la suerte suprema

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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

domingo, 5 de abril de 2015

Leonardo San Sebastián en Partido de Resina





Partido de Resina (antes Pablo-Romero)

Villamanrique de la Condesa-SEVILLA
4 de Abril de 2015

-Fotografías: La Loma-




6 comentarios:

  1. Según el diccionario “resina” es una sustancia pegajosa, sólida o de consistencia pastosa…Lo cual nada tiene que ver con los famosos toros con ese nombre, antes Pablo Romero.
    Pero si tiene que ver y mucho, con la “pegajosa y pastosa” forma de proceder el Partido Popular y su figura “estrella” Esperanza Aguirre.

    En 2007, Ana Garrido Ramos trabajaba como técnico del Ayuntamiento de Boadilla del Monte. Cansada de ver cómo se amañaban concursos públicos y licitaciones en el municipio e indingada por la sospecha de que varios miembros de ese Ayuntamiento, incluido su alcalde, estaban implicados en tramas de corrupción, empezó a elaborar un dossier para reunir pruebas.

    Ese dossier, de más de 300 páginas, daría lugar a la investigación de la trama Gürtel, una de los mayores tramas de corrupción de las últimas décadas. Sin embargo, en lugar de recibir el reconocimiento que merecía por su integridad, Ana empezó a sufrir presiones y acoso por parte de superiores y antiguos compañeros, por lo que se vio obligada a emigrar temporalmente a Sudamérica.

    A comienzos de 2014, Ana obtuvo una sentencia favorable del Juzgado de lo Social de Móstoles que condena al Ayuntamiento de Boadilla por “mobbing”, reconociendo que fue víctima de acoso laboral. Ahora está pendiente del recurso ante el TSJ de Madrid pero sigue luchando porque se sepa la verdad.

    Ana se enteró y lo denunció. Primero escribiendo una carta el 2 de diciembre de 2007 a la expresidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, relatando los chanchullos del entonces alcalde de la localidad, Arturo González Panero, alias el albondiguilla, con varias empresas de la trama. Ana daba incluso los nombres de estas sospechosas sociedades, que luego ser harían famosas. La repitió en febrero de 2009, días después de que el juez Baltasar Garzón ordenara las primeras detenciones, incluida la de Panero (hoy imputado). Tampoco obtuvo respuesta por parte de Aguirre.

    Ahora, seis años después, Ana asegura que su lucha "ha merecido la pena" y que su único deseo era dejar de trabajar en el Consistorio que "ha supuesto un calvario" para su vida. Ana ha sufrido un acoso continuado en el tiempo, en dos etapas distintas, con dos Gobiernos municipales distintos. En 1993 empezó a trabajar en el Consistorio en el área de Juventud cuando Panero era concejal. Luego ambos coincidieron en la concejalía de Personal hasta que Panero llegó a la Alcaldía en 1999. Con Panero en el poder, Ana empezó a ver cosas que no le gustaron: adjudicaciones sospechosas. Tras decírselo a Panero, empezaron los problemas y el acoso. Le quitaron el teléfono móvil municipal, la cambiaron de despacho, le quitaron funciones...

    Ana no se vino abajo. Elaboró una especie de informe de 300 páginas con todas las irregularidades que detectó, incluida una investigación sobre el abultado patrimonio del alcalde. Se lo entregó al sindicato Manos Limpias, que presentó el dosier ante la Fiscalía Anticorrupción. Ese informe se ha utilizado en la investigación judicial. Pero aunque decidió luchar contra la corrupción, este combate tuvo su precio. Estuvo de baja psicológica y decidió cambiar de vida en el extranjero tras pedir una excedencia. Se fue a Costa Rica donde trabajó de cajera, jardinera y en un hotel, estancia interrumpida con vuelos a España para declarar ante el juez.

