Ego te absolvo, ego te absorbo
Pedro Javier Cáceres
Madrid, 0/12/2011
No hubo foto. Su percepción es elocuente. No procedía. No hay UTE, es una alianza por absorción.
Diáfana, pero para escrutar (entre líneas, declaraciones y movimientos) la rueda de prensa conjunta que el martes ofreció TAURODELTA.
La última concesionaria de la plaza de toros de Las Ventas…y la próxima; toda vez que las restricciones del concurso no dan opción a ninguna otra, ni siquiera como pareja de baile, puesto que no hay pareja, caso empresa Pagés (Canorea-Valencia, Maestranza de Sevilla)
Taurodelta fagocita la propuesta empresarial del grupo Simón Casas e incorpora a este a su consejo de administración y le delega la dirección artística y cultural.
Un consejo en el que se sentará Antonio Matilla en quien se delega la “fontanería”.
Ambos pueden llamarse ejecutivos, si es que la palabra empleado u operario tuviera tinte peyorativo. Pero esta es la síntesis: el próximo empresario de Madrid es José Antonio Martínez Uranga, punto.
Cuitas personales con juzgados de por medio entre Simón Casas (denunciante por entenderse agraviado y atropellado) y J. A. Chopera (denunciado) desembarcando en enemistad manifiesta parecen superadas.
Lo muñó Toño Matilla (descolocado del gran empresariado tas el cierre de Barcelona), lo consiguió y se sentó en el consejo como uno más. Trato hecho.
Nunca “Celestina” más clarividente y eficaz, “bien-pagá”.
Todo alentado por la propia CAM que una vez llegadas las presiones prefiere la tranquilidad del compadreo, no comerse “el marrón” de poder disgustar a “colegas”, al dinero y otras mejoras que supondría la competitividad.
¿Todo por qué?
Por la lógica de los hechos.
Un pliego “pret a porter” de Taurodelta, hilvanado, al que le faltaba costura definitiva.
El terno de Casas era chico de talla, tan solo Nimes, esperando se adaptara al albur de la oficialidad de Málaga “encanallada” por las malas lenguas conocedoras de la realidad.
Chaqueta y pantalón (bermudas) necesitaba complementos: tan sólo la empresa de Sevilla podría completar ajuar de boda. Sin mucha garantía de poder estrenar por aquello de “como le voy a dar la plaza a un francés que además me ha puesto cuatro querellas”.
¿Entonces, José Antonio?
Sí. Por temor a una subasta brutal propiciada por otros con el ansia de ser “empresario de Madrid”.
Sí. Por recelo a los postulados iniciales de la Comunidad truncados, inesperadamente, por la firmísima intercesión (avalando —en todos los términos- a Casas) de una primerísima figura del toreo ¿solo o en compañía de otros?
Por seguridad de seguir siendo empresario de Las Ventas y -¡ojo al dato!- culminar una etapa en años igual o superior que la de su primo Manolo. Cosas de familia.
Por relajo para dormir a pierna suelta en este periodo previo a la concesión, sin sobresaltos ni desasosiegos. Sin follones de números, cábalas, intrigas, etc.
Y, primero y principal, porque ante los más de 6 millones de euros de canon actual, la incertidumbre sobre la continuidad de la TV, el buen fin de la estrategia propicia un colchón de cerca de 4 millones para fichar, seducir voluntades y…¡allá penas”! el pasado: “ego te absolvo, ego te absorbo”; y “tragan” ¡vaya!
NOTA A PIE DE PÁGINA
La unión hace la fuerza, ¿contra quién? Esa es la disyuntiva.
Si la fuerza se emplea en bien de La Fiesta (y yo lo añoro y hasta creo) ¡albricias!
Si la fuerza de la unión de taurinos, y visto lo visto, es contra la Comunidad su usura y su abuso permanente, afirmo (toda vez que con ratificar el pliego base, en todos sus mínimos términos como licitante único es suficiente), mejor que mejor: se ha tragado su propio vómito.
Y con este panorama de esperanza taurina con ingresos públicos menguantes ¿qué falta le hace a la Comunidad en su organigrama algún parásito menesteroso si no es por “tripear” un sueldo público?
Todos igual, del sindicato de la “zeja” al de la “A” de…
¡Un despilfarro!
