Antonio Nazaré
/Foto: Sandra Carbonero-Burladero.com/
TOROS DE FUENTEYMBRO PARA
SALVADOR CORTÉS, ANTONIO NAZARÉ Y ESAÚ FERNÁNDEZ
LA SUERTE DE VARAS Y LA CASTA
"...Respecto a la presentación hay que reseñar que los lidiados en segundo, tercero y cuarto lugar eran autenticas “sardinas” impresentables e inadecuados para una plaza de primera...·
Diego Martínez
U.T.A.A.
Sevilla, 18/04/2012.-
Si la lidia debe ser completa en todas sus fases, pensamos que dos pasajes básicos de la misma son la suerte de varas y el juego del toro en la muleta. Ambas suertes se deben completar en plenitud y nunca la una sin la otra.
Esta tarde con los toros de Fuente Ymbro los lidiadores montaron la pantomima de hacernos tragar una suerte de varas completamente de mentira, donde se limitaban a poner el toro en el caballo y en la mayoría de los puyazos el picador se limitaba a largar la puya suavemente en el morrillo o hacernos creer que un picotazo equivale a un puyazo.
De esta manera y sin apenas quites llegaban los “fuenteymbros” con recorrido en la muleta, no exentos de ciertas dificultades debido al picante que el ganadero seleccionó en sus toros y que impide que las presuntas figuras se anuncien con ellos.
Respecto a la presentación hay que reseñar que los lidiados en segundo, tercero y cuarto lugar eran autenticas “sardinas” impresentables e inadecuados para una plaza de primera, pero como la plaza de Sevilla se encuentra en época de rebajas, este asunto es algo que el público asume y si el toro no claudica, pues nada, a tragar con toros anovillados.
SALVADOR CORTÉS se encuentra en una baja forma taurina alarmante. Tanto el primero de la tarde como el segundo de su lote fueron toros más que aprovechables, pero el torero aljarafeño sigue con su toreo rectilíneo, falsa colocación, muchos enganchones y desconfiado. Así no va a ser posible conquistar puestos en las ferias y bien que nos pesa, pues se trata de un torero modesto al que le cuesta un mundo conseguir contratos. Aún se encuentra a tiempo de rectificar y volver a ser aquel torero firme que aguantaba embestidas encastadas manejando bien las muñecas para dejar colocado los toros y ligar en terrenos adecuados, sitio que hoy por hoy ha perdido.
A ANTONIO NAZARÉ le corresponde como primero de su lote un toro inválido e impresentable de trapío, que engaña en la primera vara romaneando, pero fue porque el picador ni siquiera se defendía con la puya. La segunda vara, por supuesto, fue otra simulación indigna.
A la muleta llega el astado con poca fuerza y defendiéndose más que embistiendo, así que con este material se pide desde el tendido a NAZARÉ que abrevie terminando con estocada entera y caída.
En el segundo de su lote debemos censurarle que en el primer puyazo pone al toro en suerte muy cerrado rebasando la raya incluso de mayor diámetro para recibir una vara simulada propia de pueblo, lógicamente tapando el picador la salida al toro. Es de esperar que el matador se proponga para sanción. En el segundo puyazo el toro solo es “reñido” por el piquero.
Sin apenas ser picado llega el toro con fuelle a la muleta y ANTONIO NAZARÉ inicia la faena con tres tandas de derechazos de menos a más. Es cogido, en un principio parecía que sin consecuencia y continúa en la cara del toro para conseguir la única tanda estimable de su labor. Después vienen medios pases y enganchones. Cobra media estocada que derriba al toro. Con petición minoritaria el nefasto Sr. Salguero presidente del festejo, le concede una oreja que no pasea pues se dirige por su propio pié a la enfermería.
A ESAÚ FERNÁNDEZ le corresponde como primero de su lote otro toro anovillado al que recibe a portagayola y solamente en la primera vara se emplea algo. Llega a la muleta con cierto son y algunos problemas que no resuelve el camero. Cuando comienzan algunos pitos en los tendidos, cobra una estocada baja que basta.
El sexto de la tarde que era uno de los de más trapío, aunque basto de hechuras y sin cuello, igualmente es recibido por su matador a portagayola, pero el toro sale suelto. Dos varas simuladas y en la muleta vimos lo mejor de la tarde. Aunque una faena un tanto irregular donde se intercalaban tandas con derecha e izquierda buenas y regulares, ESAÚ FERNÁNDEZ consigue llegar a los tendidos con su labor, que es rematada con estocada entera caída, que supone la segunda oreja del festejo, esta también barata, aunque con algo más de petición que la anterior.
Debemos dar un toque de atención a los puntilleros, para que no se produzcan los penosos espectáculos que tarde tras tarde venimos presenciando. Cualquiera no puede ser puntillero. Al menos que entrenen y sepan acertar a la primera.
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