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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

miércoles, 27 de agosto de 2014

DOMECQ, DOMECQ Y DOMECQ…/ por Antolín Castro

Domecq, Domecq y Domecq… parece el estribillo de una canción, pero es la exigencia de esos representantes si quieren que veamos anunciados a determinados toreros.


DOMECQ, DOMECQ Y DOMECQ…


Antolín Castro España
Si estuviéramos en el siglo pasado esta aseveración del titular podría parecer talmente que una panda de amigos estaba frente a la barra de un bar pidiendo unas copas, mayormente de brandy. Así sería o así lo entenderíamos, pero estamos en el siglo XXI, en una revista de toros y de lo que hablamos es de toros o, quizá mejor, de toreros. En plena temporada vamos a hablar de ese tema. 

Esa es la petición que se oye hoy pero que, al contrario, que en el inicio de este artículo, no es en la barra del bar sino en los despachos de los empresarios que montan las grandes ferias donde han de torear, o se pretende que lo hagan, las figuras.

Y si bien es cierto que eso sucede con todos ellos, ya sean del G5 o del G10, o de cualquier G, cuando más sucede es cuando frente al empresario de turno están los representantes o apoderados de unos cuantos toreros.

Domecq, Domecq y Domecq… parece el estribillo de una canción, pero es la exigencia de esos representantes si quieren que veamos anunciados a determinados toreros.

No hace mucho, en una web taurina, pudimos ver unas estadísticas, magníficamente elaboradas, con los datos de las ganaderías matadas por las figuras en las plazas de primera en la última década.

Nos esperábamos el resultado de tales estadísticas, pero entre unos y otros diestros hay notables diferencias. Hay quienes tienen sacado ‘un abono’ en lugar de ‘entradas sueltas’. 

No llama la atención que el mejor librado de esos diestros de la parte alta del escalafón sea El Cid, quien o no lo sabe pedir o no se lo dan. El caso es que los toros matados del encaste Domecq por el de Salteras alcanzan una cifra razonable: 55%. Será Ponce, sí, el de Chiva, quien ocupe la segunda plaza menos borracha de tanto Domecq, con un 69%. De ahí en adelante todos los demás considerados figuras superan el 73%.

¿Y quienes son los más ‘borrachos’? El más de todos es Morante, que alcanza el 91% de los toros matados. Se podrá decir que es artista y que los precisa para mostrarse en su estado más genuino, pero el caso es que no sale de Domecq.

Más llamativo son los más del 86% de otros dos, Manzanares y El Juli, quienes piden y piden Domecq, Domecq y Domecq sin ningún miedo a emborracharse o sin ningún rubor. 

Al parecer, para llamarse figura, hay que emborracharse de Domecq. Dónde queda la capacidad, la técnica, el poderío, el valerle cualquier toro… de Domecq añado yo. ¿Dónde? Podría entenderse en el caso del de la Puebla por aquello de su fragilidad, pero los catalogados como poderosos?

Cierto parece que ese es el mayor logro y privilegio para llamarse figura, pero queda muy lejos de ser sinónimo de mandón del toreo si en lo único que mandan, de verdad y con poder, es en las empresas que los contratan. Se hace difícil obtener ese calificativo ante los aficionados si en sus enfrentamientos, y con ese más del 86%, solo se enfrentan a los rivales más flojos y/o débiles de las camadas de bravo.

Para ser un figurón del toreo se debe precisar algo más: mandar en los toros y, por extensión, en todos sus encastes. Lo demás, es una simplificación de ese mando, por otra parte suavizado también por los empresarios taurinos que parecen tan de dulce como el propio Domecq.

2 comentarios:

  1. ¿Y José Tomás? Sospecho que está por encima de Morante. ¿100%?

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  2. De este torerito ni me acuerdo ni me interesa para nada. Pues los roreritos con toritos para los ciegos. Para los que somos un poco aficionados preferimos a Toreros con TOROS.

    Daniel Quiroga

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