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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

jueves, 19 de junio de 2014

DE IMPONENTE A IMPOTENTE o viceversa / Por Antolín Castro


De Imponente podemos calificar el desarrollo del cambio real, de Impotente la actuación de la selección de fútbol contra Chile.

DE IMPONENTE A IMPOTENTE o viceversa

Antolín Castro
Sensaciones, sensaciones, sensaciones… así vivimos este momento histórico. Los españoles embargados por sentimientos, aunque sean encontrados, viven estos dos días, estas cuarenta y ocho horas presos de una sensibilidad especial.

Muchos lo harán por el hecho histórico del cambio de Rey, otros simplemente por ver caer a la selección española de fútbol en Brasil. De cualquier modo momentos que se viven desde el sentimiento de sentirse español. Pocas cosas hay que nos reúnan de esta manera.

De Imponente podemos calificar el desarrollo del cambio real, de Impotente la actuación de la selección de fútbol contra Chile.

Por orden cronológico, aunque no lógico, tenemos que hablar de la impotencia vivida por nuestros futbolistas en el campeonato del mundo de Brasil. La impotencia de los todavía campeones del mundo se trasladó a los que veíamos por la televisión ese partido que supone la eliminación de España del torneo. Casillas, Iniesta, Ramos y tantos otros nos mostraron la cara de la impotencia como nunca antes lo habíamos visto.

Una generación de futbolistas extraordinarios que dejan una estela de triunfos y títulos que muy pocos pueden exhibir. Es cierto que así ha sido, un mazazo a las ilusiones de millones de españoles pero también es verdad que para desilusionarnos antes tuvieron que ilusionarnos como nunca había sucedido. A la desilusión solo se llega tras de estar ilusionados. Campeonatos atrás la desilusión comenzaba antes de ir a competir.

Quizá sea Del Bosque el responsable último, y único, de este desastre. Él y solo él, se encargó de dejar fuera a Llorente, Negredo o Navas, que tanta falta nos hacían ayer; él solo se empeñó en llevar a Diego Costa que para que jugara un papel en el equipo hubo que cambiar la forma de jugar, esa que nos había hecho dominar el fútbol mundial. No han sido aciertos del seleccionador, aunque siempre son los jugadores, cansados como nunca, los que pierden los partidos. Impotencia, impotencia, impotencia. Toca empezar de nuevo… hay mimbres.

Imponente el acto de ayer de la abdicación de Juan Carlos I, imponente el acto del juramento de hoy de Felipe VI. Mientras escribo la televisión refleja ese acto solemne del Congreso de los Diputados. Allí reunidos el nuevo Rey nos dice en su primer discurso las líneas de su reinado y el compromiso con el pueblo español. Imponente el aspecto de los escaños del Congreso.

Mi papel no es ser notario de esa proclama real, solamente dejo sobre estas líneas las sensaciones, los sentimientos de un acto tan histórico por inusual. Vivirlo es señal de estar presente en estos momentos de la historia de España. Esos sentimientos nos dictan que el acto es de una proyección tal que se traspasa a lo internacional y limpia en parte la imagen de lo de ayer.

El pueblo, en su recorrido, aclama a los nuevos monarcas. Ni imaginar cómo hubiera sido de haber ganado ayer España en Brasil. Imponente e impotencia se dieron la mano en nombre de España en una misma jornada. Pero en nada nos impide poder decir en voz muy alta ¡¡Viva España!!
***

3 comentarios:

  1. Don Antolín Castro, magnífico cronista y reconocido aficionado, hace un perfecto anális de dos temas de actualidad y coincidentes diferenciando las consecuencias de cada uno de ellos. De forma nada sorprendente y con toda naturalidad, Don Antolín finaliza con un ¡VIVA ESPAÑA!, proclamación que no ha proferido el nuevo Rey Felipe VI, como hubiera sido preceptivo y prioritario en el orden protocolario después de dar las gracias en idima español y en en lenguas vernáculos de las autonomías. Estimo que esta omisión ha sido muy calculada incluso pactada con los energúmenos representantes de las Comunidades vascas y catalanas, a los que de haberse aplicado la ley penal deberían estar en la cárcel por delitos de secesión y alta traición, los cuales se negaban en principio asistir a la ceremonia de coronación del Rey para luego aparecer sospechosamente por ahí y significarse de forma improcedente negándose a aplaudir el discurso conciliador y hasta entreguista de Felipe VI. Esto deja ver un síntoma muy alarmante de lo que puede venir en breve y es que se desarrolle el plan ya diseñado que obligaba a descartar al Rey Juan Carlos para que su hijo lo llevara a cabo con el gobierno traidor del PP y en favor de independentistas. Luego ya veremos cuando se promulguen las medidas de gracia en el ámbito de la Justicia, con motivo de la coronación, por donde se empieza y termina la lista de beneficiarios presos, imputados, encausados etc.
    Muy bonita la ceremonia y la propaganda a tope, pero ya veremos los que nos trae este nuevo complot que exigió la expulsión de Juan Carlos I.

    Recuerdo el Viva España

    Miguel Panero

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  2. Miguel Panero, ha pensado usted por un momento si dentro de esos energúmenos pudiera encontrarse usted.

    Cuando lo tenga pensado me responde, y después hablaremos.

    Saludos

    Elvira Alarcón

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  3. No tiene usted nada que decir Sr Panero.

    Si es que no tiene nada que decir, puede ser porque lo que dice usted es mentira y no se ajusta a la realidad.

    Muy valiente parece que no es usted.

    Saludos

    Elvira Alarcón

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