"...El disparate esperpéntico del Ayuntamiento de Madrid queriendo tragarse a uno de sus hijos de 40 años, la Escuela de Tauromaquia, es otro ejemplo de la España loca y absurda en la que la han convertido los políticos torpes, chulos e incompetentes. Hay que ir contra esto con el Estado de Derecho en la mano..."
Carmina Carmena Carmona
Mi intención es escribir sobre la Escuela de Tauromaquia de Madrid y la barbaridad dictatorial del Ayuntamiento de Madrid de prohibirla. O al menos de subvencionarla. O al menos de dejarla sin las instalaciones que disfruta y multiplica por su uso hace 40 años. O sea, matarla. ¡Pero si es del Ayuntamiento, si la crearon hace esos 40 años, un hijo de los muchos que tiene bajo sus alas, si la impulsó y la bendijo Tierno Galván con un profundo discurso de estreno apelando a la cultura que era el toreo y poniendo a la Fiesta como símbolo y realidad de la unidad de España!. Si lo único que hacen es pagar los gastos de uno de los suyos, del que ahora reniegan, de un centro modélico que siempre han aprobado todo por unanimidad, antes cuando el Consejo era Comunidad-Ayuntamiento y ahora sólo Ayuntamiento! Y con muchos grandes resultados toreros y humanos.
Manuela la alcaldesa lo debe estar pasando mal porque días antes dijo –creo- en Club Siglo XXI que tranquilos todos, que no pensaba prohibir los toros. Y digo yo que, si lo hace cuatro días después con la Escuela del Batán, es que debe estar muy mal de la memoria –los años no perdonan- o que es muy torpe mintiendo. Para mentir bien hay que saber encajar las piezas. Ahora va y añade –se le ha ido la olla- que prohibir la Escuela no es ir contra los espectáculos taurinos. No, claro. Cierre usted todas las escuelas y colegios hasta los 16 años y después me explica cómo van a salir licenciados universitarios y profesionales. Delirante.
Tampoco tiene tiempo la pobre para ir a la peluquería. Parece una señora que nunca ha visitado una peluquería de señoras para quedarse arreglada como señora y no ir con esos pelos. Y no le debe gustar verse así pero tiene tanto trabajo… Al menos la señora debe ir a la peluquería de señoras para lavarse la cabeza para que la señora parezca una señora y porque he leído que han aparecido en los últimos tiempos muchos chinches –Cine Doré por ejemplo- y ratas por las calles de Madrid por la falta de limpieza de la capital, cubiertas más de lo razonable muchas de ellas no sólo de suciedad sino de roña, incluído naturalmente el centro. Eso de chinches y ratas no será un símbolo de lo que hay y nos espera que dice exagerando un buen amigo mío.
Y al sufrimiento de Manuela (Carmena) se une el de Antonio Miguel (Carmona), que el pobre ha tenido que seguir la férrea disciplina de su partido en las tertulias de la tele diciendo cosas que no se creía pero aparentando que sí. Total, se hizo un hombrecito político y saltó a aspirante de la alcaldía de Madrid. Y se tuvo que tragar no querer ser alcalde. Miau Manuel Antonio, que no fuiste tú sino el partido el que no quiso. Y después, para premiarte, te dejó tirado en la cuneta de simple concejal. Pondrías mala cara supongo ante tamaña locuras de tu partido con los de Podemos porque no se puede tener tanto estómago. Y te castigaron. Tragar, tragar y tragar para esto. Antonio Manuel no ha tenido que ver nada en lo de la Escuela Taurina pero aupó a los que han hecho para mí esta mala faena de gente ignorante y perversa. Que aprendan como digo de Enrique Tierno Galván, que era más de izquierdas que todos estos chiquilicuatres juntos, y la creó, le dio vida y la mantuvo como todos los alcaldes posteriores, de izquierdas, derechas o centro.
