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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

martes, 2 de diciembre de 2025

Mari Paz Vega: “Me he respetado a mí misma y a mi profesión” / por Carlos Bueno


Foto: Muriel Feiner.

'..Has lidiado Murteiras, Alonso Moreno, Cebadas, Dolores Aguirre… No te lo han puesto fácil..'

Carlos Bueno
El pasado mes de agosto Mari Paz Vega anunció que se retira de los ruedos. Ahora se prepara para afrontar la que será su última campaña. La torera malagueña tomó la alternativa en 1997 en Cáceres. Ha hecho carrera en España, Francia y América, y dirá adiós en 2026 después de 30 temporadas como matadora.

Imagino que estás metida en una preparación, digamos especial.

Efectivamente. Nunca he dejado de estar en forma y prepararme para torear en cualquier momento que me llamaran. Pero este año, con el aliciente de preparar mi última temporada, con una ilusión especial.

Tu carrera siempre ha tenido el denominador común de la dificultad. Has tenido el refugio de América; ahí te hiciste un hueco, pero últimamente parece que también allí se estaba poniendo complicado.

Está difícil en todos lados, pero es verdad que antes allí teníamos una bombona de oxígeno los toreros que no disfrutamos de muchas oportunidades. En América toreábamos un número importante de corridas y eso servía para seguir en activo, para mantenerte toreando todo el invierno cuando aquí no había toros y para vivir de tu profesión, que es lo importante. Para sentirse torero.

Últimamente te había perdido la pista.

Hace casi un año que no me pongo el traje de luces. Toreé en Perú y en Monterrey y luego un par de festivales aquí en España.

El 11 de octubre en un festival en Villanueva del Rosario, donde cortaste dos orejas y dejaste la sensación de estar en perfecta forma.

Eso es lo que intento, torear lo máximo posible en el campo, matar algún toro a puerta cerrada… Porque resulta evidente que la trayectoria y la madurez se notan delante de la cara del toro, pero cuando se deja de torear se pierde un poco el toque y siempre hay que pulir defectos que aparecen cuando no se está toreando día a día.

En la despedida irás de la mano de Lázaro Carmona, que ya te apoderó en tus inicios.

Va a ser todo un poco sobre la marcha, porque no tiene la fuerza que tenía cuando me llevaba en mis comienzos. Entonces pertenecía a una empresa importante que daba muchos toros. Pero bueno, ahora tiene más ilusión que entonces y le va a tocar luchar mucho más. Sé que va a moverse, va a tocar muchas puertas y a ver qué es lo que se consigue.

Te convertiste en matadora en 1997. En aquel momento ya lo había conseguido Cristina Sánchez, que fue quien te dio la alternativa. ¿Coincidir en el tiempo con otra matadora, cuando no se es la primera, te lo pone todo un poquito más complicado?

Sí y no. Con Cristina apenas coincidí una temporada porque ella se retiró, y toda mi carrera prácticamente he estado como única mujer, hasta que llegaron Raquel Sánchez, Conchi Ríos y un par de matadoras más.

Te forjaste como novillera en el Valle del Terror. Nunca has rehuido la dureza.

Creo que una de mis principales características ha sido intentar respetarme a mí misma y respetar mi profesión en igualdad de condiciones que cualquier compañero. Yo no tenía apoyo económico y me tocó apechugar, y por mediación de Lázaro hicimos todo el Valle del Tiétar y la Sierra de Madrid, porque lo que nos interesaba era torear, cuanto más mejor para ir preparada para el doctorado. El último año toreé 26 novilladas por toda esa parte, mucha voltereta, mucho aprendizaje, pero también me dio madurez para la alternativa que la tomé con prácticamente 50 festejos en cuatro años.

Has lidiado Murteiras, Alonso Moreno, Cebadas, Dolores Aguirre… No te lo han puesto fácil.

