"...El Sr. Toledo es un tipo que rezuma odio contra el mundo hasta límites incalculables, pero entiendo que principalmente se odia a sí mismo, y lo expresa atacando a diestra y siniestra. Sinceramente creo que el Sr. Toledo, con su verborrea mal educada y soez, solo está manifestando su incapacidad, su mediocridad, su inferioridad..."
La mente de Willy Toledo
Rafael Comino Delgado
Con cierta periodicidad, un señor llamado Willy Toledo vomita cantidad de exabruptos, insultos, blasfemias, contra todo lo que se mueve y no es de su agrado.
Poco tiempo hace arremetió contra la alcalde de Madrid, Sra. Carmena, para "cagarse en sus muertos"; hace unos días contra el atleta olímpico Orlando Ortega, español de origen cubano, llamándole "gusano" y antes lo había hecho contra el Rey, contra el presidente del gobierno, contra la Guardia Civil, contra la Virgen del Pilar, etc. También son frecuentes sus encendidos elogios del régimen dictatorial, torturador de los Castro en Cuba.
Creo que es actor (naturalmente subvencionado), pero yo jamás he leído una crónica en que se hable bien o mal de su trabajo en el cine o teatro, de tal manera que si no fuese por sus salidas de tono no sabría de su existencia, lo que me lleva a pensar que las hace para que suene su nombre, ya que no suena por motivos profesionales. ¡Lo que hay que hacer para comer!.
A través de sus prédicas uno se puede hacer una idea de cómo es el personaje, y la idea que yo me he hecho es que se trata de un ser trastornado, que en algún momento de su vida debió sufrir un impacto psíquico que le ha desordenado la mente, hasta el punto de que probablemente ya no tiene solución.
El Sr. Toledo es un tipo que rezuma odio contra el mundo hasta límites incalculables, pero entiendo que principalmente se odia a sí mismo, y lo expresa atacando a diestra y siniestra. Sinceramente creo que el Sr. Toledo, con su verborrea mal educada y soez, solo está manifestando su incapacidad, su mediocridad, su inferioridad. Realmente de todo lo que acusa a los demás son sus propias deficiencias, sabe que las tiene, no las acepta y las proyecta, constantemente, en el prójimo, al que odia por ser superior a él. Como dijo Voltaire "la gravedad continuada no es sino una máscara de la mediocridad", que no puede superar y por eso está enfadado con todo el mundo, menos con el régimen de Castro, donde le dan cierta coba.
¡Sr. Toledo! ¿ha probado Vd. alguna vez a ser tan crítico consigo mismo como lo es con los demás? En realidad creo que no lo ha probado, ni sea capaz de probarlo.
¡Sr Toledo! es muy fácil criticar a los demás y mucho más difícil hacerse autocritica sincera, por eso Vd. no es capaz de hacérsela, dada su inmensa mediocridad. Los inferiores, como Vd., en lugar de tratar de mejorar lo que hacen es criticar, condenar, todo lo que no está a su alcance.
¡Sr. Toledo! se pasa la vida ocupándose de los defectos de los demás y no le queda tiempo para ocuparse de los suyos, que son muchos. En el Quijote se dice, ¡Que locura o que desatino me lleva a contar las ajenas faltas, teniendo tanto que decir de las mías!
¡Sr. Toledo! de sus palabras se desprende que es muy mal educado, y debería saber que el hombre alcanza el grado de verdadera hombría a través de la educación, según pensaba Immanuel Kant.
¡Sr. Toledo! Vd no respeta a nada ni a nadie (sean opiniones, ideas, sentimientos, personas) y por tanto es natural que nadie le respete, ni le tome en serio, que es justamente lo que ocurre. Nadie, absolutamente nadie, le toma en serio, ni siquiera en Cuba, por eso Vd. dice que se va a ir a vivir allí pero nunca se va.
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