Entonces como Manuela -que decía mi suegra continuamente que cuantos más años tienes más hay que arreglarse y perfumarse- y Antonio Manuel –no odies tanto al PP que te pueden salir paperas- están sufriendo, les propongo que, para alegrarse la vida, adopten a una niña, si puede ser de las posibles refugiadas mejor, o la apadrinen (no bautismalmente para no ser impuros ideológicamente) y le pongan Carmina Carmena Carmona, que es un conjunto de apellidos y nombre como muy musical. Y sólo faltaría que con el tiempo fuera muy aficionada a los toros. La idea ahí queda como elemento positivo para sus vidas.
Y, mientras tanto, la que no iba a prohibir los toros, los prohíbe inmediatamente a la primera oportunidad. De Las Ventas ni una palabra porque la propietaria es la Comunidad y tampoco en muchos pueblos porque sólo tiene autoridad –la que no le dieron los votos de los ciudadanos sino los enjuagues políticos- en la capital del Reino. Si se hubiesen quedado con la Comunidad, aviados íbamos.
Todas las personas aficionadas y de buena voluntad han saltado automáticamente ante la injusticia. Las de buena voluntad contra las dictatoriales. Con razón dicen los ángeles en Navidad y “paz en la Tierra a los hombres de buena voluntad”. Hay evidentemente de los otros. Los tres directores de la Escuela, Joselito, Bote y Fundi, han protestado fuertemente, sobre todo Joselito que ha afirmado que se volverán okupas, que tanto les gusta ser, y ahora no pueden, a los del actual Ayuntamiento y…que los echen. Y también un precioso artículo en el ABC del pasado 25 diciendo los valores que le enseñaron y que además lo apartaron de la droga, de la delincuencia y de la cárcel. Y otra joya el mismo día de El Juli afirmando que allí no le enseñaron a ser torero sino fundamentalmente hombre, con los mejores valores que puede tener un ser humano. Y que ha visto a tantos chicos que se han beneficiado también de lo mismo.
Pero hemos dado con personajes con ganas de hacer daño : algunos, miserables; otros, embusteros, también farisíacos y sobre todo torpes. Y quieren acabar con lo que odian. El verbo odiar es el que más conjugan.
Pero no. La Escuela de Tauromaquia de Madrid tiene fácil supervivencia. 1/ La Comunidad posiblemente se pueda hacer cargo de ella. 2/ Si no, que monten un festival con figuras y tendrán dinero de sobra. 3/ Si no, las figuras que aporten una cantidad razonable cada una y 4/ Si no, que abran una cuenta y los aficionados, que son los que resuelven todo al final, la llenarán para que los aspirantes a toreros y a hombres formados puedan seguir siéndolo.
Más todavía. En la última tertulia-almuerzo de la Mesa Redonda, que cada vez va mejor de la mano de César Miguel Nuño de la Rosa, tuvimos a uno de los habituales, Felipe Díaz Murillo, el que más sabe de España de la Escuela, ya que fue su Director durante 35 años. Se extrañó que una concejala llamara a un empleado, El Bote, y le soltara de palabra la retirada de la subvención. Y nada por escrito, ni un acuerdo en sesión, ni una comunicación previa a los grupos políticos del Ayuntamiento. Y se quejaba también de que no había reaccionado todavía la oposición pidiendo un pleno para debatirlo ni los responsables habían acudido a los que saben para ser asesorados. Y que nada de caceroladas, ni de okupas ni de manifestaciones, sino dar los pasos políticos legales ante este atropello y, por supuesto, verse en los tribunales si se hace necesario.
Apunten, apunten y, por supuesto, digo yo ni un voto para estos de buena cara y decisiones vitriólicas. Embusteros y dañinos de nacimiento.
Y que se enteren los acusadores del absurdo maltrato que en esta Escuela no hay ni un animal. Repito: para mentir hay que saber. Sólo disponen de carretones con cuernos…
En realidad que se tranquilicen los antis políticos y al menos que todos se encariñen con Carmina Carmena Carmona.
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