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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

domingo, 27 de enero de 2013

Del tres en uno al tres en una / Ricardo Díaz-Manresa



Feria de Fallas con el buen ejemplo de tres novilladas, presentación de encastes (una idea para alabar) y el chiste de la denominada de las figuras que la mitad, al menos, no lo son ni por asomo. Mientras, la vecina Castellón presenta un ciclo de acuerdo con la ruina económica actual : baratita y ¿atractiva?

Del tres en uno al tres en una

Ricardo Díaz-Manresa
Del tres en uno, ejecutado mucho en Valencia, ráfaga brillante con la muleta, hemos pasado al tres en una en Fallas. Es decir, tres ferias en una. No es que sea muy original porque en San Isidro los lunes son para las novilladas, hay una semana torista al final y las figuras aparecen poco en el resto y se intercalan y vemos carteles buenos, regulares, malos, peores, pésimos y hasta insoportables. Pero ha tenido que ser el locuaz y simpático Simón Casas el que ha bautizado las tendencias y ha descubierto de nuevo el Mediterráneo, que tiene tan cerca. Bien es verdad que aquí está muy explicado y ordenado.

Tres en una, que no pasará a la historia después de ser bautizada por Casas Productions, pero que queda mona. Y muy interesante y de alabar la primera parte, la de las novilladas. Ese es el futuro y se merece una gran enhorabuena. Tres festejos de doce está pero que muy bien. Que los imiten las demás grandes ferias. Oportunidades de verdad a los novilleros en un ciclo de primera. Espero que el ganado ayude a los nuevos aspirantes a la fama a consolidarse.

La segunda parte es la de los encastes, que ya se probó en Las Ventas en verano y que es necesaria y conveniente. Lo que ha sido toda la vida las corridas duras con especialistas de lo heroico. También importante ver los toros que antes veía Padilla y que ahora no ve y parece otro. No hay mal que por bien no venga. En realidad duras las de Adolfo y Miura porque Alcurrucén y Fuente Ymbro pueden ir en carteles muy diferentes y así los veremos en las ferias a lo largo del año. Bien. Estamos hablando de ver encastes diferentes y, sí, encaja el planteamiento.

Sorprende, y muchísimo, que Iván Fandiño, el triunfador de 2012 en Valencia, se meta en un cartel con los esforzados por lo que duran y con el arroz más pasado que mi bisabuela, los amables y requetevistos Bautista y Tejela. Pareja Iván-Norberto : ¿así os vais a dar categoría para llegar en el 13 al primer nivel?

Y después la tercera fase del dicharachero Simón, la de las figuras. Y aparece la carcajada. La empresa valenciana le dice a su público y a los aficionados de España que Finito, El Cordobés, Padilla y Luque son figuras del toreo. ¡Dios! Estos cuatro y dos más que no encajan porque El Cid lo fue y El Fandi es otra cosa. Doce puestos de figuras de los que seis no lo son. Finito pasó del ruedo al micrófono y ahora deja el micrófono, supongo, para volver al ruedo sin que nadie lo haya llamado, pero hace bueno lo de zapatero a tus zapatos. Padilla estuvo entre el ruedo y el micrófono y le siguen pagando su heroicidad. De Manuel Díaz poco que añadir por evidente y Luque lo será, si lo es alguna vez, cuando lo demuestre. Simón está como los políticos. Niega la realidad.

Y para aderezar el cuento nos enjareta a los Zalduendo, Jandilla y Juan Pedro. O sea, lo de siempre. Los toros del gran aburrimiento que, claro, alguna vez embisten pero que no dan el espectáculo necesario para solucionar esta crisis de público y atractivos. Ni incluso en sus buenos momentos.

Figuras son Andy y Ventura en el interesante mano a mano matinal de San José. Aciertos los hay y merecen ser subrayados.

Como los de Castellón. El bueno de Patón deja fuera a la mayoría de las figuras, puede así ampliar la materia prima del toro, abarata los carteles y Fandiño se mete –no lo entiendo- en el mismo fregado de Valencia (???). Después ofrece los platos de los Desafíos Ganaderos, llamados pomposamente así, que no perjudica a nadie, parece otra cosa que si vinieran dos encierros de seis de Victorino y Miura y tenemos los especialistas, como los de las pelis, que tienen que hacer las escenas de más riesgo.

Creo, sin embargo, que ésta, que es la primera feria de fuste del año, se merecía más. Claro que si las figuras piden lo que no dan y el negocio se resiente, hay que buscar fórmulas baratas, que igual gustan al público. Cambian –eso sí- los tiempos y la Feria de la Plana no se parece en nada a lo que fue.
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