Rafael Orellana, quien viene amalgamando un activo mes de agosto, con presencia en diversos ruedos de los andes venezolanos. Foto: Aníbal García Soteldo
En el marco de la Feria del Santo Cristo
La Grita este año epicentro de referencia taurina
- El domingo 18 de agosto se estaría encerrando en solitario en la Plaza de Toros de Táriba, el novillero Jesús Enrique Colombo
RUBÉN DARÍO VILLAFRAZ
@rubenvillafraz
Una de los poblados andino de mayor efervescencia taurina lo
ha sido desde siempre la pintoresca localidad tachirense de La Grita. Por ella
en época pretérita era común ver una numerosa y contigua programación de
festejos con ganado criollo, donde varios fueron los toreros que se hicieron
carrera y se convirtieron en ídolos de una afición que se ha mantenido con el
pasar de los años.
Este año vuelve los toros a La Grita. Desde hace un par de
temporadas las fortísimas lluvias caídas en aquella oportunidad hicieron que el
poblado sufriera serios embates lo que hizo que la alcaldía del municipio Jáuregui
y junta de feria de la que han llamado "La
Ciudad Santuario de Venezuela", dejara aparcada de lado una tradición
que se había arraigado profundamente en
el sentir de sus pobladores. Pero resueltos estos inconvenientes y emergencias
este año nuevamente se ofrece espectáculos taurinos, correspondiendo al
conocido hombre de carruseles y ferias de provincia, Don Julio Sánchez,
conformar la programación taurina que se rendirá en honor al patrono de la
localidad el Santo Cristo.
Para tal efecto Sánchez tiene destinada la portátil
Plaza de Toros La Esperanza, el
escenario para la realización de los cuatro festejos que tendrían lugar durante
el mes de agosto. Así tenemos que para este domingo 11 de agosto, se esté
llevando a cabo el primero de los festejos, en este caso, un festival cómico-taurino
llamado "Risas del Ruedo".
El festejo central de feria será al domingo siguiente, es
decir, domingo 18, donde se estará llevando a cabo una corrida de toros, donde
estarán actuando los diestros Marcos Peña "El Pino" y Rafael Orellana, junto al rejoneador
merideño Rafa Rodríguez, despachando cuatro toros de Los Aranguez
y uno para rejones de El Trébol.
Por cierto, mismo día en la que se estaría encerrando en solitario en la Plaza
de Toros de Táriba, el novillero Jesús Enrique Colombo, en el marco de la
Feria de la Virgen de La Consolación.
El sábado 24 del mismo mes, se llevaría a cabo en una región
de tanta afición al toro bravo como es La Grita, una especie de clase práctica,
donde con vaquillas tendrían activa presencia las diversas peñas taurinas que
habitan, así como aficionados, niños, y público en general, bajo la atenta
mirada de matadores y novilleros.
Y cierra periplo el domingo 25, con la realización de un
festival para las peñas taurinas, lo que colocaría el cerrojo a una cita que
vuelve por sus fueros, a la espera así mismo de mantenerse en el firmamento
como cuna de una gran afición impoluta con el pasar del tiempo y las
circunstancias.
SIN MUCHA HISTORIA QUE CONTAR
NOVILLADA EN MARACAY
Aislados momentos de lucimiento, donde la inactividad de los
novilleros actuantes se puso en evidencia, fue lo que dejó en el tintero las
actuaciones de los espadas que este sábado hicieron el paseíllo en el ruedo de
la Plaza de Toros “César Girón” de Maracay”.
En el marco de novillada extraordinaria, se han lidiado
reses de los hierros de Bellavista y El Laurel, ambos propiedad del Dr. Luis
Ortiz, el cual lucieron discreta presencia e irregular comportamiento en los
engaños, no del todo aprovechada por los coletas en su mayoría. Para tal
efecto, muy escasa presencia de aficionados la que se dio cota en los tendidos
del coso de Calicanto.
Una tarde que prometía novillos para el triunfo, tal como
nos comenta “El Tato” Ramírez,
se redujo a aislados detalles que no fueron propicios para algún apéndice
auricular. Basta decir, que Miguel Tahan “El
Jeque” muy bien ataviado de vino y azabache, tuvo a su cargo los
momentos estelares de la larga jornada con derechazos de lujo, con temple y son
que ameritaron la música. También tuvo momentos de gloria Miguel Rodríguez “Curro Choroní” con el aliento del
paisanaje, buenas verónicas que le robó al novillo de Ángel Miguel Guía
y luego muletazos que se esfumaron entre el querer y no poder para dar vuelta
al ruedo.
Ángel Alberto Hernández se dejó sorprender por la
inactividad quedando inédito ante un bravo novillo. Deseoso Ángel Miguel
Guía, molestado por la brisa. Largos derechazos de buen gusto de César
Parra sin poder redondear labor y fallando con el acero; valiente Cristian
Broy en su novillo; sin suerte Manuel Moreno con el incomodo del
encierro y desacertado y abúlico el novel Ángel Mijares con un novillo
que tenía recorrido y fijeza y que lamentablemente se encontró con un novel sin
recursos ni aptitudes pasaportándolo cuando usía ordenó el aviso.
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