Ya veis que no hay mención alguna a eso, al piscinazo, en los portadas cataculés. “Gundogan decidió al transformar un penalti que él mismo provocó”, reza la de Sport. Hombre, depende de a qué llamemos provocar. El árbitro, por ejemplo, además de favorecer al Barça en la jugada mentada, debió de provocar a Xavi de algún modo, porque si no el intachable técnico culé no se pondría como se
puso con él.
Gundogan y Tebas se lanzan a la piscina
Viernes- 5 enero, 2024
Buenos días, estimados galernautas. ¿Estáis nerviosos ante la inminente llegada de Sus Santas Majestades los Reyes Magos de Oriente? ¿Habéis sido buenos? ¿Habéis dado lustre a vuestros zapatos antes de colocarlos en el punto predilecto de la casa? ¿Pensáis que obtendréis los regalos que habéis (o no) merecido?
El que, en claro adelanto de la Epifanía, tuvo más regalo del que mereció sobre el césped fue el Barça. El Barça recibe a los Reyes Magos con inusual prodigalidad. Uno de ellos, Gaspar(t), le cogió tanto gusto a ir por allí que se quedó de presidente y hasta de vice de la RFEF, desde donde prometió fastidiar al Real Madrid cuanto pudiera, y vaya si cumplió su palabra.
Y diréis: ¿no existe un conflicto de intereses en el hecho de ser a la vez presidente de un club, vicepresidente de la RFEF y rey mago? Claro que sí. ¿Y? Esos conflictos los maneja al Barça divinamente. Por ejemplo, con su capitán organizando competiciones con el (en este caso) presidente de la RFEF, o con un miembro del consejo de administración de su filial Barça Studios colocado como proveedor de las imágenes del videoarbitraje. También es capaz de tener en nómina durante (mínimo) 17 años al vice (cómo les gusta el vice) de los propios árbitros y luego decir que “no está probada la corrupción”, como hilarantemente decía un columnista de Sport hace pocos días.
Por cierto, Sport refleja hoy la victoria culé ante Las Palmas, victoria arrancada pese a -una vez más- un pésimo juego y merced a un penalti más que discutible en los últimos estertores del partido. De esto, es decir, de lo discutibilísimo del penalti, no dice nada la portada de Sport, y tampoco la de su competidor Mundo Deportivo. Debe de ser porque la costumbre convierte las cosas en poco noticiables. Todas, absolutamente todas las jugadas dudosas caen del lado blaugrana, y lo hacen con la misma falta de naturalidad con la que Gundogan hizo el salto de la rana al notar el mínimo contacto del defensa de los canarios sobre sus navegadas espaldas.
Ya veis que no hay mención alguna a eso, al piscinazo, en los portadas cataculés. “Gundogan decidió al transformar un penalti que él mismo provocó”, reza la de Sport. Hombre, depende de a qué llamemos provocar. El árbitro, por ejemplo, además de favorecer al Barça en la jugada mentada, debió de provocar a Xavi de algún modo, porque si no el intachable técnico culé no se pondría como se puso con él. Las cámaras captaron -aunque hoy eso casi no lo veréis por ninguna parte- cómo el de Terrassa se cagaba en la puta madre (sic) del trencilla negreiro de turno. Son palabras de Xavi (lo de la madre, no lo de negreiro, eso es nuestro) en las que no vamos a entrar, exactamente igual que cualquier instancia de justicia deportiva. No conocemos a la mencionada señora ni falta que nos hace, y se nos antoja que cualquier denuesto que pueda aplicarse a ella o contra su hijo será, de ser justo, aplicable por razones opuestas a las que Xavi cree atesorar.
Gundogan no fue el único que ayer se tiró a la piscina. El presidente de la LFP, Javier Tebas, en su habitual descarga de improperios tuiteros contra el periodista Jorge Calabrés, se permitió dudar de la honorabilidad del Real Madrid y de su presidente con una alusión malévola a las obras del Bernabéu, aunque sin reunir siquiera la hombría de escribir el nombre del estadio tal cual, sustituyéndolo con unos cobardes puntos suspensivos. Otro piscinazo aunque, a diferencia de lo sucedido con Gundogan, aquí ni siquiera había agua en la piscina.
En cuanto a Marca y As, hoy traen una entrevista exclusiva con Dani Olmo y la enésima cábala relativa a Mbappé, respectivamente. Olmo se conjura para fastidiar al Madrid y no descartamos que Mbappé también.
Nosotros, en cambio, sólo con conjuramos hoy para bruñir nuestros zapatos, dejarlos junto a la inexistente chimenea y esperar con un lexatín la llegada de sus Santísimas Majestades. No descartamos que nos dejen una liga luchada contra el sistema y/o una Champions League peleada en las fauces de Ceferin, que quizá (quién sabe) vaya a entregar en 2024 el último trofeo con ese nombre.
Hacemos votos por ello y os deseamos una muy feliz noche de Reyes.
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