Joselito Ortegón. Foto: Archivo
CARTA ABIERTA
Crónicas para aprender…
(Joselito Ortegón, matador de toros)
En los momentos de aflicción o de alegría, nos imaginamos alcanzar la estrella que cruza rauda el firmamento. El retiro forzoso al que estamos obligados casi que todos los habitantes del planeta, nos lleva a explorar más allá de la rutina, un motivo que llene el vacío interior que produce el enclaustramiento
Prender el computador para navegar en el internet o recalar en una página web que despierte nuestro interés por su contenido, es un bálsamo para el espíritu cuando crees que se te ha agotado la imaginación.
Soy fiel lector del contenido de la página Web del Dr. Jorge Arturo Díaz (www.cronicatoro.co) y, ¡oh sorpresa!, de pronto descubres como amante de la Fiesta Brava, todo un manantial de conocimientos taurinos, de cultura, de historia y de riqueza idiomática, en las deliciosas crónicas de Barquerito y del Dr. Díaz.
Leer a Barquerito es sumergirte en un dialogo interesante y profundo con Dante, Petrarca, Bocaccio o Plauto. Pero su vastísima cultura no para allí. Este extraordinario y polifacético escritor taurino, nos recuerda muy a menudo a otro maestro de la crónica taurina: a don Antonio Diaz Cañabate. Su libro "Historia de Una Taberna", es el compendio de la vida y costumbres del Madrid castizo y la clientela de la taberna de Mesón de Paredes propiedad del que fuera matador de toros Antonio Sanchez. Torero y pintor. Alumno y amigo del venerado maestro Ignacio Zuluoga, quien inmortalizó en sus lienzos a los "Toreros Gitanillos". Sentía una verdadera debilidad por la raza gitana y solía buscar sus carpas y fogatas, y entablaba con ellos un diálogo sobre cualquier cosa para poder presumirles, que "chamullaba el caló".
Y qué decir del Dr. Jorge Arturo Diaz y su prodigiosa memoria taurina. Leer sus crónicas es aprender a ver toros. Es descubrir aquellos detalles que a muchos se nos escapan cuando nos fijamos más en las formas que en el fondo. Un excelente plato expresado con la exactitud y la contundencia del conocimiento y la razón.
Leer a estos dos caballeros es adentrarnos en la cultura, no solamente en lo que tiene que ver con el mundo de los toros. Nos es muy grato aprender cosas nuevas, precisamente por quienes tienen mucho que decir.
Mientras existan personas que se toman el trabajo de hacernos la vida amable y recordarnos que la Fiesta Brava está más viva que nunca pese a las guerras a que está sometida en todos los frentes, siempre tendremos un motivo para informarnos y poder identificarnos con quienes nos ilustran con sus conocimientos.
Att. Joselito.
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