Pescadín en la playa de Lastres
¡Otro juez! ¡Otro juez! ¡Otro juez!
José Ramón Márquez
Esto ya es de juzgado de guardia. Esto es una conjura. En las américas también se ha extendido la consigna y, lo mismo que en España y Francia, ya aparece también allí la inquina del latrocinio contra July. El otro día en Acho, nos informa ese portal tan independiente que se llama burladero.com, ante un toro “manso aunque de gran nobleza”, nuestro incorregible Julián firmó “una faena que se vivió con gran vibración y emoción”. Como viene siendo habitual, el juez de plaza, en vez de sucumbir a la presión del publico vibrante y emocionado, prefirió sucumbir a la dignidad de la vieja plaza de Acho negando la oreja -hay que ver la obsesión orejera de este Julián, no deja de sorprenderme el ansia auricular del torero y su entorno-, y a continuación se escenificó la vieja pantomima: a la vibración y a la emoción del público siguió su santa indignación que se concretó en la gritería que reclamaba “¡otro juez!”, que es lo mismo que cuando en Madrid dicen “¡Fuera del palco!”.
Yo, si acaso tuviese cerca a Julián, le diría que no se obsesionase tanto con las orejas, y a sus defensores del puchero les recomendaría que comenzasen a tocar otro palillo, porque éste de los robos yo creo que ya no va a ser sostenible en la temporada 2011. Además, creo que el rollo ése de las orejas no sirve para nada y a las pruebas me remito, que es que al pobre no le han dado ni medio premio de esos que se dan al final de la temporada. En el programa Clarín, me lo contaban el otro día en Guadalajara, las votaciones de los oyentes apuntaban a que le iban a dar el premio a Juan Mora, esta especie de Imhotep otoñal, hasta que el puchero se rebeló y le dieron la vuelta a las votaciones para que ganase July. No tiene, el pobre, otro premio que ése y el de Roquetas, después de la murga que nos han dado los suyos toda la temporada. Ni siquiera sus mayores voceros han tenido huevos en su propio premio, ‘el prestigioso premio Paquiro’, para sacar adelante a Julián, que estoy seguro de que si sale ese nombre delante de Luis Abril y de Fernando Almansa salen pitando despavoridos los dos con las pelas del Movistar y la próxima edición del ‘prestigioso premio Paquiro’ la tienen que celebrar en el Museo del Jamón, que rima con Ansón.
Gracias al serio trabajo de El escalafón del aficionado sabemos que July fue el más orejero de 2009 en plazas de primera, con 1,77 orejas por festejo, y el segundo más orejero en plazas de segunda, después de Fandi, con 1,71 orejas por festejo. Como los robos de orejas de los que fue víctima Julián tuvieron lugar sobre todo en plazas de primera, eso no hubiese cambiado la estadística que ofrece solventemente el blog precitado, por lo que claramente se percibe que la polémica sobre los robos es puritito ruido que hacen las terminales mediáticas del torero para tener algo de qué hablar, dado que si hablamos sólo de toreo July se nos acaba muy, muy prontito.
Por hacer una profecía, que hay que mojarse y, si acaso fallar, yo creo que July no puede plantear en 2011 una temporada tan al límite como la pasada para tan magros resultados. Creo que cuando se vista de luces en abril antes de ir hacia la Maestranza, aquello se le va a hacer muy cuesta arriba. ¿Y si comenzase a torear con verdad? ¿Sabría hacerlo?
Esto ya es de juzgado de guardia. Esto es una conjura. En las américas también se ha extendido la consigna y, lo mismo que en España y Francia, ya aparece también allí la inquina del latrocinio contra July. El otro día en Acho, nos informa ese portal tan independiente que se llama burladero.com, ante un toro “manso aunque de gran nobleza”, nuestro incorregible Julián firmó “una faena que se vivió con gran vibración y emoción”. Como viene siendo habitual, el juez de plaza, en vez de sucumbir a la presión del publico vibrante y emocionado, prefirió sucumbir a la dignidad de la vieja plaza de Acho negando la oreja -hay que ver la obsesión orejera de este Julián, no deja de sorprenderme el ansia auricular del torero y su entorno-, y a continuación se escenificó la vieja pantomima: a la vibración y a la emoción del público siguió su santa indignación que se concretó en la gritería que reclamaba “¡otro juez!”, que es lo mismo que cuando en Madrid dicen “¡Fuera del palco!”.
Yo, si acaso tuviese cerca a Julián, le diría que no se obsesionase tanto con las orejas, y a sus defensores del puchero les recomendaría que comenzasen a tocar otro palillo, porque éste de los robos yo creo que ya no va a ser sostenible en la temporada 2011. Además, creo que el rollo ése de las orejas no sirve para nada y a las pruebas me remito, que es que al pobre no le han dado ni medio premio de esos que se dan al final de la temporada. En el programa Clarín, me lo contaban el otro día en Guadalajara, las votaciones de los oyentes apuntaban a que le iban a dar el premio a Juan Mora, esta especie de Imhotep otoñal, hasta que el puchero se rebeló y le dieron la vuelta a las votaciones para que ganase July. No tiene, el pobre, otro premio que ése y el de Roquetas, después de la murga que nos han dado los suyos toda la temporada. Ni siquiera sus mayores voceros han tenido huevos en su propio premio, ‘el prestigioso premio Paquiro’, para sacar adelante a Julián, que estoy seguro de que si sale ese nombre delante de Luis Abril y de Fernando Almansa salen pitando despavoridos los dos con las pelas del Movistar y la próxima edición del ‘prestigioso premio Paquiro’ la tienen que celebrar en el Museo del Jamón, que rima con Ansón.
Gracias al serio trabajo de El escalafón del aficionado sabemos que July fue el más orejero de 2009 en plazas de primera, con 1,77 orejas por festejo, y el segundo más orejero en plazas de segunda, después de Fandi, con 1,71 orejas por festejo. Como los robos de orejas de los que fue víctima Julián tuvieron lugar sobre todo en plazas de primera, eso no hubiese cambiado la estadística que ofrece solventemente el blog precitado, por lo que claramente se percibe que la polémica sobre los robos es puritito ruido que hacen las terminales mediáticas del torero para tener algo de qué hablar, dado que si hablamos sólo de toreo July se nos acaba muy, muy prontito.
Por hacer una profecía, que hay que mojarse y, si acaso fallar, yo creo que July no puede plantear en 2011 una temporada tan al límite como la pasada para tan magros resultados. Creo que cuando se vista de luces en abril antes de ir hacia la Maestranza, aquello se le va a hacer muy cuesta arriba. ¿Y si comenzase a torear con verdad? ¿Sabría hacerlo?
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