    Continuare…

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  2. Ana Garrido en su declaración ante el juez que investiga la trama Gürtel. Panero se fue y con él casi todo su equipo. Con las elecciones municipales, y la llegada del nuevo alcalde, Antonio González Terol, Ana decidió volver al Ayuntamiento en junio de 2011. Y la pesadilla se reprodujo. Ana se reincorporó a la concejalía de Juventud con un sueldo inferior al que le correspondía. Siguió el acoso. Su jefe no trataba con ella y le encargaba trabajos para tenerla ocupada que luego no se utilizaban para nada. Harta, decidió denunciar en abril de 2013 y empezó a contarlo todo en su blog, titulado La honestidad tiene un precio. Ahora, el juez le da la razón y declara en la sentencia que el sueldo que percibe Garrido es de "cuantía anual bruta inferior a la que le correspondía", por lo que condena al Consistorio a pagar 81.473 euros para que rescinda el contrato con Ana "con la indemnización de despido improcedente". A esa cantidad hay que sumar 14.977 euros por daño moral.

    El juez valida también las grabaciones que hizo Ana de las conversaciones con su jefe. Este reconoce en ellas que los trabajos de Ana son paralizados a propósito porque "quieren que te canses" y que se lo iban "a hacer pasar mal".

    Cuando no hay sistemas de protección para personas como Ana, la sociedad civil debe reconocerle el mérito que han tenido y pedir que el Estado se lo reconozca, y lo más apropiado es la condecoración. Por todo ello, desde la Asociación ¿Hay Derecho? pedimos que se le conceda la Orden del mérito civil, un reconocimiento reservado para aquellos funcionarios o empleados públicos que hayan prestado servicios relevantes y ejemplares al Estado español.

    El actual Gobierno habla mucho últimamente de regeneración democrática y asegura que hará todo lo posible y lo imposible por desterrar la corrupción. Para empezar, pueden hacer algo muy posible: condecorar a funcionarios y empleados públicos como Ana Garrido que, a riesgo de su bienestar profesional y personal, han denunciado casos de corrupción, convirtiéndose en un ejemplo a seguir.

    Creo que es obligatorio dar las gracias a la señora Ana Garrido por manifestarse en contra de la corrupción. Personas con su valía y honestidad, necesitamos en este pais, cuyo sistema es ya insostenible y denunciado, por el pueblo español.

    Suma y sigue…

    Diego Barceló

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  3. La charlatana, embustera y maleducada Esperanza Aguirre no contesto a las cartas enviadas a ella, por Ana Garrido.

    La exfuncionaria del Ayuntamiento de Boadilla Ana Garrido ha revelado en 'laSexta Noche' que elaboró "un trabajo de investigación sobre el patrimonio del alcalde y me quedé asustada con sus bienes". "Me obligaron a contratar a determinados artistas e inflar precios de actuaciones", denuncia. No se quedó parada, asegura: "Escribí dos cartas a Esperanza Aguirre para denunciar la trama". Pero no obtuve respuesta.

    Esperanza Aguirre ignoró en 2007 una denuncia detallada sobre la Gürtel. (Pues no fue ella quien descubrió el pastel), las hay embusteras, pero como esta tipa será difícil de encontrar.

    Antes de que el caso saliera a la luz pública, funcionarios de Boadilla del Monte enviaron una carta a la ex presidenta en la que denunciaban las irregularidades en el municipio.

    Los trabajadores municipales detallaban los fraudes en las adjudicaciones, el enriquecimiento personal del ex alcalde Panero e instaban a la líder del PP a intervenir.

    A pesar de ello, no se produjo ningún movimiento desde la dirección regional del Partido Popular
    Esperanza Aguirre, desoyó hasta en dos ocasiones las denuncias que le hicieron llegar por escrito los funcionarios del municipio madrileño de Boadilla del Monte, uno de los ejes fundamentales en la trama corrupta encabezada por Correa. La primera de estas advertencias ocurrió a finales de 2007, mucho antes de que el caso de corrupción saltara a la luz pública.

    El dos de diciembre de aquel año, el citado grupo de funcionarios redactó una misiva con destino a la entonces presidenta en la que advertían sobre las irregularidades que se estaban cometiendo en el ayuntamiento y donde solicitaban a Aguirre –por el tono casi suplicaban- que investigara los hechos denunciados para “poner fin a una indignante situación”. En aquel escrito ya se incluían los nombres de algunas de las empresas presuntamente favorecidas por la trama a cambio de comisiones y que posteriormente unirían sus nombres al de Gürtel, como Hispánica, Sufi, Cemusa, Ortiz o la más conocida de ellas, Easy Concept.

