Visitamos las fincas de Peñajara y hablamos con el ganadero:
- "Hemos realizado un estudio que demuestra que hay un 38% de Casta Jijona en Peñajara".
- "Lidiar mis tres corridas en capitales del Valle del Terror y que te premien con vueltas al ruedo... es muy importante".
- "En Madrid la ganadería no está recibiendo el trato debido por parte de la empresa".
Antonio Rubio: "Lo que necesita la Fiesta es emoción, y eso lo da la casta y la bravura"
Texto: David Zamora
Fotos: Andrew Moore
Nos hacía especial ilusión que "Peñajara de Casta Jijona" fuese la protagonista de uno de nuestros reportajes del campo bravo español. ¿Por qué? Para empezar, por méritos propios. Los resultados de la pasada temporada fueron magníficos. Además, su nuevo propietario es un ganadero joven, pero no por ello inexperto en la difícil tarea de criar toros bravos. Hace años es el encargado de llevar la ganadería de D. Alejandro Vázquez, de procedencia Núñez, que era propiedad de su tío. Otro de los motivos que la hace atractiva es su alto porcentaje de la mítica sangre de la Casta Jijona.
Nuestra visita se dividió en dos partes. En la primera fuimos a una de las fincas de Extremadura, donde se crían los machos de la ganadería. En la otra, nos desplazamos cerca de Talavera de la Reina para ver las vacas de vientre y los sementales, así como un tentadero con El Capea, Rafael Cerro y el novillero Juan Fernando Molina. En el reportaje fotográfico de Andrew Moore se puede observar la preciosa variedad de pelajes de los toros y vacas de Peñajara.
También hablamos con D. Antonio, quien al finalizar la entrevista nos dijo "escribid con libertad, que es lo más bonito que hay". Ahí queda eso... Muy gratificante oírlo de un profesional de este sector. Dice mucho del ganadero.
- ¿Por qué compraste Peñajara?
Fue todo un cúmulo de circunstancias. Fui a un tentadero a casa de don José Rufino y conectamos muy bien. Me dijo que se iba a deshacer de la ganadería, que estaba dispuesto a venderla por la edad que tenía y porque familiarmente no quería que hubiera una continuidad. Me dijo que iba mandarla al matadero porque no veía posibilidad de venderla y que su nuevo propietario continuara con el encaste. Le dije que era una pena y que yo sí estaba dispuesto a seguir con Peñajara.
¿De qué encaste podemos decir que se trata?
Peñajara no huye de sus principios, que viene de los Ibanes, de Contreras. Cuando don Manuel Rueda compró de la ganadería de Baltasar Ibán, está contrastado que había unas vacas de Martínez, y de ahí es donde viene que don José Rufino empezara el estudio sobre la posibilidad de que hubiera Casta Jijona. Ahora llegamos a la friolera de que hay un 38% de Casta Jijona en Peñajara, y así lo hacemos saber. Empezaremos a prepararlo para que nos inscriban en el Ministerio del Interior. El estudio que hemos hecho demuestra que la Casta Jijona se encuentra patente en la cabaña brava española.
- ¿Un 38 %?
Sí, hay familias que tienen mucho de Contreras, pero tampoco tanto. Si tenemos siete u ocho familias, tenemos dos de Contreras y el resto de Casta Jijona y de toros que don Manuel metió en su tiempo. Tenemos lo que es el Domecq, porque don Manuel también compró sementales de Domecq con el cruce de Contreras, y después lo que se mantenía de las vacas de Martínez. Mis toros y los de Baltasar Ibán son completamente diferentes. Yo no renuncio a los Ibanes de Contreras, es un orgullo para mí, pero también es un orgullo que tengamos un toro definido y un encaste único.
- Muy interesante lo del estudio.
Este estudio lo hemos hecho porque estábamos hartos de las opiniones de cafetería. Gente que me decía que sus padres y abuelos habían visto que eso había desaparecido, y yo decía que en el siglo XXI se pueden contrastar las cosas. Tan sencillo como encargar un estudio genético. Creo que todos los ganaderos que pertenecemos a la Unión de Criadores de Toros de Lidia y que defendemos una raza y una genética, deberíamos estar obligados a hacer un estudio genético de nuestras ganaderías. En el mundo taurino deberíamos reciclarnos en muchas cosas y en esto también.
- Uno no se mete a ganadero por dinero sino más bien por afición.
Por supuesto. Date cuenta que la ganadería de Alejandro Vázquez, de mi tío que en paz descanse, la sigo manteniendo y proviene de lo de Núñez, de Rincón puro. Con ello no me hacía falta hacer un estudio genético, que algún día se lo voy a hacer (risas). Es una ganadería que siempre me ha tenido muy ilusionado, con muchos triunfos en Madrid, pero que por modas o diferentes gustos se va quedando atrás. Gracias a Dios que Alcurrucén está triunfando mucho y se ve como el toro de Núñez sí funciona.
- ¿Cuál es tu balance del año pasado?
