Ángel Teruel abandona la UCI

ARLES: 

Ángel Teruel sufre una grave cornada en la cara, de 20 centímetros

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Ángel Teruel abandona la UCI

EFE, 09/04/12

El diestro Ángel Teruel, corneado ayer de carácter grave en la plaza de toros francesa de Arles, ya ha pasado a planta en el hospital Carremeau de Nimes, en cuya UCI ha estado ingresado desde la operación a que tuvo que ser sometido.

El torero ha pasado la noche “intranquilo y con muchos dolores, sobre todo en el ojo y la garganta”, ha explicado su apoderado, Manuel Amores, quien no obstante ha reconocido que “esto es normal, según los médicos, y teniendo en cuenta la gravedad de la herida, en la que lleva sesenta puntos”.

Cuenta Amores que “la escena de la cornada, con la cara completamente abierta, fue más que impresionante. Como esos momentos en la enfermería de la plaza, desde donde le evacuaron al hospital de Arles para estabilizarle antes de seguir para Nimes, hasta que por fin entró en el quirófano y fue intervenido por tres cirujanos, dos de ellos maxilofaciales”.

Todo fue cuestión de segundos, “ni siquiera se puede hablar de minutos, con actuaciones rapidísimas, pero entre un paso y otro se nos hizo una eternidad”, recuerda Amores, que tuvo la primera buena noticia “cuando los médicos aseguraron que el toro no le había roto el nervio facial”.

Advierte no obstante el apoderado de que “ese nervio, cuya función es crucial para la movilidad en la cara y el ojo, está contusionado o erosionado, según las acepciones que indistintamente emplean los médicos”, quienes no obstante “tienen la esperanza de que se pueda recuperar del todo”.

Los plazos para esa recuperación “son largos”, y nada se puede aventurar, porque, dice Amores, “una cosa es la ilusión porque vaya todo rápido y sobre todo bien, y otra la realidad de la espera”.

De hecho, tienen que pasar aún otras 48 horas para conocer un pronóstico más exacto. Y hasta mañana, martes, no le van a levantar la cura. “Tiene unos drenajes muy finos, como hilitos, para que no se le note la cicatriz”.

Su aspecto “impresiona, con el párpado y la cara tan dañados. Por la noche le cerraron el ojo con un apósito para que no se le seque. No siente el labio, normal todavía, según los médicos. Y hoy le cuesta mucho hablar”, ha añadido Amores.

Pero ayer, tras la operación, pudieron conversar torero y apoderado, “por cierto, casi en plan bronca, censurándole yo que se hubiera jugado la vida con un toro sin posibilidades de triunfo, y contestándome él que hay que estar a la altura de las aspiraciones, salga el que salga, y que precisamente con el malo hay que dar la talla. Lo cierto es que estuvo hecho un tío”, aseguró Amores.

Otra inquietud de Ángel Teruel es llegar completamente en forma a la feria de San Isidro: “¿Qué dicen los médicos?”, no para de preguntar, queriéndose asegurar de que el 15 de mayo, según está anunciado, pueda confirmar la alternativa en Las Ventas de Madrid, en un cartel que completan Julio Aparicio y Curro Díaz, con toros de “El Ventorrillo”.

“Le trae loco pensar en ésa de San Isidro, y dos tardes más previas, una en Puertollano y otra en una plaza de la Comunidad de Madrid. Pero hay que esperar. Lo importante es que llegue bien, a esas y a todas las que vendrán después”, recalca el apoderado.

Si todo transcurre con normalidad, los planes del entorno del torero son, “el próximo jueves, viajar en ambulancia hasta Marsella, desde donde un avión-ambulancia le trasladaría a Madrid, y seguir la recuperación en un hospital, bajo la supervisión de un gran especialista maxilofacial”, finalizó el apoderado.

Ángel Teruel cogido por su primero