    Ana Garrido, técnico del Ayuntamiento de Boadilla y una de las autoras de la carta, asegura que ésta fue entregada en mano por ella misma a dirigentes del Partido Popular y que “le consta” que el mensaje llegó a Esperanza Aguirre. Garrido fue también la persona que elaboró un detallado dossier sobre la actividad de la trama Gürtel en el municipio, una documentación que presentó en la Fiscalía Anticorrupción y que resultó clave en las investigaciones. Además, Garrido también declaró como testigo ante el juez Pedreira.

    Sin embargo, y a pesar del buen tono utilizado por los funcionarios en la misiva, en la que insistían en que no querían generar “un escándalo”, nada sucedió y los tentáculos de la Gürtel en Boadilla del Monte permanecieron intactos. La trama pudo seguir operando plácidamente hasta el estallido público del caso con las primeras imputaciones realizadas por el juez Garzón antes de ser apartado de la instrucción.

    Seguiré en otro comentario

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  4. Poco más de un año después de la primera carta enviada por los funcionarios de Boadilla del Monte, se produjo un segundo intento. Solo habían pasado tres días desde de la dimisión del alcalde González Panero y los funcionarios volvieron a enviar otro escrito a Aguirre en el que recordaban el envío de la primera carta y en el que le comunicaban a la ex presidenta madrileña que “puesto que desde nuestro primer escrito no observamos que se produjera ningún cambio en torno a las irregularidades de los procedimientos de adjudicación”, se vieron obligados “a poner la información que estaba a nuestro alcance en manos de la Fiscalía Anticorrupción". Esta vez la misiva llegó a la ex presidenta a través del entonces secretario general del Partido Popular en Madrid, Francisco Granados, ahora senador y diputado autonómico, según asegura Ana Garrido.

    En esta ocasión, los trabajadores municipales alertaban a la líder del PP madrileño de que quien iba a suceder al dimitido Arturo González Panero en la alcaldía, Juan Jesús Siguero, también adjudicó contratos sospechosos, en su etapa como concejal de Economía y Hacienda, a varias empresas de la trama. Sin embargo, diez días más tarde, Siguero fue proclamado alcalde. Dimitiría un año después, en febrero de 2011, cuando el juez Pedreira lo imputó por prevaricación y tráfico de influencias.

    En un informe de diez páginas, los funcionarios enviaron a Aguirre un perfil de los concejales que podrían suceder a Panero y que en su opinión no presentaban “una situación idónea para representar la alcaldía”. El caso del concejal que finalmente sería investido alcalde, el citado Siguero, era sin duda uno de los más señalados. Los funcionarios apuntan principalmente cuatro operaciones supuestamente fraudulentas en las que había intervenido Siguero como concejal de Economía y Hacienda: una parcela adjudicada a UFC, empresa propiedad de José Luis Ulibarri, imputado en Gürtel; haber otorgado suelo municipal a la empresa Narcisos 22, cuyo administrador único es Jesús Calvo Soria, también imputado; otras tres parcelas para Rústicas MBS, cuyo administrador es José Ramón Blanco Balín, igualmente imputado por el juez Garzón; y finalmente, también señalan a Siguero como el responsable de la firma del pliego de condiciones que otorgaba la gestión del servicio público de información y atención al ciudadano del municipio, adjudicada a la empresa Easy Concept Comunicación, cuyos presidente, consejero delegado y administrador son, respectivamente, Pablo Crespo, Pablo Collado y Mónica Magariños, todos ellos imputados también en la causa.

    A pesar de todo esto, no se produjo ningún movimiento significativo por parte de la dirección regional del Partido Popular, y los funcionarios se limitaron a esperar que la justicia siguiera su curso y poco a poco, todos los actores denunciados fueran cayendo imputados.