Inmejorable. En todas las corridas que lidié le dieron la vuelta al ruedo a alguno de mis toros, y en una de ellas dieron dos vueltas al ruedo. De Cenicientos me fui encantado con una corrida que se televisó y en la que hubo un toro que encantó a la afición y a mí. Un sector del público se enfrentó al torero, que era Ángel Sánchez, porque no querían que lo matara, como se ve en las imágenes. Lidiar mis tres corridas en capitales del Valle del Terror y que te premien con vueltas al ruedo... es muy importante. Sobre todo para ir quitando los fantasmas que había con la ganadería después de la corrida que hubo en Madrid, en la que se cayeron dos o tres toros. Así que está bien que la gente vea que Peñajara está ahí. Es una ganadería que habla mucho por sí sola. Si hablamos de premios que tiene en Madrid, es la única que tiene premio en presentación y bravura sin haber cortado oreja ningún torero. Hablamos del premio concedido en 2008. Es decir, que somos únicos en muchas cosas (risas).
- ¿Se ha interesado algún empresario para plaza de primera?
¡Sí hombre, por supuesto! El año pasado lidié la corrida concurso de Zaragoza. Carlos Zúñiga se puso en contacto con nosotros para volver, pero debido a un requisito de la Diputación aragonesa de que no querían repetir a ningún ganadero de la corrida del año anterior, no hemos ido. Carlos tenía mucho interés de que fuéramos a Zaragoza. Hay interés de plazas de primera, menos de Madrid (risas). Pero esos son otros temas.
- ¿A qué te refieres?
En Madrid a Peñajara se le espera mucho. Y creo, humildemente, que la ganadería no está recibiendo el trato debido por parte de la empresa. Pero bueno, yo considero que el día que volvamos a Madrid debe ser con una corrida que guste y apetezca a la afición. Tenemos muchísimos premios en Madrid y a los toreros les ha servido muchísimo.
- Algunos se empeñan en clasificar tontamente entre "torista" y "torerista". ¿Peñajara es una ganadería que podrían torear todos los toreros?
Sí, claro. El año pasado Manuel Escribano, Octavio Chacón, Rafael Cerro, Damián Castaño... Es un toro, que como ya he dicho con respecto al premio que se llevó en Madrid en 2008, con el que no se comen pipas. Transmite mucho, para bien y para mal. Sobre las corridas toristas, es muy delicado denominar así a un tipo de corrida porque la gente pase miedo o porque los toros no embisten. Un toro que embiste por abajo y tiene fuerza y transmisión, ¿es torista o torerista? Creo que lo que tiene que haber en la fiesta es emoción. Yo tampoco estoy de acuerdo en que los toreros se enfrenten a animales imposibles. Los toros tienen que tener unas cualidades para embestir, tanto en hechuras como genéticamente de lo que le hayan transmitido sus familias, y el que no tenga hechuras para embestir ni transmisión pues no es toreable, no es torista. A mí es que me gusta el toro y me gusta ver torear a Morante, no entiendo otra cosa. ¿Es que si eres torista no te puede gustar Morante? Yo no lo entiendo. Esos son extremos, y como todo en la vida los extremos no son buenos.
- Busca bravura y casta, ¿verdad?
Lo que necesita la Fiesta es emoción y la emoción la da la casta y la bravura.
- Los tentadores de D. José Rufino eran muy particulares.
Sí, y los sigos manteniendo. El tener a don José contigo es un tesoro. Es una fuente de sabiduría. Yo aporto mi granito de arena y él aporta sus varios granitos de arena. Yo quiero que él tenga una vinculación con Peñajara a la hora de tentar y demás. Y he hecho las mejoras que he considerado veterinaria y sanitariamente. A la hora de tentar escucho mucho y hay cosas que hago a mi manera, por supuesto. Pero me gusta escuchar muchos puntos de vista. Eso creo que es una de las cosas que en general necesita la Fiesta. Mirar la perspectiva generalizada para que no acabe en una monotonía, que es lo que está ocurriendo en algunas corridas de toros. En otras no ocurre.
- Eres un empresario joven. ¿Qué harías para mejorar el mundo del toro?
Creo que la mejora sería que los toreros se prestasen a torear toros toreables. Que son todos. El que más habla en un espectáculo es el público. Un problema que tiene el toreo es la incomodidad de una plaza de toros para ver el espectáculo. Vas al cine y tienes una butaca, tienes una Coca-Cola a 50 metros, si vas al servicio te dejan entrar a la sala... Hay tantas cosas que arreglar en el toreo... Pero la grandeza del toreo está en el espectáculo, y si hay espectáculo y emoción el toreo no morirá.
-¿Cómo crías a tus toros?
Yo soy muy maniático con la alimentación de los animales, al igual que con el tema de los saneamientos o la desparasitaciones. Hacemos un cuidado muy constante. Tengo tres fincas dedicadas al toro y estamos muy pendientes de la ganadería. Las corridas de saca las muevo pero no tengo fecha exacta. Hay semanas que los muevo tres o cuatro veces, otras una y otras ninguna. El toro tiene sus días, como las personas. A veces me critican porque no hago excursiones a Peñajara porque considero que este tipo de encaste tiene que estar tranquilo, en su hábitat. Creo que el manejo y el cuidado del toro se basan también en la tranquilidad.
Texto y entrevista: David Zamora - Fotos: Andrew Moore
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