Fco. José Espada con la oreja del 4º novillo
"...Y así fue como Francisco José Espada se quedó sólo en el ruedo y tuvo que matar a los seis novillos del festejo. En otros casos semejantes, hemos visto como matadores de toros con gran experiencia, se venían abajo ante el impacto psicológico que supone matar seis toros, uno detrás de otro. Francisco José Espada demostró tener una enorme fortaleza mental, porque asumió el reto con toda tranquilidad..."
LÁSTIMA DE ESPADA
Domingo Delgado de la Cámara
Mucho baile de corrales en la antesala de la tercera y última novillada de San Isidro. Primero desecharon una novillada de El Montecillo por chica, después desecharon por grande otra novillada de la misma ganadería. Más tarde trajeron una novillada de El Ventorrillo también desechada. Al final cuatro novillos de la ganadería titular (para que no se puedan devolver entradas) y dos de Dolores Rufino, todos ellos feos por altos y estrechos. Los de el hierro titular fueron muy mansos en el primer tercio, dos de ellos se dejaron torear y otros dos no. Los de Dolores Rufino, nobles y justos de fuerza.
El primero de la tarde, era manso y violento, embestía con feo estilo. Martín Escudero se puso a torearlo dando al novillo todas las ventajas, como si fuera bueno. Y sobrevino el percance. Cuando toreaba con la zurda fue cogido de forma espeluznante, quedando sobre la arena con una fuerte conmoción cerebral. Joaquín Galdós también sufrió conmoción cerebral cuando recibía de capote al tercero de la tarde.
Y así fue como Francisco José Espada se quedó sólo en el ruedo y tuvo que matar a los seis novillos del festejo. En otros casos semejantes, hemos visto como matadores de toros con gran experiencia, se venían abajo ante el impacto psicológico que supone matar seis toros, uno detrás de otro. Francisco José Espada demostró tener una enorme fortaleza mental, porque asumió el reto con toda tranquilidad. Sin venirse abajo en ningún momento, hizo frente a la situación con mucha gallardía. Aunque sólo tiene diecinueve años, Espada es todo un hombre y puede estar muy orgulloso de la gesta de ayer. Pocos toreros guardan en su currículum vitae una hazaña como la de ayer. Y además en Madrid.
Pero hubo mucho más, porque no sólo hizo frente a tan duro compromiso, además toreó muy bien. En lo único que falló fue con el estoque, solamente en este momento perdió la serenidad. Se mostró muy inseguro con el acero. Y fue una lástima, porque con una espada eficiente, en vez de cortar una oreja, habría podido cortar hasta cinco. El éxito hubiera tenido ribetes históricos. Lástima de espada. Es una broma macabra que alguien que se apellida Espada, ande tan mal con la espada. Le pasa lo mismo que El Cid, que siempre ha sido muy flojo con la tizona. Repito, una verdadera lástima. Aunque sea someramente, repasemos la gran actuación de Francisco José Espada novillo a novillo.
El primero era muy áspero, no humillaba y embestía a pechazos. Ya hemos dicho que cogió a Martín Escudero cuando trasteaba de muleta. Teniendo en cuenta la maldad del novillo, Espada no se anduvo por las ramas y se quitó a esta prenda de en medio con rapidez. En este momento nadie imaginaba que iba a matar todos los novillos del encierro.
El segundo fue de Dolores Rufino, era noble, sosito, se dejó torear. Espada lo entendió de maravilla, en una faena muy bien estructurada, con muletazos suaves y series muy bien ligadas. Además el trasteo fue a más. La estocada quedó muy tendida y trasera. La primera faena de oreja quedó en saludos desde el tercio. En ese momento, comenté a mi amigo Vicente López que las dudas que este novillero había suscitado en novilladas anteriores, quedaban totalmente disipadas. Acabábamos de ver al Francisco José Espada grande del año 2014.
El tercero prendió dramáticamente a Joaquín Galdós al torearlo a la verónica. En este momento Espada se quedaba sólo. No le impresionó tan tremenda circunstancia. También estuvo muy bien con este tercero. Se esforzó en alargar las embestidas a un novillo renuente a embestir. Este chaval tiene el valor para pensar en la cara del toro, tiene la técnica para dar a cada toro su lidia, y luego torea despacio y con ligazón. Estuvo muy por encima de este novillo.
