"El Táriba" en primer plano con los alumnos de la Escuela Taurina de Badajoz de Tentadero en la ganadería de "Valdeamor".
Juan Lamarca
'Del toro al infinito'
Madrid, 19/06/2016. / Fotografías de Juan Reina.
La ejemplaridad para el mundo del toro de la Escuela Taurina de Badajoz es lo natural, así viene desarrollando sus actividades desde hace años en el seno del Patronato de la Diputación Provincial y con la dirección artística del matador de toros de Almendralejo, Juan Reina que, muy por encima de sus obligaciones que le exige tan honorable puesto y de las buenas directrices del Diputado Delegado, Luis Molina y de su coordinador, Pedro Ledesma, aplicando una dedicación personal encomiable en lo técnico y en lo humano en beneficio de unos alumnos cuyo paso por este centro no olvidarán dejándoles huella indeleble e, independientemente de que se cumplan sus ilusiones de triunfo, la excelente formación recibida cimentará sin duda en el futuro su condición de hombres y de toreros.
Y ahí es donde se encuentra feliz un joven venezolano, Reinaldo Gil "El Táriba", recién incorporado a esta Escuela conviviendo con un maravilloso grupo humano de alumnos y profesores, en el corazón de Extremadura entre clase teórica y clase práctica, y de tentadero en tentadero. Acogido en esta tierra excepcional reina de la dehesa, la encina y el toro donde pastan más de 120 ganaderías de reses bravas, en un entorno único e incomparable.
Todo un lujo que en la provincia de Badajoz pasten 51 ganaderías, siendo la zona de Alconchel, Jerez de los Caballeros y Olivenza donde mayor número de ellas se concentran. Y que en la de Cáceres existan otras 71, la mayor parte en las localidades de Coria, Moraleja, Navalmoral de la Mata, Trujillo, Casatejada y El Gordo.
Extremadura en su conjunto es una tierra agradecida a esa especie única como es el toro de lidia, al que le ofrece sus pastos y el amor y trabajo de esos ganaderos y mayorales que dedican su vida a la crianza de este bello animal, que tanta riqueza crea en España.
La pureza de sus pastos, la belleza de su entorno natural y la bondad de su climatología hacen posible la ubicación tantas ganaderías de la cabaña brava en la región, utilizando las inmejorables condiciones que ofrece la dehesa extremeña.
Así pues, en este marco de fábula para cualquier aspirante a torero, y quizás más para "El Táriba" por llegar de tan lejos a lo desconocido, a su aventura, Juan Reina llevó a sus alumnos a otra nueva tienta, a torear las becerras de David Vera, ganadero de "Valdeamor", que pastan en su finca "El Coto Murillo" situada en el término municipal de Usagre (Badajoz) .
Buen tentadero, con excelentes vacas a las que "El Táriba" y sus compañeros les sacaron lo mejor de su encaste "Núñez" para satisfacción del "profe" Luis Reina, y para la felicidad de estos muchachos que han elegido un camino de sacrificio y esfuerzo en busca de metas gloriosas en la peor época para la tauromaquia por el antitaurinismo reinante, fruto del odio político y la hipocresía social, y que nunca conseguirá sus objetivos contra la Fiesta mientras haya jóvenes como éstos que sueñan y luchan por ser toreros, y ganaderos de corazón criando el incomparable y maravilloso animal que es el toro.
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