Polémica Lupe Sino-Manolete
CARTAS AL DIRECTOR
La escribe BENJAMÍN BENTURA REMACHA
Hace unos meses quede en entredicho por una corta polémica en la que yo trataba de distinguir entre dos posturas, una la de negarse a matar un toro y otra no poder acabar con él y que te lo echen al corral. El protagonista era Curro Romero y el autor Ruiz- Quintano, el columnista de la contraportada de ABC, que decía que Curro se había negado a matar su toro en 1987, el 17 de julio, en tarde en la que alternó con “Antoñete” y Rafael de Paula. Yo decía que había sido muchos años antes, en San Isidro y con Rafael Ortega y Sánchez Bejarano en el cartel. No me permitieron el remate y Ruiz- Quintano quedó como mucho más sabio que el menda. Y seguro que así es. Pero el director de ABC no es rencoroso y me ha aceptado otro debate a campo abierto porque el pasado día 20 de este mes de noviembre leí en sus páginas un artículo de Santiago Arauz de Robles – ganadería brava por tierras de Andújar – y a la primera lectura me quedé a cuadros. “La vida de Manolete estuvo marcada por dos mujeres, su madre doña Angustias y Lupe Sino, vedette mexicana”.
“Dos mujeres, pues: pero no fue el iniciador de mee too”. No sé qué quiere decir con esto el señor Arauz. En mi diccionario de inglés dice que “mee too” significa “yo también”. Tampoco me explico de donde se ha sacado que Lupe Sino (Antonia Bronchano o Bronchalo) (*) era mexicana y vedette.
Estaba muy vinculada con el pueblo de Fuentelencina, en La Alcarria de la Guadalajara española y es famoso el reportaje fotográfico de la pareja disfrutando del lugar, “Manolete” sin camisa y Lupe en traje de baño, con trenzas y a lomos de un jumento. Fuentelencina es un pueblo muy taurino en una comarca cercana al pantano de Buendía, con otros dos pueblos como Alhondiga y Peñalver que le disputan a Fuentelencina el taurinismo, su popular suelta de toros en el campo y su recuerdo a “Manolete” y Fandiño, el vasco-gallego más torero por La Alcarria que por su Vizcaya de nacimiento. De estas tierras recuerdo a José Luis Sedano, al que conocí en la entrada al metro de la estación de Sevilla, en la playa madrileña de “La Tropical”, cuando vino a hacer su incursión en la novillería y con unas alforjas en las que llevaba quesos y miel para vender a domicilio. Al final tomó una alternativa por la Costa del Sol e invitó a sus amigos a unas buenas vacaciones, entre ellos al banderillero aragonés, José Luis Gran “Romito”.
Más cosas del artículo del señor Araúz de Robles. Dice ,que “en la alternativa de “Manolete” fue padrino Lalanda, que luego sería gobernador (¿o Mazzantini?) “. Sí, don Santiago, lo fue Mazzantini. Pero el padrino de la alternativa de “Manolete” en Sevilla fue Manuel Jiménez “Chicuelo” y el testigo, “Gitanillo de Triana”. El testigo Belmonte hijo y el padrino Marcial, meses después de 1939, lo fueron en la confirmación madrileña, corrida en la que también participó Belmonte padre a caballo.
Cita a José Tomás como émulo del de Córdoba y novio de la muerte por filosofía y “Manolete” lo fue por fidelidad. Bueno ¿y qué? Lo de Tomás, una vez al año, no parece que sea un noviazgo filosófico. Más bien es un suspiro. Cita la anécdota no confirmada de que Manuel Rodríguez se negó a torear en la México si no quitaban la bandera de la República española y colocaban la tricolor. Yo estuve en México hace más de 50 años y nadie me aseguró que así ocurriera. Al revés, me dijeron que tuvo el apoyo de la mayoría de los exiliados y algún contacto a alto nivel. De “Manolete” y de su conducta se han contado verdaderas barbaridades. La de la plaza de Badajoz, por ejemplo, que no me atrevo a relatar. Imposible. Últimamente he leído que fueron los fascistas los que acabaron con su vida en Linares con un plasma envenenado para que su fortuna no fuera a parar a manos de su “pareja de hecho”. Cosas veredes, mío Cid, que harán falar a las pedras.
Y apunta Arauz de Robles que nadie escribió algo semejante al “Llanto por la muerte de Ignacio Sánchez Mejías”. Naturalmente: se considera tal obra como la mejor elegía de la poesía del siglo XX y García Lorca en 1947 ya no estaba en este mundo. Pero entre los centenares de poetas que han dedicado y dedican sus versos a Manuel Rodríguez se puede citar a Gerardo Diego, Afredo Marqueríe, José María Pemán, Entrambasaguas, Agustín de Foxá y una preciosa publicación de Mario Cabré. Quizá sea “Manolete” el personaje a quién más poetas han cantado.
Luego hay otra afirmación. Tras su muerte en Linares vinieron las “corridas-show”: Luis Miguel-Ava Gadner, Hemingway-Ordóñez y Dominique Lapierre-El Cordobés. ¿Qué quiere decir con esto el señor Arauz de Robles? Como lo de que “Manolete” estaba en manos de un empresario incipiente, “Camará”, su apoderado. Demasiadas afirmaciones soltadas así, cómo quién no dice nada. Y, sin embargo, la corrida sigue siendo algo muy serio, no sólo un espectáculo.
(*) Parece que Antonia Bronchano nació en Sayatón, Guadalajara , que se casó con un comisario en zona roja en 1937, matrimonio no valido tras el final de la guerra civil, que su ilusión era trabajar en el cine, participó en cuatro películas, la última de ellas en 1950 en México, en donde se contrajo matrimonio con un mexicano que también se llamaba Manuel Rodríguez aunque era conocido como “Chipiro Rodríguez”. Ello ha podido significar que Arauz de Robles, en su condición de abogado, considerara que tuviera la nacionalidad mexicana puesto que por entonces en España la mujer al casarse adquiría la nacionalidad del marido. No creo qué tal norma estuviera vigente al otro lado del Atlántico. Sí que la guapa y encantadora Antoñita se divorció y regresó a España, a vivir en Madrid, en la privilegiada zona de la calle del Pintor Rosales, en donde murió el 13 de septiembre de 1959 de un derrame cerebral. B.B.R.
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