"...Más allá de esta pueril y poco creíble cacería de brujas, el problema de los clubes sigue siendo el mismo: la absoluta y total indefensión ante los reyezuelos de FIFA y UEFA. Incluso tocado, el futbolista quiere jugar siempre y su club no puede hacer nada por evitarlo...
Gareth Bale, el único futbolista lesionado sobre la faz de la Tierra
Juan Manuel Rodríguez
Anoche le pregunté a Rafa Benítez en El Primer Palo qué se le pasó por la cabeza cuando, después de estar protegiendo a Benzema, después de estar mimándole y sustituyéndole ante la animadversión periodística generalizada, comprobó cómo el seleccionador nacional de Francia, Didier Deschamps, dijo en rueda de prensa que con él iba a jugar todo el partido... contra la "temible" Albania. Y no sólo eso: para la inmensa mayoría de los medios de comunicación españoles Benítez era sin duda el torpe y Deschamps, que tiene trato con los futbolistas una vez cada tres meses, el genio de la lámpara que sabía ver más allá. Benítez, que aún sigue conservando ciertos hábitos caballerosos de la Premier, se mordió la lengua pero sí se sinceró al comentarnos algo novedoso al respecto: después de la lesión, el entrenador del Real Madrid llamó al jugador para explicarle el motivo de tanto cambio, y entonces Benzema entendió los motivos. Entonces sí, pero no antes; antes Benzema quería jugar los noventa minutos ante Albania en un partido cuyo marcador era de 4-0.
¿Garantiza eso que Benzema vaya a entender a Benítez en el futuro en una situación similar?... No. Es más, yo aseguraría que volverá a no entender que su entrenador le sustituya. ¿Por qué?... Muy simple: porque el futbolista quiere jugar siempre y en cualquier circunstancia. Además, la implicación de Benzema con la selección estaba siendo muy cuestionada en Francia y el chico tenía la necesidad de reivindicarse ante su afición.
También nos dijo Benítez que, ante el Levante, tuvo que parar a Gareth Bale porque el futbolista, que andaba "fatigado", quería jugar la segunda mitad. Salí de la radio, sintonicé otra emisora y escuché a un periodista, que me consta que había escuchado la entrevista (no en vano dio paso al corte de Benítez en el que hace referencia a Simeone), afirmando que "Bale soporta mal el dolor"... ¿Quería jugar la segunda parte con una lesión en el músculo sóleo, su entrenador tuvo que pararle y, aún así, Bale soporta mal el dolor? ¿Todo el dolor? ¿Un poco de dolor? ¿Excluímos el dolor en el gemelo? ¿Quién dice que no aguante el dolor? ¿Dónde lo ha dicho? ¿Cuándo?... Y, por último, ¿no debería ser el propio Gareth Bale quien dijera si aguanta bien o mal el dolor?...
A Bale le crucifican hoy exactamente por lo mismo que amnistiaron a Benzema y ovacionaron a Deschamps, por lo mismo. El asunto es que, ya fuera ante Andorra o ante la mismísima selección alemana, Bale no podía dejar de jugar ese partido histórico para Gales, que por primera vez en su historia se clasificaba para la fase final de una Eurocopa. La actitud de Rafa Benítez fue la misma con todos los jugadores que estaban tocados, la misma; y de los partidos con sus selecciones también regresó lesionado Modric; todos los seleccionadores, médicos, fisios y, por supuesto, jugadores se pasaron por el arco del triunfo las recomendaciones de su club, pero ahora parece que sólo se ha lesionado Bale y que únicamente él va por libre. Tomás Roncero dice que Bale costó 90 millones... ¿Y?... El futbolista quería jugar con Gales como Benzema quería jugar con Francia y Modric con Croacia, ¿qué tiene que ver el dinero que costara? ¿Iba a decirle Bale a su seleccionador que se borraba de un partido histórico porque costó 90 millones?...
Más allá de esta pueril y poco creíble cacería de brujas, el problema de los clubes sigue siendo el mismo: la absoluta y total indefensión ante los reyezuelos de FIFA y UEFA. Incluso tocado, el futbolista quiere jugar siempre y su club no puede hacer nada por evitarlo. Esta, y no otra, es ahora mismo la revolución pendiente de todos los clubes de fútbol, y no sólo del Real Madrid.
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