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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

martes, 14 de abril de 2015

CURRO DÍAZ 2015 / por Antolín Castro

Creemos que las plazas de tercera no son 
para un artista de primera

"...Que sepamos nada sucedió en negativo la pasada temporada como para que se olviden de él tan fácilmente. Castigo que no se justifica y que no sabemos de dónde y porqué viene..."

CURRO DÍAZ 2015

Que es un torero querido, y admirado, el de Linares no cabe la menor duda. Que su forma de interpretar ha enamorado a miles de aficionados, también es conocido de sobra. ¿Pero qué pasa con Curro Díaz en este 2015?

Y lo decimos porque las empresas más potentes lo han dejado de lado. Ni Valencia ni Sevilla y ni siquiera Madrid lo han incluido en sus ferias, cuando era tan habitual verle anunciado en ellas los últimos años.

Que sepamos nada sucedió en negativo la pasada temporada como para que se olviden de él tan fácilmente. Castigo que no se justifica y que no sabemos de dónde y porqué viene.

Cierto que nunca ha gozado del privilegio de las figuras, que son muchas las ferias y plazas en las que no ha sido contratado nunca, con lo que se da por sentado que nunca gozó de la confianza de muchas empresas que le han negado el pan y la sal antes, durante y después de conquistar a la afición madrileña. Pero que Madrid le relegue a un puesto en una corrida fuera de San Isidro, cuando en los últimos años ha estado anunciado dos tardes, sorprende a todos.

Lo único que conocemos es que, después de muchísimos años, dejó la mano de Ignacio González, su apoderado casi eterno, que es cierto que nunca logró o pudo colocarle como merecía su nivel artístico, aunque mantuvo en todos esos años una mínima categoría en sus contrataciones. Precisamente por esa falta de poder y relumbrón de su ya antiguo apoderado extraña mucho más el bajón en su situación actual.

Seguros estamos que de haber querido, en estos años que pasaron juntos, más hubiera toreado caso de haber aceptado carteles y plazas de nivel inferior al que ostentaba. Eso se puede considerar bueno por unos y malo por otros. Se puede torear más, pero también se corre el riesgo de verse encasillado en un determinado grupo de toreros asiduo a torear en cualquier parte, cualquier ganado y a cualquier precio.

Sin que pueda interpretarse tergiversada esta reflexión, lo cierto es que su nuevo apoderado -no le citamos en evitación de hacerle responsable de la nueva situación- ha optado, se supone que con la aprobación del torero linarense, por anunciarle un escalón por debajo de la categoría que venía ostentando en temporadas anteriores. 

Nosotros seguimos confiando en el artista que es y en lo injusto del trato recibido hasta ahora, pero no compartimos la nueva línea de torear con cualquiera y en cualquier lugar. Claro que nosotros nos limitamos a opinar sobre lo que sucede y en nada participamos en los entresijos de la Fiesta en general o de la carrera de los toreros en particular. Cada cual puede hacer lo que quiera, y en esa libertad está enmarcada también mi opinión personal.

Ojalá este camino emprendido en 2015 de los frutos que desea el torero y el conjunto de los aficionados. Nada nos alegraría más que verle de nuevo en los carteles de las ferias de primera, que es el lugar que su categoría y trayectoria merece. Los aficionados también se ven injustamente castigados con su ausencia de las mejores plazas, sin perjuicio de que se pueda torear bien, como él sabe, en cualquier lugar. Asunto que debería mejorarse, a nuestro juicio, cuanto antes.

Aún así, dónde sea y cómo sea, le deseamos mucha suerte al torero.


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