    Caradura, poca vergüenza, mentirosa, farsa y muchas cosas más, y no buenas es Esperanza Aguirre.

    Fernando Verdegay

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  5. La sexagenaria Esperanza Aguirre si la han visto conducir con la poli pisándole los talones, sabrán que también es traviesa y desvergonzada. Es la fugitiva, la versión femenina de El Vaquilla.

    Es la política que dejó la política para seguir haciendo política. Es la lideresa, una señora que muy bien podría estar políticamente acabada por desobediente civil y que, sin embargo, parece encontrarse en la cima de su carrera.

    Aguirre atropelló a un agente de Movilidad que, según el parte médico enviado por Asepeyo a la Policía Municipal, sufrió “contusiones (hematomas) en múltiples sitios y se le fija un tratamiento de frío seco, gel antiinflamatorio, protector gástrico y antiinflamatorios”. Es más, el agente-paciente asegura “se encontraba pidiendo una documentación a un coche y éste le ha intentado atropellar”. Una fuga en toda regla.

    Pero no le demos a un intento de atropello más importancia que la que tiene, por favor. Recuerde que los españoles siempre hemos sentido debilidad por los forajidos. Por los que se escabullen y eluden de manera violenta y teatral la acción de la justicia. El otro día pude escuchar a El Dioni, el del furgón blindado, entrevistado en la Cadena SER como si fuera una estrella del rock. ¿Y qué me dice usted de El Lute? Otro especialista en evasiones, convertido desde hace años en héroe por la sabiduría popular. Eleuterio Sánchez acaba de publicar “Cuando resistir es vencer”, libro con el que cierra un ciclo de memorias. Pues eso mismo. En el mundo del hampa, resistir en vencer.

    Lo que si habrá que agradecerle a Esperanza Aguirre es que ella servirá para entretener a nuestros nietos cuando le contemos: Érase una pobre abuelita sexagenaria que presidía un partido madrileño incompatible con la corrupción. A pesar de su alegría y su bondad, la abuelita tropezaba una y otra vez con malvados políticos que se aprovechaban de ella y abusaban de su confianza para robar. Bajo las faldas de esta sexagenaria de voz temblorosa, creció un consejero de Deportes llamado Alberto López Viejo, que se llevó 5,5 millones de euros en mordidas de la Gürtel. Y unos consejeros de Sanidad llamados Juan José Güemes y Manuel Lamela, imputados por cohecho y prevaricación. Y un presidente de la patronal como Gerardo Díaz Ferrán, hoy preso en Soto del Real. Y un montón de alcaldes, concejales y diputados autonómicos que hicieron de la Comunidad de Madrid un lodazal que la pobre abuelita se afanaba por limpiar.

    La abuelita se llama Esperanza Aguirre y ayer volvió a tomar el pelo a los ciudadanos con otro cuento increíble de tragar. A la pobre sexagenaria la han vuelto a engañar, una vez más. Ha descubierto, "alucinando en colores", que lo que medio Madrid ya sabía sobre Francisco Granados era verdad: que su fiel lugarteniente era un político corrupto, un chorizo, un ladrón que al parecer se forró cobrando comisiones del 3% aquí y allá.

    "Si hubiera tenido la sospecha más mínima, habría actuado con prontitud", dice ahora Esperanza Aguirre. No puede ser más cínica. Descartado que Aguirre sea estúpida, sólo queda pensar que no se quiso enterar. Francisco Granados es el mismo político al que le quemaron un coche en su garaje que estaba a nombre de un constructor de su pueblo pero conducía su mujer. En lugar de sospechar, Aguirre llegó a decir que era "un atentado político".

    Granados es también el político que se construía a su medida una enorme mansión del tamaño de un centro de salud y que no parecía tener intención de pagar. Y es también el mismo político siniestro que escogió a varios de los espías de la Gestapillo, esa agencia de mortadelos pagada por la Comunidad de Madrid y que en parte estaba formada por guardias civiles de Valdemoro, el pueblo del que Granados fue alcalde.

