“PAN Y TOROS”
Expresión latina “pan y circo”. La lucha con el toro se convierte en espectáculo. Esto es observado por gobernadores aprovechados para contentar y adormecer al vulgo. Conocedores de la efectividad de la Fiesta de los Toros; el halago y la pasión que provoca, a falta de otras motivaciones, facilitan la proliferación de corridas de toros en pueblos y ciudades de España, principalmente en Cataluña. Los ilustrados achacan a estos eventos la imagen de atraso reflejada. -“Con las tripas y los cosos llenos desaparecen los problemas sociales, políticos y culturales”. Todo se convierte en aclamaciones hacia los que ostentan el poder. Con el tiempo intentarán prohibir los festejos para seguir ocultando los instintos asesinos de corruptos independentistas, políticos indeseables y falsos ecologistas a sueldo en una cortina que disimula su desprecio a los ciudadanos libres para beneficio de unos pocos “chorizos” traidores.
Mediado el Siglo XVIII el lancear toros deja ser arte exclusivo de caballeros acomodados y señoritos andaluces. Toman el relevo sus sirvientes y gentes del vulgo sin oficio ni futuro. Estos primeros toreros sin caballo, a pie, se enfrentan a una casi segura muerte en las astas de aquellos fieros toros sin “humanizar”. Con el tiempo y el buen hacer, algunos participantes comienzan a ser reconocidos e invitados a lucirse en fiestas y reuniones de hacendados latifundistas. Los que alcanzan la fama son muy queridos por los habitantes de la zona en que se practican los juegos con toros, en parte porque las gentes conocen la procedencia humilde de aquellos valientes toreadores.
Todo el proceso se repetiría tres Siglos después con los futbolistas. “Pan y fútbol”. Paro, sindicalistas, indefensión, mentiras, corrupciones y rapiña en las legislaturas de un gobierno socialista carente de escrúpulos y moral, con la intención de prohibir la identidad de España y llevar a la ruina a los ciudadanos libres y decentes e imponer la injusticia, el terror y el hambre. Con el, “más que un club”, los ladrones independentistas catalanes han convertido a sus ciudadanos en un producto, más que en unos individuos.
En el Génesis del toreo, la popularidad de las corridas de toros adquieren, tanta importancia que los acaudalados aristócratas incluyen, asistir a las plazas de toros, en sus programas de actividades. Tanto toro, tanta alegría y demasiadas fiestas hace dudar a la patronal, baja la productividad de los obreros en la España de la cursi Ilustración. Fenómeno denunciado por los déspotas dueños de vidas y haciendas.
La creación de la primera Escuela de Tauromaquia en Ronda por Pedro Romero es el respaldo definitivo a las corridas de toros como reconocimiento cultural y es declarado el espectáculo, la Fiesta Nacional de España.
La trampa está servida. Los políticos mediocres observan lo rentable que les puede resultar apoyar la tapadera de los toros con la intención de atontar a los borregos. El poeta León de Arroyal publica en 1.812 estos versos:
“Haya pan y toros
y más que no haya otra cosa.
Gobierno ilustrado: Pan y toros
pide el pueblo.
Pan y toros es la comidilla de España.
Pan y toros debes proporcionarla
para hacer en lo demás lo que se te antoje.
Por secula seculorum. … Amén”.
La denuncia se publica en primer página al autorizarse, ¡por fin! La representación de una zarzuela censurada durante muchos años:
“PAN Y TOROS”.- Música del maestro Francisco Asenjo Barbieri. Libreto de José Picón. Sinopsis de la zarzuela:
- En la primera escena el decorado representa un merendero a orilla del Manzanares. Las mesas, al fresco repletas de castizos. Junto a la terraza una casa, “La Venta del Sordo”, donde vive y pinta, Francisco de Goya. Varios niños jugando al toro. Enfrente, un falso ciego espera la llegada del Corregidor.
- ¿Has escuchado o visto algo?. Pregunta el usía al ciego.
- Gentes con fusiles han entrado a casa del pintor.- Responde.
El segundo cuadro sucede en la Quinta. Interrogan a la modelo que posa para el artista, de nombre Pepita que al parecer, es bien conocida por el Corregidor. En una escena se nombra responsable del negocio taurino a un matador. Los tres candidatos están ante el Corregidor, José Delgado Pepe.Hillo, Pedro Romero y Costillares.
- El Corregidor, con alta voz.- “Nombro a … Romero”. – Todos cantan. Y, … que bien.
La trama trata de las intrigas de la Corte contra la Princesa de Luzán con la colaboración de los corruptos vividores, funcionarios, y clérigos inquisidores que viven a la sombra de caciques, chivatos y validos. Por temor a ser asesinada la Princesa huye a Francia. Cambia de apariencia para hacerse pasar por una enfermera. De esta guisa regresa a España. Hacia la casa de Goya se dirige un Capitán que ha recibido cuidados, en el hospital, por la princesa disfrazada. Descubierta la Princesa, el Corregidor y Pepita, la maja que posa como modelo y reparte cariño a los influyentes, intentan con calumnias que la Luzán sea condenada por el tribunal de la Inquisición. Llaman a la puerta de la casa y abre el Capitán Peñaranda que ha llegado y espera al pintor. Es un mendigo que pide caridad. El apuesto soldado no tiene nada para socorrerle y le regala su capa. Asesinado el mendigo por unos presuntos terroristas amigos del gobierno de izquierdas, confunden al cadáver con Peñaranda porque lleva su capa. Todo lo demás son “que no quiero vivir”; “que me meto monja” que patatín que patatán. Todo se aclara y se besan la Princesa y el Capitán, mientras cae el telón. Fin.
Bueno y diréis: ¿Qué tiene que ver, este rollo con las corridas de toros?
En el Acto Tercero, durante uno de los pocos silencios que tiene una Zarzuela, la acción sucede en el interior de una “casucha”, se han reunido los partidarios de la Princesa de Luzán. Entre los presentes están los tres matadores de toros, Pedro Romero; Joaquín Rodríguez “Costillares” y José Delgado “Pepe-Hillo”. Actores – cantantes, igual que todos los que intervienen en la obra. Un coro de manolas y manolos cantan:
- Romero, Costillares y Pepe-hillo
a toititos uzias saludan finos.
Que a caballeros no echa la pata naide
a los toreros.
Salud a los valientes discípulos del Cid,
que todos tres merecen la plaza dirigir.
Díganos usía, diga su mercé,
jefe de la plaza cual de ellos va a ser.
La zarzuela “Pan y Toros” se estrenó en el Teatro Real de Madrid en
1.864, diez años antes de la inauguración de la Plaza de Toros de la Carretera de Aragón en Madrid.
Aquilino Sánchez Nodal.
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