El cuarto mostró una mansedumbre a la antigua, de esas que ya no se ven. Saltó al callejón, con el correspondiente sobresalto y regocijo del personal. No se dejó picar, huía despavorido en cuanto sentía el hierro. Sin embargo, a pesar de todo este despliegue de mansedumbre, fue bueno en la muleta. Hasta que se rajó, embistió con nobleza y repetición. Espada volvió a estar muy bien, en una faena ligada y torera. Aprovechó muy bien la bondad del novillo. Después de un pinchazo y una estocada desprendida, cortó una oreja, a la postre, la única del festejo.
El quinto embistió mucho teniendo en cuenta lo alto y feísimo que era. La faena empezó de forma desigual por el empeño del torero de echarse al toro demasiado hacia adentro. Cuando lo llevó más largo, ligó mejor y consiguió buenas series de redondos en un trasteo que fue de menos a más. Hubo una gran serie con la izquierda. Runrún en el tendido de faena de hasta dos orejas. Pero…el bajonazo aguó la fiesta. Entonces se desató una enorme polémica. Considerando lo defectuoso de la estocada, el presidente no concedió la oreja. Mientras que el público, considerando lo excepcional de la situación y la proeza del novillero, exigía la concesión del trofeo a toda costa. Yo siempre he sido de la opinión de que no deben concederse orejas si la faena no está rubricada con una buena estocada. Pero no hay regla sin excepción y la excepción la tuvimos ayer. La machada del novillero de Fuenlabrada merecía la salida por la Puerta Grande. Por otro parte, resulta sangriento negar esa oreja a ese novillero, cuando el viernes se dio la oreja más ignominiosa y más impresentable en la Historia de la Plaza de Madrid
El sexto fue tan noble como justito de fuerza. Francisco José Espada, ya con cinco novillos en el cuerpo, no dio muestras de agotamiento. Entendió bien la bondad del novillo, llevando la embestida a media altura con suavidad. Otra faena de premio malograda con el estoque, esta vez se atascó en exceso con los aceros. La ovación con la que fue despedido el novillero fue clamorosa por larga y sentida por el público. Esto no tiene nada que ver con los aplausos de protocolo que solemos oír todas las tardes. El muchacho se ganó la admiración y el respeto de todos. Estuvo muy bien en las seis lidias y fue una pena el mal uso del acero. Pero bien orgulloso puede sentirse por la hazaña. Esto sí es poner una pica en Flandes. Hoy sí que debemos deshacernos en alabanzas, porque la mayoría de los días, lo que tanto cantamos sólo suele ser vulgaridad y buena suerte. Y hablando de alabanzas, por último hay que felicitar a José Daniel Ruano y Alberto Aponte “Candelas” por unas lidias exactas y precisas, de pocos capotazos, pero todos buenos.
Cogida de Martín Escudero por el 1º novillo,
de El Montecillo.
Cogido de Joaquín Galdós por el 3º novillo,
de El Montecillo
El 4º novillo “Cocodrilo” saltó al callejón
Espada y el 2º novillo.
Espada recibió al 4º novillo a puerta gayola
Espada y el 4º novillo.
Espada y el 5º novillo.
Puyazo del picador Felipe López al 5º novillo
Espada y el 6º novillo, de Rufino Martín.
Escudero fué cogido por torpe y por estar descolocado. Pero esto no se dice ya que el novillero es amigo de esta casa y hay que taparle.
ResponderEliminarIgnacio Colombo
La estocada del quinto era muy baja y no merecedora de oreja si se quiere ser riguroso (aunque a Lopez Simón se le regaló la Puerta Grande tras haber pinchado). Pero es evidente que en Madrid a los desconocidos, feos y pobres hay que apoyarles y hasta regalarles orejas. Que pasarán al olvido como han pasado al olvido las Puertas Grandes de Rubén Pinar, Matias Tejela o Cesar Jimenez. Y figuras como Juli o Ponce o Morante con demasiado pocas en comparación a lo que han echo en esta plaza. Luego leyendo cronicas como esta los aficionados no se sorprenden si las figuras vienen solo una tarde o ninguna.
ResponderEliminarDesde el tendido 10
A Ignacio Colombo hay que decirle los muchos que sin ser “torpes” son cogidos precisamente por estar “descolocados”. Que más quisieran estas “colocados” y tener un sueldo seguro. Está en lo cierto Ignacio cuando dice “es amigo de esta casa y hay que taparle”, o sea, que está en paro, es amigo del PP y hay que taparle.
ResponderEliminarAl del tendido 10, hay tantas “estocadas” en el sin vivir de tantos españoles que ya va siendo hora que las orejas (si se quiere ser riguroso) se las corten a los “políticos” que las llevan solamente de adorno y nunca par oír el lamento de las personas que son “toreadas” ahora por el PP y antes por el PSOE.
Saludos a los dos de un aficionado de la justicia social