San Isidro 2014 / Fotografía La Loma
De los 19.000, quizá más, a los menos de 15.000 de ahora el número de abonados en Madrid va descendiendo cada año. En el actual San Isidro, acaso tres cuartos es la tónica diario, salvo dos "No hay billetes". De aquellos llenazos diiarios del toree quien toree a esto.
Acaso tres cuartos
Ricardo Díaz-Manresa
La atención del San Isidro 2014 está en la taquilla por lo que puede significar. No como en la feria de Sevilla, que era un dato definitivo, pero sí como prueba de qué va a pasar. La marca San Isidro, que volvía y por la que tanto he luchado durante tantos años, nos va a dar la medida de lo que está cambiando o se está yendo. Ahora sólo me quedan dos objetivos pendientes : que los 31 días taurinos sean los de mayo, el mayo taurino de Madrid, con fechas fijas del 1 al 31 como son las de Pamplona, por ejemplo, y que al abonado fiel de años –en el fútbol se premia hasta la antigüedad del cliente de siempre- no se le escupa sino se le acaricie.
Sé que lo fundamental es, con tres cuartos o media plaza, que los espectáculos sean verdaderos y atraigan, pero…
Las cifras de abonados han bailado mucho, siempre hacia abajo. Y siempre se toman referencia o de la feria de otoño cuando conviene o de San Isidro cuando viene bien. Y es un lío. Voy a pedirle a Baviano, siempre al quite, que me facilite desde la oficina de prensa de Taurodelta un resumen para publicar lo ocurrido en los últimos cinco años, para saber bien cuánto se ha ido bajando en este plazo. Se hablaba, en los tiempos felices, de más de 18.000 abonados y ahora pasan de los 14.000 como cifras de referencia (14.767 en la de Otoño 2013 y 14.340 –o sea, bajando- en la de ahora, cifras oficiales facilitadas por la empresa). Ni el teléfono de la esperanza taurina para conseguir abonos fácilmente–de primeros de febrero a mediados de marzo- sirvió para calentar motores.
El tema es que el San Isidro 2014 se ha quedado en “ acaso tres cuartos”. Efectivamente, acaso tres cuartos, un poquito más un poquito menos, con huecos muy claros en el 5 y en las andanadas y gradas de sol y, lo que es peor, muchas entradas vacías, huequecito aquí, huequecito allá, en los tendidos de sombra que suman bastantes. Lo del 5, con tanto cemento es preocupante, porque allí había antes muchos aficionados.
Hasta ahora, salvo la comparecencia de Ponce, y además el día de San Isidro que antes se aprovechaba para poner un cartel malo porque acudían muchos isidros, y la comparecencia de 3 del G-5 con sendos “No hay billetes para hoy”, nos hemos quedado en la barrera de tres cuartos, menos de tres cuartos y más de tres cuartos. O dos tercios. Y el problema está en que no hace mucho tiempo todos los días eran de lleno con carteles peores que algunos de estos.
Los Erice y todos los taurinos pueden hacer como el PP tras las europeas, pero pasar sí que pasa y mucho. Estamos hablando de tres cuartos, que muchos días son dos tercios, lo que puestos a echar números nos encontramos con que 5000 o 6000 personas han desaparecido entre los que dejaron el abono y los que compraban entradas sueltas.
Que se llene los días del clavel (no confundir las del clavel con las del clave), o del reventón o de las figuras o figuritas no quiere decir nada. En Madrid y Pamplona son plazas en donde “llenan”, sólo en ellas.
Miren a la cercana Jerez : el mano a mano –corrida del arte- con Morante, el de las apariciones, y Manzanares hubo claros de más. En la corrida concurso, que volvia después de muchos años, grandiosa entonces, con Ponce abriendo la terna, media plaza, que dicen los infomadores. Y en la del arte del rejoneo, en la ciudad del caballo por antonomasia, con Hermoso y Ventura juntos, nada menos, un cuarto…Así está esto…
Y así está pero vayan a descubrir si se hace algo por remediarlo. Hay que traer toros de todos los encastes para el G-5, que naturalmente sólo se ponen delante de los que les da la gana, y verdaderos toreros dispuestos a levantar esto y dejarse de galas estúpidas o apariciones tontas como la de Morante. Ya están escribiendo por ahí que el arte no tiene miedo…ni vergüenza después de la aparición del de la Puebla en Las Ventas.
Menos mal que los Choperitas han anunciado tres novilladas muy interesantes, con entradas más nutridas que las de años anteriores, y –milagro- han cubierto las sustituciones mejorando carteles, lo cual es de agradecer. Esa es la realidad y hay que alabarla.
Me fijo tanto en si va público o no porque lo creo trascendental en estos tiempos. Sobre todo, en Madrid, el gran reducto del toreo.
Pero hemos pasado del llenazo toree quien toree al acaso tres cuartos. Diferencia que empieza a ser peligrosa.
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