"...Ya verán cómo llegará ese día en que Cardenall nos pida a todos los españoles que hagamos una cuestación pública para liberar al Barça, un club que ha actuado como agente doble desde el principio y que siempre ha defendido en absoluto secreto la "marca España". Como Mata Hari..."
Como Mata Hari
Tan sólo un día después de que Gasol, que siempre ha sido muy clarito al respecto, dijese que no quería que nadie le manipulase, aparece un tal Joan Fa, que según parece es el presidente de la federación catalana de baloncesto, para decir que Pau es suyo. Como el Barça, las federaciones deportivas catalanas llevan también haciendo desde hace mucho tiempo una labor sorda pero muy efectiva de antiespañolismo; a través de la escuela y, por supuesto, a través del deporte, los independentistas han ido manufacturado muy lentamente, muy despacito, cientos de miles de pequeños antiespañolitos.
Si Pau Gasol lo tiene todo tan claro y va contra esta terrible corriente de opinión antiespañola, supongo que habrá sido gracias a sus padres, que le habrán blindado en la intimidad del hogar. Pau Gasol no es propiedad de nadie porque no es un jarrón o una lavadora, pero incluso ese caballero con apellido de desodorante será capaz de entender que, de serlo, de ser de alguien, lo será en todo caso de sus padres, que le trajeron a este mundo, y no de Junts Pel Sí, que no estaba presente el día que dio a luz doña Marisa.
Mientras esto sucede, Miquel Cardenall i Carro, el secretario de lo que nos queda de Estado para lo que nos queda de Deporte, se ha comprado un dúplex en Resort & Spa La Inopia y desde allí lo contempla todo fumándose un puro, tan feliz y tan contento. Si, tal y como acaba de sugerir, Cardenall se ofrece como mediador para liberar al Fútbol Club Barcelona del chantaje independentista, lo más probable es que los culés no abandonen solos la Liga española sino en compañía del Real Madrid: ¡cuerpo a tierra, que vienen los nuestros!... Muy en la línea de Alfredo Relaño, Don Miquel ha tenido ahora la infeliz ocurrencia de sugerir que si Bartomeu firmó el 16 de julio un documento por la independencia de Cataluña no fue porque él quisiera, no, sino porque le estaban obligando a hacerlo. Claro, le estaban obligando... como a Joan Laporta, que, en una entrevista del año 2011, dijo lo siguiente: "La independencia es esencial para Cataluña"; alguien con la cara de Laporta presidió el Barcelona durante siete años y absolutamente nadie le dijo nada de nada.
Ayer le preguntaron a Luis Enrique, que es un paisano de Gijón, si él podía imaginarse una Liga española sin la participación del Barça, y Luis Enrique respondió que él ya se imaginaba cualquier cosa. Pero, además de esa pregunta, alguien tendría que haberle hecho otra más: "¿No piensa usted que el Fútbol Club Barcelona debería dejar constancia de su españolía y renegar oficialmente del secesionismo?"... Claro que Luis Enrique, como antes Iniesta, que es un paisano de Fuentealbilla, se habría puesto de perfil, que es como sale bien en esta clase de fotos tan movidas. Pero todos tranquilos porque ya llega... ¡Super Ratón, llega Miquel Cardenall i Carro!... Si desde tiempos inmemoriales el Fútbol Club Barcelona ha servido a la causa secesionista no ha sido por convicción o interés, no, sino porque sus dirigentes y aficionados están secuestrados. Ya verán cómo llegará ese día en que Cardenall nos pida a todos los españoles que hagamos una cuestación pública para liberar al Barça, un club que ha actuado como agente doble desde el principio y que siempre ha defendido en absoluto secreto la "marca España". Como Mata Hari.
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