Si como dijimos, el pasado año, Adrián, ya pagó carísimo su éxito madrileño puesto que no le dieron ni un pitón en todo el verano, en esta ocasión ya empezamos bien. El triunfador indiscutible de Las Ventas del pasado año, en esta ocasión se queda fuera y, según la empresa, no ha habido acuerdo económico. Al respecto, la única lectura que le doy al asunto no es otra que, posiblemente, la empresa le hubiera ofrecido torear gratis; lo digo porque, si de exigencias económicas hablamos, dudo mucho que Fernando Adrián ponga pegas a lo que le hayan querido ofrecer. Si en verdad ha sido así, eso certifica que el pasado año actuó por los gastos.
He visto por ahí que han publicado casos similares de toreros que un año acapararon todos los premios y, al siguiente no hubo acuerdo y el protagonista no actuó en la feria de Madrid. Pero nada que ver de aquellos con este hombre que citamos Lo digo porque, en alguna que otra feria una figura del toreo se ha negado en actuar en Madrid porque no le daban el caché que merecía. No es el caso, como tampoco es lo mismo que tú pidas una cantidad que creer mereces y no te la den y que te ofrezcan algo que en verdad es pura miseria. Como fuere, Adrián se ha buscado la ruina por completo.
Sigo creyendo que las exigencias de Adrián no habrán sido mucho mayores que las del noventa por ciento de los toreros no figuras que actúan en Madrid. Es más, por dinero no creo que Fernando Adrián se haya quedado fuera de los carteles de Madrid, es imposible. De igual modo digo que, si ha querido tensar mucho la cuerda, la misma se ha roto por la parte más débil, en este caso por la del diestro madrileño. No tengo datos ni cifras, pero barrunto que algo se ha orquestado para que Adrián no actuara en Madrid. ¿Por dinero? Eso no se lo cree nadie. Ahí hay gato encerrado. Entiendo que, la empresa, ellos sabrán sus razones, han querido hacerle al diestro lo que se llama un arresto domiciliario como sucediera el pasado año que, tras aquel clamor en la feria, no contaron con él para la de Otoño.
Mala cosa, mal presagio para empezar ante un diestro que, por sus triunfos debería de haber sido atendido antes que a nadie; o si se me apura, al mismo tiempo que a los que gozan de todos los privilegios. Como quiera que, mientras unos lloran otros ríen, la ausencia de Adrián ha servido para que Borja Jiménez actúe en tres ocasiones en la feria y qué a su vez, se le haya dado entrada a Uceda Leal. Como fuere, la carita de tristeza de Fernando Adrián debe ser todo un poema. Si ya el año pasado tuvo que lidiar las miserias de su ausencia, mal empieza esta singladura en la que todos creíamos que, arrancaría, por méritos propios, con aires de grandeza en Madrid, la plaza a la que conquistó y la que le esperaba con toda la ilusión del mundo. Y siguen diciendo que el toro y el triunfo ponen a todo el mundo en su lugar. Con Adrián tenemos el claro ejemplo de todo lo contrario, es decir, la falsedad según le conviene a cada cual en el mundo del toro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario