Sentecia del Papa negro a su hijo Juanito:
¡Qué buen torero se ha perdío...hijo!
Alfredo Di Stéfano había llegado al Real Madrid, y hacía las delicias de Ángel Luis y Juanito Bienvenida, merengones y grandes aficionados al fútbol pero con la oposición de su padre, Manuel Mejías Bienvenida, el Papa Negro del toreo, que sentía aversión por aquel espectáculo de tíos en carzoncillos pegándole patáaas a una pelota, sobre un campo de debería estra sembrado de patatas, según decía. Aquello era el balompié que había irrumpido en España en su época joven y veía como se llevaba a los públicos de los tendidos a las gradas futboleras.
Sin embargo, cierto día, los niños consiguieron llevar a su padre receloso a ver un partido de fútbol en Chamartín asegurándole que vería a un astro argentino fuera de serie con el 9 a la espalda, llamado Di Stéfano.
El Papa Negro, inmutable, sentado entre sus hijos, manos sobre bastón y mirada fija sobre el campo, no abrío la boca en todo el partido, sólo antes del pitido final, un temeroso y precavido Juanito Bienvenida, le preguntó: Bueno, padre ¿no dices nada? ¿Qué te ha parecido el 9? a lo que el Papa Negro respondió serio y sentencioso: Osúu, hijo ¡qué buen torero se ha perdío....!
Genial, como todo lo que se atribuye al Papa Negro.
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