"...Provoca más profundos análisis el penalty que premió la acostada de Fred en el área de Croacia. No puede ser. Si no fuera para llorar, sería para reír. Por nuestros muertos, merecemos una oportunidad, tomémola ya..."
El toro, la guerra y la paz
Por Jorge Arturo Diaz Reyes
Cali, 13 de junio del 2014
Terminado San Isidro, Los aficionados colombianos en Madrid, han trasladado sus conversaciones a dos temas: el mundial de fútbol, y la elección de presidente que harán el domingo.
Estas últimas, podrían archivarse todas bajo el título de la monumental novela de Tolstoy; La guerra y la paz. Y seguro el cartapacio resultaría más pesado, aunque no menos terrible.
Sesenta años de brutal carnicería fratricida, en que la vía militar, paramilitar, y algunos intentos abortados de conciliación civil han sido incapaces de pararla, tienen al país martirizado, hastiado y exhausto.
Un nuevo intento de paz por vía dialogada, está en curso, con avances evidentes. Uno de los candidatos, el presidente, pugna por concretarlo. El otro anuncia suspenderlo e intensificar hostilidades ¿Hasta cuándo? No se sabe.
Paradójicamente, según escucho, este asunto crucial, vital, tremendo para la decisión y el futuro de la patria, de todos, no es el fiel de la balanza, en las discusiones acá.
La decisión amenza ser carismática. Este, me cae menos mal que aquel. Provoca más profundos análisis el penalty que premió la acostada de Fred en el área de Croacia. No puede ser. Si no fuera para llorar, sería para reír. Por nuestros muertos, merecemos una oportunidad, tomémola ya.
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