    Continuare en otro folio con esto que parece un cuento pero que no lo es, por obra y gracia de la autentica realidad

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  6. El fétido olor de la corrupción hace años que impregnaba todo lo que Granados tocaba. Lo sabían varios periodistas, que publicaron muchas de estas historias. Lo sabía la oposición, que le señalaban como gran conseguidor. Lo reconocían en privado otros dirigentes del PP, que contaban que desde Génova le habían llamado la atención. Lo sabía medio Madrid, menos Esperanza Aguirre. Ella no.

    Francisco Granados no sólo es el principal beneficiado de esta nueva trama de corrupción, sino también su presunto promotor. La operación Púnica, como la ha bautizado la Guardia Civil, saca su apelativo del nombre científico del granado: Punica granatum. Correa es a la Gürtel como Granados a la Púnica. Como ambas tramas corruptas, al Partido Popular de Madrid.

    Y colorin colorado esto que no es cuento se ha acabado.

    Aguirre dice ahora que "no va eludir su responsabilidad". ¿Y cuál es esa responsabilidad? "Pedir disculpas", nada más. La abuelita retirada de la política que aún preside el PP de Madrid dice sentir "una profunda vergüenza", pero no se plantea dimitir. También seguirá trabajando para una empresa de cazatalentos; es evidente su buen ojo a la hora de fichar.

    Hay que recordarlo: Esperanza Aguirre llegó a la presidencia de la Comunidad de Madrid gracias al 'tamayazo'; fue el propio Francisco Granados quien presidió la comisión de investigación parlamentaria para "aclarar" ese caso de corrupción. Fue la candidata que pagó gran parte de su campaña electoral a la Gürtel, por medio de "donativos" de empresarios como Díaz Ferrán y Arturo Fernández a Fundescam.

    Detrás de cada político corrupto hay dos tertulianos, decía una famosa pancarta del 15M. Pronto veremos a algunos periodistas justificar el buen hacer de Esperanza, su mano dura contra la corrupción, su valentía al dar la cara y hablar a los ciudadanos para pedir perdón. Dentro de unos días, lo mismo Aguirre nos cuente que fue ella quien descubrió la trama Púnica, como antes hizo con la Gürtel. El cuento de la abuelita crecerá, ya lo verán. Y habrá quien se lo quiera tragar.

    Y lo increíble del caso, es que esta ¿señora? todavía mantiene la capacidad de encandilar a buen número de madrileños, que, fieles y entregados espectadores de sus teatrales representaciones, se siguen tragando al personaje que esta actriz interpreta cada vez que le ponen un micrófono delante del hocico. No me gusta usar insultos generalizados, pero ¿cómo es posible que siga habiendo tanta gente ingenua (mentecata, candorosa, gilipollas) después de todo lo que se ha dicho y publicado?

    Desde el "tamayazo", a mi esta "estadista lideresa" no me engaña.
    Lo que parece estar cada vez más claro es que los "patriotas" (y además católicos) son los que siempre se presentan como los más legitimados para salvar el país. Como los "pujoles". Tan nacionalistas unos como otros.

    Pues sí, un misterio lo de la marquesa, todos enfangados menos ella.
    El mismo "misterio" que tu siempre planteabas respecto al asunto Bárcenas: Si él no era, evidentemente, quien adjudicaba las obras, los servicios...alguien (algunos) más debía intervenir para que los constructores, empresarios...fueran con sus dádivas a él. Sin embargo, y de momento, solo él está en la cárcel.

    Ha muchas abuelitas buenas. Pero esta abuelita: Esperanza Aguirre, Tiene tanta maldad por dentro, que tarde o temprano se la comerá. Que abuelita tan mentirosa, arrogante, buena conductora de coches, mala obediente a la policía. y resulta que con pedir perdón se quiere despachar. No Sra. Aguirre váyase. España no necesita gente así. Hay mucha gente que " PODEMOS" hacerlo mejor. Escóndase y cállese.

    Todo el mundo sabe que Aguirre está tan pringada como el que más o la que más pero no tenemos pruebas. Con la fiscalía del estado no podemos contar para buscarlas así que tendrán que ser los medios, excepto La Razón, ABC y 13 TV.

    Casimiro Escudero

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