Como ayer no torearon Fandiño ni José Tomás, que por ahora han sido los dos únicos toreros que se negaron a brindar a Don Juan Carlos quedando en absoluto descrédito y en ridículo por tamaña falta de respeto, a Don Juan Carlos le brindaron ayer sus primeros toros los tres matadores que ayer hicieron el paseo.
Cinco toros al borde de la invalidez y un excelente cuarto del que Abellán debió cortar una oreja
Madrid. Plaza de Las Ventas. Miércoles 20 de mayo de 2014. Decimo tercera de feria. Corrida de la Prensa. Tarde fresca y ventosa con más de dos tercios de entrada.
Seis toros de Jandilla, bien presentados aunque desigualmente presentados, noble aunque muy blandos salvo el cuarto que fue único que dio buen juego en la muleta Noble sin fuerza alguna el primero. Otro parecido el segundo. Y lo mismo el tercero. En la muleta, encastado y noble el cuarto. Manejable con poca fuerza y a menos el quinto. Mas o menos al anterior el sexto.
Miguel Abellán (nazareno y plata): Pinchazo y estocada caída, silencio. Media tendida trasera que fue suficiente, ovación con saludos.
El Fandi (blanco y plata): Estoconazo trasero y descabello, palmas sin que faltaran algunos pitos de la gentuza habitual. Estocad, palmas.
Manuel Escribano (rosa y oro): Estocada corta trasera y descabello, palmas.
La tarde de ayer, sin ser de máximo relumbrón, intuimos que sería divertida, movida y espectacular. No lo fue por desgracia salvo en pocos momentos. Sobre todo en los tercios de banderillas en los toros segundo, tercero, cuarto y sexto aunque no supimos hasta llegar las lidias de estos cuatro toros si El Fandi y Manuel Escribano parearían en solitario o ambos por expresa invitación de uno a otro.
Ayer, además, asistió al festejo como viene siendo de rigor, no S. M. El Rey Felipe VI que estaría celebrando la primera comunión de La Princesa de Asturias, sino S. M. el Rey Emérito, Don Juan Carlos I, acompañado por el Presidente de la Asociación de la Prensa y supongo que por algún matador de toros. Ocasiones varias tendrá Don Felipe de pasarlo bien a parte de seguir recibiendo los brindis de los tres matadores. Otro día será. La próxima Corrida de La Beneficencia.
Como ayer no torearon Fandiño ni José Tomás, que por ahora han sido los dos únicos toreros que se negaron a brindar a Don Juan Carlos quedando en absoluto descrédito y en ridículo por tamaña falta de respeto, a Don Juan Carlos le brindaron ayer sus primeros toros los tres matadores que ayer hicieron el paseo.
Ambos Reyes, Don Juan Carlos y Don Felipe. Merecen plácemes por el solo hecho de estar presentes, respetando a los actuantes y a La Fiesta tan necesitada de apoyos de las máximas magistraturas de la Nación. Me niego a llamar Estado a nuestra España y grito Viva El Rey y viva España con la voz más fuerte de que sea capaz.
Sea lo que fuere cuanto aconteció, la tarde fue de gala además de tradicional aunque desde hace años esta corrida de La Prensa, como la de Beneficencia se celebran dentro de la feria isidril. Quizá antes de tomar esta decisión tuvieron mayor rango. Pero no era cuestión de que se complicaran las cosas y que el público no acudiera en masa por tratarse de festejos fuera del abono.
Fuera o dentro, otra vez tengo que referirme a la crítica taurina respecto a la, salvo poquísimas excepciones, mayor o menor espontaneidad con que la mayoría de los que opinan, suelen discrepar entre sí. Escribir de oídas es malísimo porque no das tu opinión, sino la del que te “chiva”. El mundo profesional está lleno de “chivatos” Y de de la crítica llena de los que se dejan “chivar”. Pero hacerlo después de leer a otros, el resultado es catastrófico. Lo mejor es equivocarse o aceptar solitos. Del juego de los toros de Alcurrucén antier, hemos discrepado de la mayoría. La corrida no fue mala en su totalidad. Pero buenísima…, ¡amos, anda!….
Pues bien, esto es lo que hicieron ayer Miguel Abellán, El Fandi y Manuel Escribano con los toros de la ilustre ganadería de Jandilla.
A porta gayola Miguel Abellán para recibir con una larga de rodillas al primer toro de la tarde. Poco faltó para que la diera perfecta. Luego el animal huyó de su capote en cada por cierto lucido lance que le pegó. Verónicas a compás abierto, a pies juntos y revolera. Suelto siempre, metía la cara. Cumplió en varas aunque, tras doblar las manos al salir de segundo puyazo, acuso cojera. Fáciles sin más los peones en banderillas. El toro bajo los tendidos de sol. Y Abellán hasta la meseta de toriles que es donde se sentó Don Juan Carlos. Buena aunque más modesta localidad que las barreras de sombra. Abellán empezó con ayudados y chicotazos antes de emplearse en los redondos. Noble aunque sin fuerza alguna el toro, amagó con perder y perdió las manos. A Miguel no le importaron estas claudicaciones y consiguió ligar una primera tanda llevando la muleta a media altura. Le molestó el viento en la segunda pero la consumó. Y al natural le resultó aún más incómodo torear. El toro hasta se cayó en un cambio de mano de adorno. Mató de pinchazo y estocada caída.
