QUITO.- LA VOZ DEL CÓNDOR: Por la plata baila el perro… / Por Marip Ponce Lavalle

Por la plata baila el perro…

Por: Marip Ponce Lavalle*

QUITO, 30/Noviembre/2011 

Diario Hoy.com.ec

Este parecería ser el refrán que mejor le acomoda a todos aquellos que, enfervorizadamente, apoyan la realización de la “Feria del sainete taurino 2011”, bajo el lema “La Fiesta sigue..”. Por la plata baila el perro, y por el oro, perro y perra…, dice el refrán completo, mismo que patentiza en grado supremo y duro, una situación donde el único y fundamental eje y sentido de ella es el dinero; una situación donde, por el dinero, una o varias personas son capaces de soslayar lo reverente y denigrar de las más profundas creencias y convicciones… con tal de obtener el preciado metal, que nos proporciona satisfacción, poder y bienestar.

La noble Fiesta Taurina, parte consustancial de las festividades quiteñas desde su creación misma y parte consustancial del mestizaje español que -guste o no- corre por las venas del Ecuador profundo al que aludía Carrión, fue atacada y herida grave, mediante un “bajonazo” vergonzoso, como aquellos a los que recurre un mal torero, cuando se siente desbordado por la bravura de un cinqueño, verdadero Toro de Lidia.

Como todas las cosas mediocres, la decisión de la “autoridad” se quedó a medias… no tuvieron la entereza para -haciendo honor al “Ser o no ser”- decir apoyados en la fuerza de “su” consulta: “¡La Fiesta no va más!”, y buscando en el rescoldo de lo mediocre, concluyeron en la brillante idea de degollar a los toros bravos por la espalda y en los chiqueros… alejados y ajenos al honor de su bravura, es decir a la esencia y razón para lo que fueron criados, para lo que su raza les depara por siempre y desde siempre.

Cuando esto se dio, tuve la esperanza de que tan absurda ordenanza sería el factor de unión, sería la argamasa que uniría sólidamente a la familia taurina de Quito, que haríamos historia -de la buena- negándonos a acudir al legendario coso de Iñaquito para dar validez a este indigno sainete… Me imaginé a ganaderos, empresarios, toreros, prensa taurina y aficionados, reunidos como un solo puño, exigiendo desechar este entuerto maloliente; pero no, no sucedió, y en su defecto, pronto muchos se alinearon bajo el sino del dinero, y de una farra y borrachera insulsa, que ha situado a nuestra afición taurina, en lo que ahora es: ni chicha ni limonada.

¡Qué pena me da! -pena de aquella que La Faraona cantaba con tanto duende- que un ruedo lleno de gloria y gestas taurinas termine de escenario de toreadores indignos por no defender la pureza de su razón de ser… Figuras transformadas en “figurillas”, empresarios y ganaderos pensando solamente en ser “ganaduros”, peones y personal de brega transformados en disfrazados dentro de un circo, y matarifes encapuchados -nuevos en el quehacer taurino- degollando al Bravo por la espalda… y “aficionados” que vitorearán un baile intrascendente, sin la suerte suprema, sin la hora de la verdad... Sean felices a la hora de hacer caja. Sean infelices cuando se piensen y crean que son aficionados taurinos.

*Arquitecto, invitado de HOY