Alberto Durán pasando de muleta al primero
Tarde fría y ventosa en Las Ventas
Alberto Durán
estropea al matar una buena faena
Juan Miguel Núñez
Madrid, 15 abr (EFE).- Una notable faena de Alberto Durán; estética y disposición, mando y poderío, que sin embargo, no tuvo el reconocimiento de la oreja por el fallo al matar, hoy en Las Ventas, en una tarde en la que sobresalió también el buen juego de los novillos de "Espartaco".
FICHA DEL FESTEJO.-
Novillos de Juan Antonio Ruiz Román, bien presentados y de buen juego aunque con matices, pues le faltó "chispa" al noble primero; y se defendió el quinto, echando la cara arriba. Pero en general los seis se movieron, el cuarto, además, muy humillado, con muy buen estilo, fue ovacionado; el segundo, aplaudido, fue repetidor y duró mucho; y "se dejaron" también tercero y sexto.
Alberto Durán: estocada desprendida (palmas tras petición insuficiente); y dos pinchazos y estocada corta pescuecera (ovación tras aviso).
Raúl Rivera: pinchazo, entera desprendida y dos descabellos (silencio); y media atravesada y descabello (silencio tras dos avisos).
Conchi Ríos: bajonazo atravesado y dos descabellos (silencio tras aviso); y pinchazo y media atravesada (silencio).
La plaza tuvo algo más de un cuarto de entrada en tarde ventosa y fría.
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EL VIENTO IMPIDIÓ LUCIR LA NOVILLADA
Alberto Durán puede maldecir su espada, que no entró por derecho después de brillar a gran altura con el capote y la muleta frente al cuarto novillo de la tarde, y sin embargo, fue efectiva en el primero, al que no había cuajado del todo también por la escasa entidad del animal.
Pese a todo, Alberto Durán dejó claro que puede funcionar en la profesión. Por el gusto que pone en la interpretación, por los arrestos para quedarse quieto, aguantar y tirar; y, algo muy importante, por la buena técnica que tan bien conoce y maneja.
A medias con Durán, conviene también advertir, que el interés de la tarde estuvo asimismo en la buena novillada de "Espartaco". Un envío serio de estampa y con un alto índice de toreabilidad, que si todavía no dio más de si fue por los imponderables del viento.
A pesar de todo, nada fue óbice para que Durán luciera a sus novillos y se luciera con ellos. Muy buena compostura su primer trasteo, bajando la mano hasta donde el astado se resintió. Y lo bueno vino en el cuarto, un torete de presencia, con el que estuvo poderoso y artista, con mucha soltura y personalidad.
Un manojo de hermosas verónicas en el saludo, ganando terreno hacia los medios. El animal empujó en varas. Y la faena de muleta tuvo las claves de la firmeza y el sentimiento, la ambición y el poderío.
Los cites en la distancia corta, pero enganchando las embestidas adelante y llevándole muy toreado. El final de un pase era el inicio del siguiente. Ligazón y temple, magnífica resolución. Gran faena en todo, o casi todo, pues faltó la rúbrica de la espada. Pero por lo que se adivina en Durán, puede que la gloria le esté esperando.
En cambio, Raúl Rivera, con ganas y arrestos también de sobra, no fue capaz de templarse, y así resultaron muy deslavazados sus dos trasteos.
Conchi Ríos volvía a Las Ventas después de una muy prometedora actuación en julio del pasado año. Pero no fue ni su sombra. Insegura y desconfiada, ni pasó de los medios lances ni de los medios pases, siempre para atrás. Incluso se cayó sola en la cara del último, que por fortuna no hizo por ella. Tendrá que cambiar mucho para la próxima en actitud y aptitud. EFE
Conchi Ríos, en imagen de archivo, a hombros por la puerta grande de la Monumental de Las Ventas - Foto: La Razón
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