"...Avanza la moda de realizar faenas interminables ante muchos toros light, que no tienen fuerza pero -dicen- mucha clase y además los toreros declaran que están ante ellos a gusto y disfrutando. Admiten por tanto que no pasan miedo...Y es raro que no caigan avisos y la corridas duren dos horas y media largas o incluso más. No parece este un camino para atraer a la gente con tauromaquia interminable y light..."
La Tauromaquia interminable y light
Tras las primeras ferias, Valdemorillo, Olivenza, Castellón y con la realidad de que seguimos como estábamos : en el camino hacia una Tauromaquia Light, por muy grande que sea el toro y muy “bravo” según los taurinos. Ya dijo hace tiempo Victorino padre : vamos a lo de México y ya ven cómo están allí.
Tauromaquia Light en Fallas donde muchos toros no tuvieron que ser picados. Con dos refilonazos fue suficiente. Tauromaquia Light como los refrescos sin cafeína ni azúcar. No se les pica, no tienen fuerza, dan pena y después los alcachoferos de la tele empiezan a decir, ante el desquiciamiento de la verdadera afición : no tienen fuerza, pero sí mucha calidad. Es una pena que se caiga porque embiste por derecho. Un toro sin fuerza, un toro que se cae, no es un toro, es un timo, es un generador de aburrimiento, una demostración de espectáculo soso y caduco, una invitación para no volver a las plazas.
No han arreglado ni un problema en el invierno, siguen igual con los problemas pudriéndose y continúan con esta sarta de toros que no son toros, los de la tauromaquia de la decadencia, del gran aburrimiento, de la nula emoción, de la puntilla a la afición, de la invitación a la desaparición. Tauromaquia maldita y light.
Y naturalmente se acumula otro error : las faenas interminables “porque están a gusto”. 200 derechazos y final de manoletinas y bernadinas. Y el tiempo corre pero es igual. “Están disfrutando”. Dan los avisos dejando pasar el reloj generosamente hasta que por fin suena el primero. La mayoría torera los ha oído en estas ferias y un tanto por ciento elevadísimo todavía no había entrado a matar o iba a hacerlo.
Interminable todo y pesadísimo. Sin perder tiempo en picar, ¿puede durar un espectáculo casi tres horas como hemos visto en Valencia?. Tenemos una manta de toreros pesados, muy pesados o pesadísimos.
Las corridas de antes, con picadores, duraban dos horas. Las de hoy, casi sin ellos, dos horas y media para arriba. No tienen sentido del tiempo ni de la medida. Y siendo aburridas, como tantas, parecen interminables. Que lo estudien y lo remedien.
Tanto tiempo porque “disfrutan mucho”, “están cómodos”, “están muy a gusto” como dicen a los alcachoferos cuando llegan a tablas. ¿Uno que se juega la vida, que puede perderla, expuesto a que lo partan en dos, a sufrir cornadas, a ser objeto de percances no pasa miedo y puede estar doce o más minutos a gusto, cómodo y disfrutando?
Y llegan al micro y pueden decir a los alcachoferos : "Sí, la verdad es que sí" da igual la pregunta que sea (rehatila que han aprendido todos y parece que fue en jueves) para añadir :he estado muy a gusto, he disfrutado...(¿). Yo he creído siempre que los toreros pasaban miedo, que lo controlaban, que los espectadores lo percibían y que la mayoría no teníamos arrestos para hacer lo de los toreros, pero no. Algo no funciona.
No, porque todos podemos disfrutar y estar a gusto ante la cara del toro, cuanto más tiempo mejor en corridas interminables…Bienvenidas sean las faenas de 12 minutos o más, la multitud de avisos y las corridas de tres horas (sin que los picadores actúen mucho) ante toros sin fuerza pero con mucha calidad. Menudo cuadro.
Puede uno emocionarse ante la cara del toro, sentir cosas increíbles, satisfacer sus metas, pero ¿a gusto y disfrutando?
Si a todo lo que tenemos, se une la tauromaquia interminable y light, pues vaya imán para el pueblo, vaya manera de que pasen el tiempo tan ricamente, vaya forma de no aburrirlos, con toros ante los que están a gusto y disfrutan y con toritos que no tienen fuerza (o sea, nada) pero mucha calidad. Después quieren llenar las plazas con corridas así y de tres horas.
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