El periodista y cronista taurino de ABC analiza en este vídeo el comunicado que este lunes ha emitido el apoderado de Roca Rey, Roberto Domínguez, en el que trata de desmentir su veto a Daniel Luque.
Roberto Domínguez y su comunicado de soslayo sobre el veto de Roca Rey
JESÚS BAYORT
«Ésta es la única vez que el entorno de Andrés Roca Rey va a hablar sobre este tema». Así pone la rúbrica Roberto Domínguez, apoderado del torero peruano, a su comunicado sobre el (¿no?) veto a Daniel Luque. Como en aquellas comparecencias en las que el sanchismo impedía a la prensa realizar algún tipo de pregunta, el apoderado de la gran figura del momento quiere zanjar, sin llegar a zanjar, una polémica que hace tiempo que les estalló en sus propias manos, sin comparecer ante los medios ni permitir una (re)pregunta.
Más que desmentir el veto de su representado al torero de Gerena, lo que hace Roberto Domínguez es desdecir al propio Roca Rey, cuando éste le aseguró a Rosario Pérez el pasado mes de mayo que no quiere estar «con alguien irrespetuoso en un patio de cuadrillas». «Busca provocarme para crear una rivalidad que no existe». Sobre esto último insiste en su comunicado el matador vallisoletano: «No me sorprende que, en los tiempos actuales, algunos medios de comunicación y personas busquen sacar beneficio de esta posible polémica».
Su percepción del tratamiento de la prensa en este asunto es tan legítima como contraria al libre ejercicio del Periodismo, un pensamiento, el suyo, con sólidos fundamentos por tratarse de un sector cuyo grueso de la prensa especializada articula su modo de supervivencia a través de la endogámica inyección económica, en forma de campañas de publicidad. Por todo ello, querrán matar al mensajero, convencidos de que todo parte de una campaña de odio visceral hacia su representado, olvidando que esa prensa, ahora incómoda y antes amiga, es posiblemente la que más y mejor ha reconocido sus méritos sobre el ruedo, y también la que más furibundamente ha criticado los errores pasados del ahora torero vetado.
Lamenta Roberto Domínguez el «victimismo», entendemos que de Daniel Luque, tan «contrario a los auténticos valores que siempre han distinguido a los grandes toreros». Chapeau. Pero también habría que recordar que, esos mismos grandes toreros, siempre se han distinguido por resolver sus diferencias tanto en la calle como en el ruedo, y muy pocas veces en los despachos. Aún menos con comunicados de soslayo. Cuando Roberto Domínguez pide a los periodistas que pregunten a los empresarios de Illescas y Olivenza sobre la posibilidad de que Daniel Luque sea una prioridad para ellos en ambos carteles, esquiva mencionar a Ramón Valencia, empresario de la Maestranza. Aprovechamos la oportunidad para preguntarle directamente a Domínguez: ¿Maestro, y por qué no está Daniel Luque el Domingo de Resurrección?
Tal y como contamos este lunes en La Taurina de ABC, el apoderado de Roca Rey planteó a su homólogo que ambos se vieran las caras en Arlés (Francia), en el mes de septiembre y sin cámaras de televisión. «Una propuesta a la que el propio torero Daniel Luque ha querido poner condiciones», dice el maestro, seguido de puntos suspensivos. Torpe sería Luque si no le pusiera condiciones. Desconocemos, porque tampoco ha hablado ante los medios, cuáles serán las condiciones del torero de Gerena, pero sí sabemos que la afición lo tiene claro:
dos manos a mano; uno en Sevilla, otro en Madrid. Y ahí deberán resolver esa «enemistad personal» de la que habla Roberto Domínguez.
Mientras tanto, este periódico ya ha anunciado cuáles son las maniobras de distracción previstas, como intento desesperado de reconducir una crisis que, comunicativamente, hace tiempo que perdieron: el muy posible 'gesto' de lidiar la corrida de Victorino en la Maestranza y la intención de rivalizar en la siempre ruidosa Pamplona o en el muy lejano anfiteatro de Arlés.
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