La verdad que no. Siempre he dicho que es importantísimo quien lleve tu carrera. A mí me tocó tragar muchas veces porque no tenía otra salida. Me decían “esto es lo que hay; si quieres bien y si no, nada”. Y a veces decíamos que sí sin la capacidad para matar ese tipo de corridas porque no tenía ni la madurez, ni la técnica, ni la seguridad necesarias.

Por lo menos tú tuviste un huequecito en carteles de México, Colombia, Perú, pero sobre todo en Venezuela.

Lo de Venezuela fue muy curioso. Coincidí unos festivales con el maestro Tomás Campuzano, que iba a despedirse a Venezuela donde él tenía mucho cartel. Me propuso ir con él y debuté allí mi primer año de alternativa en una corrida en Maracay. Corté una oreja y fue suficiente para darle la vuelta a toda Venezuela en las ferias importantes.

Confirmaste en México en el año 2000, en 2005 confirmaste en Madrid con una corrida muy seria de Javier Pérez Tabernero, saliste a hombros de la Monumental de México en 2011. Todo parecía que podía haberse encarrilado hacia una continuidad más sencilla, pero no fue así.

Es fundamental el apoderado. Por muy buena intención que tenga, muchas veces le cierran las puertas. Por eso hace falta tener todas las facultades del mundo y, además, el factor suerte; que te lleve una persona que tenga fuerza en el mundo del toro. Hoy en día, un Matilla te pone a funcionar seguro y hay ejemplos de ello. Hay quien tiene conocimiento y valor, pero si no la llevará quien la lleva… ¿Cuántas novilleras se han quedado en el camino con buenas aptitudes para llegar más alto de lo que llegaron?

¿Y eso de la dificultad añadida por ser mujer es un tópico?

Influye porque no estamos de igual a la igual. Si hubiera 100 toreras igual que 100 toreros, estaríamos en igualdad. Pero desgraciadamente sale una mujer por cada 100 hombres. Eso no es culpa de nadie, pero todavía hay algunos toreros que no ven bien a la mujer torera. Hoy la juventud ha normalizado a una mujer vestida de torero, pero en mi época no, y algunos matadores querían carteles muy rematados y eso dificultaba mucho mi inclusión. A la cara nunca me han dicho ‘no quiero torear contigo’, pero siempre me ponían mil excusas. Yo creo que eso cambiará, porque una mujer puede ser lo que quiera, siempre y cuando sea buena. No por ser mujer le deben dar más oportunidades, pero tampoco hay que darle menos, hay que darle las mismas.

Puedes presumir de ser la torera que más tiempo ha estado en activo en la historia del toreo, de ser la primera en doctorarse en España, de ser la única matadora en abrir la puerta grande de la Monumental de México. ¿Te gustan las estadísticas?

Soy consciente de lo que he hecho, pero ni me siento mejor ni peor. A nivel personal valoro más los años que he podido disfrutar de mi profesión, lo a gusto que me he sentido toreando y haciendo lo que siempre he querido hacer. No te voy a decir que no me importa haber salido de La México por la puerta grande, porque es el sueño de muchos toreros, pero creo que muchas veces quedan más las experiencias vividas.

No has pisado las plazas de Sevilla ni Valencia, y no has hecho menos méritos que otros para haber toreado en ellas.

No me iré aburrida del toro, ni mucho menos. Me ha tocado vivir lo que he tenido que vivir. He logrado muchas cosas, y hay compañeros que han conseguido menos que yo. Me quedo con eso, con la parte que me ha tocado, aunque reconozco que me hubiera encantado torear en Sevilla, Valencia y otras plazas importantes. Vamos a ver qué ocurre esta próxima temporada.

¿Dirás adiós de tu Málaga?

Eso espero. Ojalá que esta temporada de despedida sea de disfrute con lo mucho o lo poco que haga. Y después siempre voy a estar vinculada al mundo del toro, tanto como profesional como aficionada, porque es mi vida.

Que usted lo disfrute.
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