Y otra vez a porta gayola en el cuarto. Estoy más que harto de portas gayolas. Tantas y tan seguidas, desvirtúan la arriesgada suerte. Otra larga en el tercio y, por fin, buenos lances. Este castaño al menos no perdió las manos hasta el momento. Galleo por chicuelinas y primer puyazo aliviado. Sueltecito el toro. El segundo encuentro sin castigar. Quite de El Fandi por tafallera y chicuelina y revolera. Se dolió mucho el toro en palos. Desarme para empezar la faena por bajo. Y toro al suelo. No se libra ni uno. Derechazo y segunda caída. Al segundo siguiente, otra vez… Mejoró mucho la cosa con tres más muy ligados al de pecho. Y cinco más con transmisión. Así continuó la faena repentinamente repuesto el burel que pareció encastado además de muy noble. Los naturales fueron de peor a mejor. Ayudado por bajo y trinchera. Mató de más de media estocada tendida trasera que fue suficiente. Fue toro de triunfo. Y se pidió la oreja sin mayoría de pañuelos. Abellán se quedó sin trofeo y la gente abroncó al palco.
El Fandi es mucho Fandi y como tal enfrentó un hermoso castaño chorreado con larga de rodillas en el tercio y con su habitual temple con capote a la verónica, rematando con media de rodillas. Galleó por chicuelinas dejando al toro ante el caballo con media recortada. Tras recibir el primer puyazo aliviado, el animal cayó a la arena. Quitó por Chicuelinas el granadino. Vistoso en la brega – El Fandi siempre lo da todo – el toro fue de bravo al segundo encuentro. Quite de Manuel Escribano por más chicuelinas y otra vez las manos perdidas del burel. Tango en el 7. Y llegó el tercio de banderillas de don David, que este tercio tiene don. El primero en corto con el toro casi parado. El segundo provocando al paso de espaldas la muy tarda embestida de toro hasta clavar muy bien. Y el tercero al violín de fuera a dentro con la carrera acostumbrada delante del animal hasta dejarlo seco. Los palmoteos gasones del 7, absolutamente ridículos. Brindis de EL Fandi al Rey. Muy blando el animal, David supo templarlo aunque sin emoción. El toro, muy noble, no trasmitió nada por su relativa invalidez. Muy por encima de las condiciones del toro el de Granada. Temple con mayúsculas aunque no fue posible sostener siempre al burel. Inasequible al desaliento, quiso dar naturales hasta tener que desistir. Mató de estocada trasera haciéndolo todo él.
El también castaño quinto salió con muchos pies y correteo hasta pararse. Pero volvió a ser alegre en el capote de El Fandi que desistió de lucirse al levar al animal hasta un burladero de sol, ya casi oculto. Cumplió el toro en el primer encuentro sin que pudieran picar por derribar de inmediato. Quite de El Fandi por delantales, cayendo el toro al dar el segundo. Ni para un análisis de sangre el segundo puyazo. En acción banderillera Fandila. La moviola el primero. Sensacional el segundo en dos trayectos. Y dos en un solo intento el tercero: Por delante al violín y el siguiente de poder a poder. Enorme ovación con la inevitable murga de los sietemesinos que ni mandados hacer de encargo… Brindó Fandi al público. Y empezó la faena de rodillas. Al dar el de pecho en pie, perdió las manos el toro. Pero la gente quería fiesta. El toro por tardo y el viento, no. Hubo que cambiar de terrenos. Dos con la derecha y de pecho con pérdida de manos. Tres más y el de pecho medio qué. Nada por naturales. No fue toro de izquierdas. Y ya venido abajo el animal, inútiles porfías con la derecha. Se acabó el carbón. Mató de estocada.
Manuel Escribano es otro que siempre sale a por todas. Pero el tercer toro, tampoco le sobraron las fuerzas y salió suelto de Sevillano de Gerena. Se fue el toro por su cuenta al caballo aún sin colocar, perdiendo las manos al salir suelto. Le señalaron sin castigar lo más mínimo en el segundo puyazo. También Escribano banderilleó en solitario. Bien pero sin poder evitar que el burel perdiera las manos. Muy bueno el tercer par al quiebro por dentro. Ovación. Y los del 7, con la matraca… Como no podía ser menos, Escribano brindó a Don Juan Carlos que, como en los dos anteriores, recogió la montera volandera perfectamente con sus manos. Escribano inició la faena en los medios con pases cambiados y bien en redondo con otra perdida de manos del animal en dos tandas que gustaron a los aficionados normales. Al natural, lo mismo. Muy noble el animal aunque blando y muy tardón. Más con la derecha teniendo que tirar del animal en cada pase porque ya apenas tuvo arrancadas. Y más al natural…. En fin… que debió matar antes. Estos toros tan flojos dejan desairados a los toreros por mucho empeño que pongan.
Y el sexto. Y ¿otra porta gayola? Si. Aunque en esta, Escribano se arrodillo lejos de la puerta de chiqueros. Fue la que mejor salió ayer. Muy grande el toro jabonero. Y poco que contar con el capote después de la larga a porta gayola. Suelto del primer puyazo y evidenciando lo de todos. La desdichada falta de fuerza. Segundo puyazo aliviado y en solitario Escribano con los palos. Colocó al toro recortándole a cuerpo limpio antes del primer par que puso en los medios. Por dentro el segundo. Y quiebro al violín por dentro el tercero. Brindis de Escribano. El toro se rajó hacia tablas para empezar. Pero llevado a donde estaba Escribano, embistió por abajo por el lado derecho. Bien el de Gerena, Se rebrincó el animal por el lado izquierdo yendo sin regularidad. Muy empeñoso aunque sin poder gustarse casi nunca. Y las inevitables manoletinas. Estoconazo trasero.
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