No lo es tanto cuadrar las cuentas, que los ingresos, al menos, empaten con los gastos cuando no dejen el beneficio empresarial que toda industria debe perseguir por filosofía.
El temor es que esto no ocurre desde el avance galopante de la crisis, que la situación que se va a exponer colige lo que más o menos se sabe: que la mayoría de las explotaciones han saldado pérdidas; algunas acumulándose y provocando la deserción de plazas importantes en los últimos ejercicios.
Los dineros del “TORO”
Pedro Javier Cáceres
Madrid, 24/11/2013.-Será el próximo martes día 26 cuando la ANOET (asociación que aglutina a los empresarios taurinos de cosos más relevantes) presente a los medios de comunicación un exhaustivo trabajo, confeccionado con cifras reales —de este mismo año-, encaminado a conocer de forma pormenorizado cuáles son “los dineros” del Toro.
Qué se ingresó y cómo y en qué se gasta. Sencillo.
No lo es tanto cuadrar las cuentas, que los ingresos, al menos, empaten con los gastos cuando no dejen el beneficio empresarial que toda industria debe perseguir por filosofía.
El temor es que esto no ocurre desde el avance galopante de la crisis, que la situación que se va a exponer colige lo que más o menos se sabe: que la mayoría de las explotaciones han saldado pérdidas; algunas acumulándose y provocando la deserción de plazas importantes en los últimos ejercicios.
A partir de ahí, se supone, llegará el mensaje: el futuro es incierto por inviabilidad económica. Nada nuevo bajo el sol.
Mensaje ¿a quién?
Se supone que el más rotundo irá destinado a la administración en sus tres vectores: los impuestos directos e indirectos más la seguridad social, los pisos de plaza y las obsoletas y costosas servidumbres derivadas de la reglamentación (enfermería, veterinarios…) y de los propios pliegos de condiciones en cuanto a programación inadecuada en número y fechas, mantenimiento de plantillas de plaza sea cual sea el espectáculo —incluso en aquellos que se enajenan- y costear ciclos ¿culturales?, actividades varias y ser los financiadores de la escuela taurina de turno.
El otro mensaje, más sinuoso, tendrá como destinatario al propio sector profesional, principalmente matadores y subalternos: honorarios, cuadrillas, derechos de imagen, obligaciones empresariales con terceros (seguridad social de los banderilleros) etc. En suma un reciclar, una reconversión, con “eres” o sin “eres” que el sector no ha abordado y que le está sobrepasando la realidad de la situación que es la que se está encargando de ese replanteamiento de forma tan espontánea como virulenta en forma de descenso de festejos que ocasionan menos sueldos y menos calidad del estipendio al bajar las categorías de matadores y plazas.
Todo lo que paralelamente se debe estar discutiendo en la negociación de un nuevo convenio que, personalmente —pienso-, o desemboca en un laudo por falta de acuerdo, quizá la menos mala de las soluciones (otra vez las imposiciones a un sector tan indolente), o en un acuerdo de mínimos parches por razones obvias de competitividad sin unión ni objetivos comunes por parte del sector empresarial.
¿Valencia o Sevilla, primeras en el calendario, se van a arriesgar —sin el apoyo tácito del resto- a sufrir el acoso de una supuesta huelga por una seguridad social (es un ejemplo entre varios) que ya están acostumbrados a “poner”?
Lo mismo ocurre con el resto de la patronal y demás reivindicaciones. ¡Total llevamos toda la vida así!
Este planteamiento, que parece sincero, para conocimiento de la situación tiene su relevancia por tratarse del primer nivel (las grandes plazas y el circuito de ferias de plazas de 1º y 2º.
Sin embargo su talón de Aquiles está en ello: ser el 1º nivel, que a trancas y barrancas va sobreviviendo.
Y aunque la exposición del martes sirva para poco por la obstinación de la Administración Central en ser el “cobrador del frac”, las corporaciones locales y provinciales refugiándose en legalismos de pliegos vigentes para su infecto inmovilismo salvo cuando les llega el agua por “cima” del cuello, y los propios empresarios viciando a estas diputaciones y ayuntamientos agarrándose al clavo ardiendo de la sin razón y lo inviable con tal que otro no se haga con la plaza engordando propuestas sin ton ni son, sin un inventario de sostenibilidad de cada una, está bien que la opinión pública sepa como está el “asunto” y lo que se podría hacer.
Podría, pero el taurino es clásico hasta las cachas y se aferra en el lamento estéril “lo que no puede ser no puede ser y además es imposible”…pues eso.
Como la propia cita que se le adjudica a Rafael “El Guerra”,sin sonrojo, echando al corral a su autor (Talleyrand Périgord)
En cualquier caso es bueno verificar que la ANOET trabaja, en contra de lo que propala el ejército de “leotarderos de figuras”.
Aunque en el toro pase como en política donde la presentación de propuestas no es válida ante la vacuidad del rival, pero que, eso sí, tienen la patente de la superioridad moral, cultural, intelectual… todo menos aportar soluciones aunque en ellas vayan sacrificios personales de hoy en pos del bien común del futuro.
En cualquier caso, pase lo que pase, sería bueno consensuar dos grupos de trabajo respecto de deslindar la precariedad de la situación en plazas y ferias de 1º y 2º y la agonía del resto de espectáculos como las plazas de 3º y 4º con un status generoso para las novilladas destinadas a ser especie a extinguir con lo que todo ello conlleva.
No ha mucho la patronal de estos circuitos populares se integraban en la UNETE que con la muerte de su mentor Moreno Menor es, ahora, puramente testimonial.
Hace poco tiempo y con conexión en ANOET surgió una asociación de empresarios jóvenes (ASOJET).
Estos con todo una vida por delante (el futuro es otra cosa) han sido la avanzadilla de lo que el martes será nuclear.
Los datos son escalofriantes y denominan los gastos de estos espectáculos como “utópicos”.
El estudio tiene una base de 78 plazas, que además es el volumen de festejos respecto de la totalidad: el 78% se celebran en cosos de 3º y 4º.
Lo que les hace según su definición “motor de la temporada y trampolín de nuevos valores”.
Según el estudio remitido a los medios, una corrida de toros con toreros del grupo C supone un 70% de déficit resultante entre los 75.000 euros de coste medio (46% de salarios y seguros sociales) y los 21.000 euros de ingresos.
¿Cómo subsistir?
1.- Se comprometen a negociar con la Administración y llegar a acuerdos para abaratar los costes administrativos.
Y 2. ¡Aviso a navegantes!
Seguir así, hasta que el cuerpo aguante. Eso sí, que nadie se llame a engaño porque lo dejan bien clarito:
Estos números provocan “un convenio irreal que casi nadie respeta porque es inasumible con estas cifras, por lo que cada vez en más medida se tiende a camuflar la legalidad en lugar de obrar con sentido común”
El llamado “túnel” (trabajar por debajo de los mínimos sindicales) que es cruzada para los sindicatos de toreros, de no responsabilizarse de la situación y facilitar medidas por dolorosas que sean, principalmente en estas plazas y en las novilladas, puede ser mayor que el de San Gotardo en Los Alpes, pero en versión circular… sin posibilidad de ver luz ni muy al final.
Un túnel que puede ser una fosa… para todos.
Nota.- Nadie pide ningún esfuerzo a los ganaderos porque hace tiempo que son los grandes sacrificados del negocio.
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