
Nos espera ese encuentro amistoso en cuanto se pueda
'..Pamplona y el torero murciano viven en un idilio permanente desde hace muchos años. Encuentros continuados durante los meses de julio. No hay moza como Pamplona, a la que corteja año a año el diestro Rafaelillo. Un idilio que permanece a pesar de los reveses y las contrariedades..'
Rafaelillo y Pamplona
Antolín Castro
Opinión y Toros/21 Julio 2025
Un matrimonio son esta pareja, con sus cosas buenas y malas, pero un matrimonio de esos de ‘unidos para siempre’.
Pamplona y el torero murciano viven en un idilio permanente desde hace muchos años. Encuentros continuados durante los meses de julio. No hay moza como Pamplona, a la que corteja año a año el diestro Rafaelillo. Un idilio que permanece a pesar de los reveses y las contrariedades.
Se aman siempre a pesar de todo. Ella, Pamplona, le entrega el contrato en cada feria, y él, Rafaelillo, se entrega entero para complacer a esa novia de cada verano. Fidelidad se llama eso, la una para con él y el uno para con ella.
Pero ese encuentro anual se celebra bajo las premisas de la autenticidad, nunca es un regalo envuelto en papel de seda. El lazo no es de seda ni siquiera de colores, es una cuerda de cáñamo, áspera y tirante. No resulta fácil abrir cada año el regalo, al hacerlo la cuerda parece lija y el valiente ha de hacerse a la idea de que será fácil que se le hagan heridas.
Nada ni nadie impide que Rafael lo tome como si se tratara de dulce, aunque sabe la comezón que producirá el encuentro. El valor y el compromiso está para eso, para salvar los obstáculos que se le presentan. En el presente año, de nuevo esa comezón traspasó la piel para llegar hasta dentro de ese pequeño pero generoso cuerpo murciano.
Sabe que ese daño es mucho menos doloroso que quedarse fuera de la feria de su tierra. Ahí sangra más el olvido que el encontronazo que lleva a la cama del hospital. Qué poco agradecidos y qué injustos son con él en su tierra. Al menos sabe que su amada Pamplona acudirá al rescate en cada una de las fechas en las que se celebra San Fermín.
Este año ha sido un Escolar como hace no tanto lo fue un Miura. Una parada más en el camino, pero ésta lo ha sido en el encuentro nupcial de cada año en la arena pamplonica, en el ejercicio del cortejo que se celebra vestido de luces. El otro paro lo es de paisano y desde sus paisanos.
Hoy hay que desearle una rápida recuperación, lo más pronto posible, que posibilite de nuevo el pisar los ruedos vestidos de luces.
Mientras tanto, intentaremos encontrarnos, con un café o cerveza de por medio, en donde ambos solemos encontrarnos en verano. Hoy he escrito desde la amistad y el corazón... era obligado. Pronta recuperación maestro.
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