Cayetano Rivera
Los toros por encima de los toreros
Por Juan Manuel Albendea
Martes, 24/04/2012
Del encierro previsto de Daniel Ruiz se devolvieron al corral el primero y el tercero por inválidos. También se protestó el cuarto pero la presidencia no accedió al cambio. No hace falta recordar que el Reglamento establece que debe haber dos sobreros. El público no tiene derecho a más. Si salen más sobreros, es voluntad soberana de la empresa. Pues, pese a esos antecedentes de devoluciones y peticiones de cambio, podemos afirmar que los que se lidiaron, estuvieron, en general, por encima de los toreros. Quizás sea dudosa esa afirmación en el caso de Cayetano, pero es inobjetable en las actuaciones tanto de Sebastián Castella como de Daniel Luque.
Cuando salió el segundo nos quedamos un tanto asombrados al ver a Cayetano dirigirse a toriles para recibir a su primero de una manera excepcional en él: a porta gayola. Quizás fuera por que el toro se llamaba Conde y quería recibirlo como correspondía a su alcurnia. Tras la larga cambiada de rodillas hubo tres verónicas y media marca de la casa. El toro, como casi todos los de esta tarde y de todas las tardes, se fue sin picar. Dos picotacitos, con sumo cuidado de no romperle su lustrosa piel. Unos ayudados por alto y uno por bajo junto a redondos templados pero no ajustados dieron comienzo a la faena para continuar con dos tandas de naturales que no acababan de ser muy naturales. Otra serie un poco mejor, pero no es eso, no es eso. Tras la estocada trasera y tendida salió a saludar a los medios. El toro fue aplaudido sin excesos en el arrastre. Y en el quinto los lances de salida fueron aceptables y comenzó la faena sentado en el estribo. Cuando se incorporó hubo una tanda de redondos y un cambio de mano muy bonito para continuar por ese lado con brillo. Los naturales, sin embargo no tuvieron limpieza. La muleta salía tropezada en las dos series que dio con la izquierda. Dos pinchazos y un aviso antes de cobrar una estocada. Se aplaudió al toro y se silenció a Cayetano.
Castella no parece estar este año en su mejor momento. Al sobrero de Parladé lo veroniqueó sin ajuste ni quietud. Mejores fueron el par de banderilla de José Chacón y la brega a una mano de Ambel. Tandas de redondos muy desiguales. Pinchazo y estocada trasera, sin que dejara nada para el recuerdo. En el cuarto hubo tandas de naturales de diferente signo y calidad. Los redondos le salieron más templados. Toca la música y parte del público protesta porque considera una concesión injusta. Al final el toro se acuesta. Y después, lo mata de un pinchazo y una estocada contraria casi entera.
Daniel Luque nos había hecho concebir muchas esperanzas, pero ayer quedaron frustradas. ¿Cómo pudo torear tan requetebién el Domingo de Resurrección a la verónica y ayer ni un lance para el recuerdo? El sobrero de Montealto es el único que hizo una buena pelea con el caballo, naturalmente solo en un puyazo. No vayamos a ilusionarnos. Lo toreo sobre la mano derecha y entre Luque y el toro cabía el AVE. Los naturales no tuvieron limpieza y tampoco se justificó con la tizona pues cobró un bajonazo. Pitos al toro injustificados y silencio al torero. Quizás al revés hubiera sido más justo.
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