"Sé que piso unos terrenos donde los toros hacen mucho daño. Pero prefiero pagar ese peaje a mentirme a mí mismo o mentir al animal"
- El torero murciano ha sido uno de los triunfadores de la temporada 2019. Volvía a hacer el paseíllo tras el grave percance que le hizo perder el ojo izquierdo, pero Ureña no aflojó. Más entrega y mejor toreo. Nos habla de Madrid, Bilbao, sus otras aficiones...
David Zamora
Pureza y emoción.com, Madrid, Noviembre de 2019
Paco Ureña es uno de los nombres del toreo en estas últimas temporadas. Sudor, lágrimas y sangre le ha costado al murciano. La suya no ha sido ni es una trayectoria fácil. Años de sequía que logró superar gracias a su entrega absoluta; a ese toreo caro que ha acabado brotando de sus muñecas.
Por fin se situó, que no acomodó, y su sinceridad le ha llevado a tardes de gloria pero también de mucho hule. El percance más grave lo sufrió en Albacete el 14 de septiembre de 2018, y como consecuencia perdió el ojo izquierdo. A partir de ahí, la incógnita de si volvería a torear y de si Ureña sería o no el mismo. Las dudas las despejó rápido. En su reaparición, en Valencia, sólo necesitó un quite para dejar claras sus intenciones. Y así ha sido. Un año en el que se ha entregado aún más si cabe, rompiéndose en Madrid y Bilbao, saliendo en volandas de ambas plazas. Hablamos con el torero.
- Esta temporada era especial, sin duda. Volvías a vestirte de torero tras un gravísimo percance. Tanto en el toreo como en la vida, ¿qué te ha hecho cambiar esa cornada?
Te cambia mucho. Voy a tener unas secuelas de por vida, y todo ello conlleva a tener que hacer muchos cambios. Profesionalmente, a readaptar tus limitaciones a tu manera de interpretar el toreo. Gracias a Dios, con ese cariño y pasión por el toreo, lo he superado.
- Triunfador de la temporada 2019 para, diría yo, una mayoría. Enhorabuena. No hay mejor manera de superar todo.
Ha sido una temporada importante, y viniendo de una situación así, pues ha habido cosas de mucha relevancia.
- ¿Con qué momento te quedas?
El momento de la reaparición en Valencia. El volver a hacer el paseíllo en una plaza de toros.
- Abriste la Puerta Grande de Madrid, y de qué manera. Vaya recital de toreo al natural.
Fue una Puerta Grande muy especial porque pude interpretar mi toreo y mostrarme como soy. Y, también, por como se vivió en la plaza, con ese ambiente en el que todo el mundo deseaba una cosa así. La salida fue muy emocionante, así como la sensación de ver tanto cariño, con tanta gente emocionada ese día. Es un sueño cumplido.
- ¿Esperabas que una Puerta Grande de Madrid hubiese tenido más peso?
Yo nunca espero nada de nada. Tuvo muchísima fuerza. Otra cosa es que eso se traduzca en contratos. Eso ya se escapa de lo que yo tengo que hacer. Indudablemente, ha sido una de las Puertas Grandes con más fuerza que ha habido este año en Madrid. Y en el toreo, como en cualquier otra profesión, las cosas no son iguales para todo el mundo porque no todos ven las cosas de la misma manera.
- En Bilbao podemos decir que te desnudaste, que dejaste fluir tu toreo y tu sentimiento sin que te importara ni pensaras en nada.
Ese es mi toreo y ese soy yo. Después hay muchos condicionantes y situaciones para que eso se pueda sacar, pero ese día se juntaron y fue maravilloso. Y pasaré a la historia por ser el primer matador de toros que en corrida de terna le corta las dos orejas a cada uno de sus toros.
- En septiembre volviste a Albacete, donde un año antes ocurrió ese grave percance del ojo. ¿Qué sensaciones tuviste?
Son días que marcan y en los que se te vienen muchas cosas a la mente. Además, fue todo un poco loco. Tenía dos corridas y la primera se suspendió. Tuvimos que esperar a la siguiente, y fue una tarde desapacible, aunque bonita por ver el cariño con el que me esperaba la gente. La pena es que no pude torear como esperaba porque la corrida de toros no ayudó, quitando el toro de Castella.
- Delante de los toros siempre se te ve queriendo hacer las cosas muy bien. Dando el pecho, rematando muy atrás, y con la pata pa´lante cargando la suerte. El toreo auténtico, ejecutado y predicado siempre por los grandes maestros. Sin embargo, hoy en día cada vez son menos los que queréis o sois capaces de hacer ese toreo.
Eso va en el compromiso que cada torero tome con su profesión. Tienes que llevarlo en tu ADN. Tienes que asumir unos riesgos y un compromiso con un animal, y sabes que estás pisando unos terrenos donde los toros hacen mucho daño. Lógicamente es el peaje que estoy pagando y que pagaré, pero prefiero pagar ese peaje a mentirme a mí mismo o mentir al animal. Eso para mí es lo peor.
- Respecto al toro, el peor defecto que puede tener es que se pare porque imposibilita cualquier opción de triunfo. Pero, además de ese, ¿cuál es el defecto del toro que más molesta al torero?
Hay toreros que se molestan con uno y otros con otros. En mi caso, el defecto más grande que puede tener un toro es el mismo que puede tener una persona, que es que sea mentiroso. Falso. Que no sea capaz de entregarse. Los demás defectos pues bueno… puede humillar más o menos, moverse más o estar más parado... Pero el que no se puede perdonar es que sea falso y no sea capaz de tener entrega.
- ¿Cómo intentas pasar las horas previas a la corrida?
Con normalidad. Antes de irme a torear intento estar el mayor tiempo posible en mi casa y hacer mi rutina, donde yo me encuentro a gusto. Y, si estoy fuera, estar tranquilo y disfrutar de todo, de mi cuadrilla y de mi gente, y de ver ese vestido puesto en una habitación con el capote de paseo. Es un sueño ver todo preparado para salir a hacer lo que más me gusta.
- Pensar lo menos posible...
Por supuesto que antes de cada corrida tienes tus dudas y tus miedos, pero con la experiencia y los años el cuerpo se va haciendo. Intentas que todo eso sea lo más natural posible.
- ¿Qué otros gustos, además de los toros, tiene Paco Ureña? Fútbol, tenis...
No soy muy aficionado al fútbol, sólo me gustan ciertos partidos. Me gusta mucho el boxeo y las motos porque en muchos aspectos los veo muy similares a mi profesión.
- ¿Algo especial que tengas en la mente antes de retirarte? ¿Algún hito?
Ahora mismo no lo sé. Espero que mi corazón aguante para que esté mucho tiempo y me dé tiempo a pensar eso. Ahora sólo quiero dirigir mi carrera hacia donde quiero.
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