"...César Rincón se ha caracterizado por conducirse en la vida de manera humilde. Nunca le he visto en actitud altiva, prepotente o soberbia. Ni siquiera cuando alcanzó notoriedad social y le llovieron los halagos, se le subió el pavo. Y esa cualidad humana, la HUMILDAD, es una constante en él..."
Javier Hurtado en primer plano / Foto La Loma
- Javier Hurtado, prestigioso periodista taurino de TVE, formó parte de la importante tribuna que rodeó y glosó la persona del César del toreo en el acto de entrega del premio quew reconoce sus valores humanos, celebrado en Madrid en el Aula de Tauromaquia "Angel Luis Bienvenida" del "Teatro Muñoz Seca".
- Por su interés, a continuación se ofrece su discurso dirigido al colombiano universal.
X EDICIÓN PREMIO VALORES HUMANOS CÍRCULO TAURINO DE AMIGOS DE LA DINASTÍA BIENVENIDA
JULIO CÉSAR RINCÓN RAMÍREZ
Javier Hurtado Gutiérrez
Periodista taurino
Madrid, Los valores humanos están definidos como aquéllos valores que perfeccionan al hombre en lo más íntimamente humano y le infunden mayor calidad como persona.
Sin embargo, la valía no responde a un concepto utilitarista, no nos viene dada por el hecho de que estemos capacitados para ejecutar tal o cual acción, sino por aquello que nos cualifica y nos hace valiosos ante nuestros semejantes. "Al hombre se le mide por sus valores, no por sus riquezas".
Los valores realmente importantes son los que dan sentido y coherencia a nuestras acciones. Y esos valores brotan de la experiencia de vida de cada uno, son atributos que completan y perfeccionan nuestra personalidad.
Cuando alguien es propuesto como candidato a la concesión de un premio, se sopesan y evalúan sus merecimientos. A veces sucede que una parte de los componenes del jurado en cuestión no encuentra suficientes merecimientos en el candidato propuesto y la división de opiniones en el seno del tribunal origina una situación incómoda.
No ha sido el caso porque César Rincón, tiene un rico palmarés y su escala de valores es poco convencional.
César Rincón se ha caracterizado por conducirse en la vida de manera humilde. Nunca le he visto en actitud altiva, prepotente o soberbia. Ni siquiera cuando alcanzó notoriedad social y le llovieron los halagos, se le subió el pavo. Y esa cualidad humana, la HUMILDAD, es una constante en él.
Continúa siendo humilde porque es algo consustancial a su persona, además de que lo aprendió en el ejercicio de la profesión. Ser torero o ganadero obliga a ser humilde ya que es frecuente fracasar en la búsqueda de los objetivos. "Donde hay soberbia, allí habrá ignorancia; mas donde hay humildad, habrá sabiduría". (Salomón)
Los valores que denominamos humanos vamos adquiriéndolos en el aprendizaje, a medida que vamos viviendo. Uno de los que primero absorbió César Rincón fue la CONFIANZA. Confió en sí mismo y ya se sabe que ese es el primer secreto del éxito. Tuvo la esperanza firme, la seguridad de que iba a triunfar en el mundo del toro y logró los fines propuestos con ayuda de otras personas en las que también confió.
Y alcanzó el propósito proyectado desempeñándose de manera honesta. Como torero César se significó por torear con la verdad por delante. (Le recuerdo plantado en el centro del ruedo de la plaza de Las Ventas, esperando la acometida del toro y cuando el animal llegaba a jurisdicción, cargaba la suerte, abrazaba con la muleta el ímpetu del viaje, lo sometía, templaba y dejaba amortiguado en la salida. ¡Grandioso!)
En su actual faceta de ganadero César reconoce en justicia que compró una ganadería hecha por Felipe Lafita y, consecuentemente, dice, de Lafita es el mérito fundacional y creativo. Él se limita a continuar esa obra sin salirse de las pautas marcadas por el anterior propietario de la vacada.
La HONESTIDAD es prima hermana de la DECENCIA, palabra ésta más antigua, caída en desuso, con la que tiempo atrás se expresaba la manera de obrar justa y honrada.
Como al soldado, el valor al torero se le supone pero, al contrario que aquel, este se ve obligado a evidenciarlo en bastantes ocasiones a lo largo de su carrera profesional. César demostró muchas tardes tener VALOR, energía y voluntad para afrontar las situaciones difíciles o adversas con las que tuvo que lidiar.
En la base del valor está el OPTIMISMO y, aunque realista, Rincón también destila una buena dosis de optimismo. Ve y juzga las cosas en su aspecto más positivo y esperanzador.
También ha demostrado tener una VOLUNTAD de hierro, capacidad de esfuerzo y superación cuando ha sido preciso. César se sobrepuso a cornadas muy graves y enfermedades que a otros, con menos voluntad, les habría impulsado a dejar la profesión, pero él lo superó todo y se fue cuando consideró llegado el momento oportuno, tranquila, pensada y sosegadamente.
Valores de César Rincón son el COMPROMISO, la COLABORACIÓN y la RESPONSABILIDAD. De que cumple las obligaciones contraídas, contribuye a conseguir los objetivos marcados y responde de sus actos, pueden dar testimonio sus apoderados Luis Álvarez y José Luis Lozano y el ya citado ganadero Felipe Lafita.
Como torero César Rincón tiene muy arraigado un valor en decadencia, el del RESPETO. En el toreo y en la vida hay unas normas que cumplir y no se pueden saltar. Eso es algo que antes se aprendía en la familia y en la escuela. Los toreros, afortunadamente, siguen aprendiéndolo desde que se inician en la profesión.
Y del respeto deriva la LEALTAD, un sentimiento de fidelidad a los propios principios y de gratitud a otras personas.
Sale a colación el valor de la GRATITUD, otro más que atesora César Rincón. ¿O no fue un rapto de agradecimiento el hecho de que pusiera a su finca colombiana el nombre de Las Ventas del Espíritu Santo, la plaza donde lo consiguió todo?
Él dice que el público de Madrid se lo dio todo sin pararse a pensar en lo que él dio a los aficionados. Y se olvida de ello porque es magnánimo, porque su inclinación natural es hacer el bien y ayudar a los demas. La BONDAD es un valor más de Rincón. No recuerdo haberle visto enfadado, irascible o violento. Al contrario, su trato se caracteriza por ser jovial, apacible y conciliador.
No obstante, César Rincón no va a valer más porque le tributemos este reconocimiento público. Él vale por sí mismo, porque reúne grandes valores. Lo que pretende el Círculo Amigos de la Dinastía Bienvenida concediéndole este premio es poner en valor las cualidades que le califican; reivindicar su personalidad como torero y persona; resaltar su forma de ser y estar durante todos los años que lleva conviviendo con nosotros y destacarle como guía de referencia moral.
Enhorabuena, torero.
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