En América, salta en pedazos el ALBA, la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América, uno de los grandes juguetes multinacionales creados en Iberoamérica por Chávez para la cohesión, manipulación y control del socialismo del Siglo XXI.
Se rompe la alianza chavista Malos tiempos para el chavismo, al menos fuera de España
Hermann Tertsch
ABC, 25.08.2018
Malos tiempos para el chavismo, al menos fuera de España. En América, salta en pedazos el ALBA, la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América, uno de los grandes juguetes multinacionales creados en Iberoamérica por Chávez para la cohesión, manipulación y control del socialismo del Siglo XXI. Ecuador, uno de los países más afectados por la llegada masiva de venezolanos ha anunciado su decisión unilateral de abandonar dicha alianza. Quito manifiesta así su condena hacia la política de Maduro que considera causante de la situación. «Condenamos la situación inhumana con la que el gobierno de Venezuela ha sometido a sus ciudadanos», ha declarado la presidencia ecuatoriana.
En los buenos tiempos, en los que Caracas financiaba generosamente y La Habana controlaba ideológicamente esta alianza, quiso ser federación compacta política, ideológica, policial y militar que garantizara la obediencia y disciplina de todos los países miembros. Pero la brutal realidad del hundimiento total de Venezuela y las grandes oleadas de emigrantes que la catástrofe humanitaria del socialismo ha desencadenado, rompen las lealtades.
Todos los vecinos de Venezuela ven como Maduro y su régimen criminal son ya una bomba de relojería para la estabilidad de toda la región. Con cerca de cinco millones de venezolanos en el éxodo desesperado en la actualidad, el cierre de fronteras es virtualmente imposible.
Es un espectáculo dantesco. Los países fronterizos con Venezuela son literalmente invadidos por muchedumbres en miseria y desesperación generada por el régimen socialista en el país más rico de Hispanoamérica. Solo la implacable tiranía de la ideología sobre la razón explica cómo el país con las mayores reservas de petróleo del mundo puede haber caído a niveles de miseria peores que los haitianos. Y ha convertido el hambre y la muerte por enfermedades antes desaparecidas en uno de los más terribles dramas del principio de milenio. Los cómplices y otrora vasallos del chavismo en América se alejan así de la obcecación criminal del régimen narcocomunista de Caracas. Sus aliados en España sin embargo, no. Ahí están, triunfantes, dictando al gobierno Sanchez la política económica y su asalto a las instituciones con un proyecto como el que causa aquellos océanos de miseria, dolor y muerte. Allá nosotros.
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