Zapatero debería sonrojarse y no precisamente por el sol caraqueño. Quizás lo pienso en vano, pues para sonrojarse, habría que tener un poco de vergüenza.
No se engañen. La visita de Zapatero no es más que un intento para lavarle la cara al agonizante régimen madurista, que a estas alturas ya poca cara le queda para lavar. Algunos le llaman el peor presidente de España en la democracia. Acciones como esta no hacen sino confirmarlo.
El expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero y el presidente Nicolás Maduro en el Palacio Miraflores de Caracas / EFE
Zapatero a tus zapatos. La mediación de Rodríguez Zapatero en la crisis venezolana solo convence al presidente Nicolás Maduro. La oposición denuncia el papel del expresidente español como emisario del régimen chavista. Pedro Zapata, venezolano, politólogo, miembro del equipo de Campañas ciudadanas de HazteOir.org y CitizenGO, evalúa para Actuall la contribución de Zapatero a la paz en Venezuela.
Zapatero a tus zapatos, o mejor a ninguno
“¿Qué es una raya más pal tigre?” dicen en mi tierra cuando una persona reincide en sus errores o maneras, o cuando se comporta de forma esperada. Esta frase, por supuesto, tienen una connotación negativa.
Es una de las frases que vino a mi cabeza cuando me enfrenté al quebradero de encontrarle sentido a la visita de José Luis Rodríguez Zapatero a Venezuela, esa misma tierra donde no extraña que el tigre tenga una raya más.
No se engañen. La visita de Zapatero no es más que un intento para lavarle la cara al agonizante régimen madurista, que a estas alturas ya poca cara le queda para lavar. Algunos le llaman el peor presidente de España en la democracia. Acciones como esta no hacen sino confirmarlo.
Venezuela hoy en día es un país hundido en la miseria: la escasez ha llegado a niveles críticos y los venezolanos, sin distinción alguna, pasan a diario horas y horas en cola para comprar comida. Los servicios básicos colapsados: Algunos hogares pasan ocho horas al día sin electricidad, la gente muere en los hospitales por falta de medicamentos tan básicos como el paracetamol. La guinda en este triste pastel es la inseguridad: la peor tasa de homicidios del mundo a la que hay que añadirle la lucrativa industria del secuestro y los robos a mano armada. Venezuela hoy en día es un Estado fallido.
En Venezuela hay un gobierno autoritario y represivo que se ha pasado al narcotráfico.
Todo eso promovido y amparado por un régimen que ya poco le queda por esconder de su naturaleza. Un régimen autoritario y represivo, que no tiene ninguna consideración por las instituciones democráticas. Un gobierno de saqueadores a manos llenas que además, según indicios claros y precisos, decidió pasarse al narcotráfico. Capos de la droga con uniforme militar y cargo público.
Estos son con los que se retrata Rodríguez Zapatero. Se presta para la maniobra de marketing orquestada por Unasur, los palmeros continentales del régimen de Maduro y sus aliados (los que le quedan) en la insensatez que es el llamado Socialismo del Siglo XXI.
Y el contraste con otros políticos españoles no deja de llamar la atención. ZP se toma la foto sonriente con Maduro y su nefasta canciller, mientras José María Aznar denuncia junto a otros expresidentes iberoamericanos la persecución política en Venezuela. ZP pide casa por cárcel para Leopoldo López (dando a entender que lo ve culpable de un crimen fabricado por el régimen) mientras Felipe González pide por su liberación allí donde va e incluso se ofreció a formar parte de su equipo de defensa.
De diálogo entre terroristas y demócratas sí que sabe alguna cosa este señor, sobre todo de dar ventaja a los primeros.
ZP se sienta a compartir con el régimen venezolano, mientras Mariano Rajoy es víctima constante de los insultos, calumnias y conspiraciones paranoicas y bananeras de Nicolás Maduro. ZP es bienvenido por el régimen venezolano como un amigo, mientras el segundo del régimen exige la detención y deportación del Albert Rivera en cuanto toque suelo venezolano, invitado como orador por el parlamento venezolano, en manos de la oposición democrática.
Lilian Tintori, junto a Felipe González, Mario Vargas Llosa y Cristina Cifuentes, durante la presentación del libro de su marido, encarcelado por el régimen de Venezuela/ D.Sinova – CAM
Según informó, la misión del expresidente socialista era fomentar el diálogo entre el régimen venezolano y la oposición. De diálogo entre terroristas y demócratas sí que sabe alguna cosa este señor, sobre todo de dar ventaja a los primeros. Que lástima.
Zapatero debería sonrojarse y no precisamente por el sol caraqueño. Quizás lo pienso en vano, pues para sonrojarse, habría que tener un poco de vergüenza.
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