"...La renuncia de la Asamblea Nacional al cumplimiento del deber para pasar sus facultades legislativas al Ejecutivo transforma el modelo de Estado Democrático y de Derecho establecido en la Constitución venezolana en una autocracia sin controles ni contrapesos..."
UN GOLPE A LA DEMOCRACIA CONSTITUCIONAL
Por la calle real
Fortunato González Cruz**
Mérida, 25/11/2013.- Con la aprobación de la Ley Habilitante que traslada la facultad de legislar al presidente de la República, la Asamblea Nacional renuncia a su competencia fundamental de producir leyes y a una de las condiciones básicas de la democracia que es el debate político de los asuntos que deben ser atendidos mediante leyes. La maltrecha democracia venezolana se reduce cada vez más y acelera el tránsito una autocracia.
El debate es esencial al proceso legislativo. Está en su naturaleza porque las leyes son restricciones a la libertad, pautas que regulan el comportamiento de los ciudadanos, de sus organizaciones y del propio Estado que tiene que ser regulado tanto por la Constitución como por las leyes; de allí que la sociedad, mediante su representación parlamentaria, tiene el derecho a la exposición libre de las opiniones políticas. Por lo tanto es anormal que el parlamento renuncie a su obligación fundamental que es el debate de las leyes. Cuando lo hace la democracia se deteriora, puesto que uno de sus fundamentos es la división y separación de los tres poderes clásicos.
La renuncia de la Asamblea Nacional al cumplimiento del deber para pasar sus facultades legislativas al Ejecutivo transforma el modelo de Estado Democrático y de Derecho establecido en la Constitución venezolana en una autocracia sin controles ni contrapesos. Ya lo había hecho varias veces cuando gobernaba el difunto, pero ahora es mucho, muchísimo más dañino puesto que quien ejerce la jefatura del gobierno no tiene valores democráticos, ni talento, desconoce los contenidos constitucionales, atropella, abusa y toma decisiones cuyas consecuencias llevan al país a una crisis cada vez más profunda.
Es un acto de irresponsabilidad política de un órgano clave para el funcionamiento del modelo democrático constitucional, que además cuenta con el silencio cómplice del Poder Judicial que ha debido alertar sobre la evidente inconstitucionalidad del traslado de la función legislativa llevada a la exageración de habilitar al Presidente para dictar normas penales y leyes de naturaleza orgánica que son reservadas en exclusiva al Poder Legislativo.
La Ley Habilitante es un punto de inflexión en el modelo constitucional venezolano que lo transforma de Estado Democrático de Derecho en un modelo definido por la arbitrariedad disfrazada de una aparente legalidad. Puede afirmarse que en Venezuela ya no existe la democracia sustentada en la Constitución de 1999.
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**Fortunato González, es Catedratico de la U.L.A. de Mérida-Venezuela / Miembro de la Academia de Ciencias Políticas y Sociales / Fundador y Director de la Cátedra de Tauromaquia "G. Briceño Ferrigni" de la U.L.A.
¿Y que diferencia hay entre el gobierno de Venezuela y el Gobierno de España? Allá van por las claras y aquí con el engaño, pero al final todos es mentira en uno y otro país. Falsas democracias para detentar el poder en contra de los intereses y libertades de la ciudadanía.
ResponderEliminarMaduro no engaña a nadie y Rajoy estafa a todos menos con los que ha pactado la continuidad de la política del repugnante Zapatero, incluido la libertad e los asesinos por terrorismo y comunes. ¿Por qué no incluyó esta ignomia en el programa electoral?
Sinvergüenzas de tomo y lomo contra Espàña por la vía de la corrupción económica, política y moral.
Mi recuerdo a tantas familias arruinadas por el paro y la crisis y a las víctimas del terrorismo y del gobierno.
Buenas noches...por decir algo.
F. Satrústegui.
Estoy plenamente de acuerdo con usted Sr Satrústegui, pues lleva más razón que un santo. Solamente le ha faltado añadir a sus recuerdos a las víctimas de la Republica, de los rojos y del franquismo, porque también hubo por parte de los tres, para dar y tomar. Pero que ese lapsus no le empaña para nada su excelente y justo comentario.
ResponderEliminarUn abrazo
Andrea Zurita