Y vino Ponce tras años de ausencia y vinieron tantos a verle y la plaza se llenó
"....La plaza de Las Ventas, más en San Isidro, es un constante ir y venir de gentes, aficionados o no, de toreros, de ganaderos, de periodistas, fotógrafos, famosos o simplemente famosillos, aspirantes a todo y sabelotodos de la nada. Un universo de idas y venidas, aunque muchas veces no se sepa bien de dónde vienen ni y a dónde van..."
UNOS VIENEN Y OTROS VAN
S.I.14.- Una frase habitual en la vida cotidiana la podemos hacer hoy taurina. Habituados a las frases taurinas para la vida civil, no está de más hacerlo hoy a la inversa.
La plaza de Las Ventas, más en San Isidro, es un constante ir y venir de gentes, aficionados o no, de toreros, de ganaderos, de periodistas, fotógrafos, famosos o simplemente famosillos, aspirantes a todo y sabelotodos de la nada. Un universo de idas y venidas, aunque muchas veces no se sepa bien de dónde vienen ni y a dónde van.
El muestrario de todo eso se dio cita hoy, día del Santo Patrón de Madrid. Costumbre de anunciar en este día a toreros madrileños son de las que se van perdiendo. A cambio han anunciado la confirmación de un torero malagueño, hijo de Antonio José Galán, cuya alternativa data de 2005 y que el pasado año no se vistió de luces. No se exigen explicaciones pero a otros, que por ejemplo vino andando desde Murcia para pedir confirmar, le dijeron que primero hay que torear en otras plazas (?).
Vienen andando y no le sirve de nada, y otros van y torean una de las ganaderías favoritas de las figuras. Lo dicho: unos vienen y otros van.
Venía también, tras cinco ferias de ausencia, el diestro de Chiva, Enrique Ponce, y parece que tras de esta presencia podemos pensar que van a pasar unos cuantos años más para que vuelva al ruedo venteño.
Venían la terna con la ganadería de Victoriano del Río, tan demandada por las figuras, tanto que van y la empresa la anuncia otra tarde para conformar a otras figuras. Ya ven vienen toros y van a volver otra vez el día 23. Exigencias del guión del sistema establecido. Cualquier año los anuncian una semana seguida para dar gusto a los que se dan el gusto de exigir.
Unos vienen, gentes de todas partes, y llenan la plaza por primera vez, pero verán como se van hasta que vuelvan a anunciar esos nombres sonoros que les hacen ir y venir. Público de paso que hace que se llenen la arcas pero no llenan su afición con una presencia más continuada: son istas y con eso tienen bastante.
Esa gente que va y viene a la plaza en las tardes de lleno y clavel hoy han tenido muy poco que ver. A los toros, nobles y flojos, les ha faltado fondo para que las faenas, que es lo que vienen a ver, resultaran brillantes y se han tenido que conformar con muy poco. Ponce ha estado en su línea estética y elegante pero poco más, nada de esa maravilla que cuentan pasó por Sevilla. Sin apreturas en sus trasteos, basados más en la limpieza que en la hondura. Tampoco hubo toros para mucho más. Iban y venían, casi casi como todos en la tarde de hoy.
El nuevo, David Galán, ha sorprendido algo pues quien más quien menos guardaba la imagen de su padre, alegre y bullanguero, y ha estado por momentos reposado en su quehacer. Mejor en el sexto que es el toro que más ha durado. Le ovacionaron en éste como a su padrino en el cuarto.
Castella ha estado, ha venido, pero se ha perdido en la maraña del quiero y no puedo o el quiero y no se puede. De cualquier modo, nada que apuntarle en su haber.
Entre la gente que sí viene a diario encontramos alguna vestida para la ocasión
Unos vienen solo a estas tardes y esos ya no van a venir, pero los que van a la plaza como aficionados, como istas, deben saber que mañana el que viene es Fandiño, quien hasta ahora es de lo poco que el aficionado espera con ilusión volver a ver.
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