A quien corresponda.
Diáfana, pero para escrutar (entre líneas, declaraciones y movimientos) la rueda de prensa conjunta que el martes ofreció TAURODELTA.
La última concesionaria de la plaza de toros de Las Ventas…y la próxima; toda vez que las restricciones del concurso no dan opción a ninguna otra, ni siquiera como pareja de baile, puesto que no hay pareja, caso empresa Pagés (Canorea-Valencia, Maestranza de Sevilla)
Taurodelta fagocita la propuesta empresarial del grupo Simón Casas e incorpora a este a su consejo de administración y le delega la dirección artística y cultural.
Un consejo en el que se sentará Antonio Matilla en quien se delega la “fontanería”.
Ambos pueden llamarse ejecutivos, si es que la palabra empleado u operario tuviera tinte peyorativo. Pero esta es la síntesis: el próximo empresario de Madrid es José Antonio Martínez Uranga, punto.
Cuitas personales con juzgados de por medio entre Simón Casas (denunciante por entenderse agraviado y atropellado) y J. A. Chopera (denunciado) desembarcando en enemistad manifiesta parecen superadas.
Lo muñó Toño Matilla (descolocado del gran empresariado tas el cierre de Barcelona), lo consiguió y se sentó en el consejo como uno más. Trato hecho.
Nunca “Celestina” más clarividente y eficaz, “bien-pagá”.
Todo alentado por la propia CAM que una vez llegadas las presiones prefiere la tranquilidad del compadreo, no comerse “el marrón” de poder disgustar a “colegas”, al dinero y otras mejoras que supondría la competitividad.
¿Todo por qué?
Por la lógica de los hechos.
Un pliego “pret a porter” de Taurodelta, hilvanado, al que le faltaba costura definitiva.
El terno de Casas era chico de talla, tan solo Nimes, esperando se adaptara al albur de la oficialidad de Málaga “encanallada” por las malas lenguas conocedoras de la realidad.
Chaqueta y pantalón (bermudas) necesitaba complementos: tan sólo la empresa de Sevilla podría completar ajuar de boda. Sin mucha garantía de poder estrenar por aquello de “como le voy a dar la plaza a un francés que además me ha puesto cuatro querellas”.
¿Entonces, José Antonio?
Sí. Por temor a una subasta brutal propiciada por otros con el ansia de ser “empresario de Madrid”.
Sí. Por recelo a los postulados iniciales de la Comunidad truncados, inesperadamente, por la firmísima intercesión (avalando —en todos los términos- a Casas) de una primerísima figura del toreo ¿solo o en compañía de otros?
Por seguridad de seguir siendo empresario de Las Ventas y -¡ojo al dato!- culminar una etapa en años igual o superior que la de su primo Manolo. Cosas de familia.
Por relajo para dormir a pierna suelta en este periodo previo a la concesión, sin sobresaltos ni desasosiegos. Sin follones de números, cábalas, intrigas, etc.
Y, primero y principal, porque ante los más de 6 millones de euros de canon actual, la incertidumbre sobre la continuidad de la TV, el buen fin de la estrategia propicia un colchón de cerca de 4 millones para fichar, seducir voluntades y…¡allá penas”! el pasado: “ego te absolvo, ego te absorbo”; y “tragan” ¡vaya!
NOTA A PIE DE PÁGINA
La unión hace la fuerza, ¿contra quién? Esa es la disyuntiva.
Si la fuerza se emplea en bien de La Fiesta (y yo lo añoro y hasta creo) ¡albricias!
Si la fuerza de la unión de taurinos, y visto lo visto, es contra la Comunidad su usura y su abuso permanente, afirmo (toda vez que con ratificar el pliego base, en todos sus mínimos términos como licitante único es suficiente), mejor que mejor: se ha tragado su propio vómito.
Y con este panorama de esperanza taurina con ingresos públicos menguantes ¿qué falta le hace a la Comunidad en su organigrama algún parásito menesteroso si no es por “tripear” un sueldo público?
Todos igual, del sindicato de la “zeja” al de la “A” de…
¡Un despilfarro!
A quien corresponda.
***
Dios los cria, ellos se juntan, perpetran y a todos estafan.
ResponderEliminarPepe Fabara