DE TOROS, que por primera vez se presentarán en Quito; claro como LIDIADORES. Qué pena
Aficionadillo de guardarropía y nueve festejos al año. Peán de la empresa, presumiblemente con intereses propios en la celebración de la feria, que respiras por la herida abierta, deja ya de berrear el mantra cansino acerca de las noches que habéis pasado en vela, tú y cuatro gatos más, pintando grafitis en las paredes. No empreñes más recordándonos cuánto habéis luchado por sacar la pregunta del referéndum. Deja ya de trabajarse la pena restregándonos a los catalanes en cada misiva la abolición de las corridas de toros en Barcelona, ¡qué sabrás tú acerca de lo que ha pasado en Barcelona! y ¡qué mal informado estás sobre el número de firmas que ya hay recogidas para presentar la ILP!. Permíteme que te diga, llorón compulsivo, que un aficionado DE VERDAD abomina de una lidia mutilada. Deja de plañir, sé hombre y diles a los empresarios y a los toreros que van a daros gato por liebre, que ese PA AMB TOMAQUET no vale, que se lo coman ellos. Ten cojones.
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