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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

miércoles, 27 de septiembre de 2017

"EL TONTO NO DESCANSA". Señor Rector Hernández Ruipérez: ‘Lo que natura non da Salamanca non presta’ / por Por José Mata



El Rector de forma inexplicable, impidió el poder expresar, discutir y trascender con todos los pensamientos, a quienes fundamentamos que el arte de la tauromaquia es una sólida expresión de la cultura que habita en varios países de Hispanoamérica y ha trascendido a muchos más, aunque no se realicen festejos taurinos.


En la Opinión de Pepe Mata… Señor Rector Hernández Ruipérez: ‘Lo que natura non da Salamanca non presta’

El rector de la Universidad de Salamanca, Daniel Hernández Ruipérez, yendo en contra del precepto universal que defiende la libertad de pensamiento y expresión, y que se defiende sin tasa ni medida en todas las Universidades del mundo; asustado por un minúsculo grupo de supuestos animalistas, aplazó el acto inaugural de la presentación de la Cátedra de estudios interdisciplinares en Tauromaquia de Castilla y León en el Aula Unamuno del edificio histórico universitario.

En las Universidades convergen todo tipo de pensamientos, todos respetables, porque sólo ahí pueden ejercer con plena libertad esa mágica universalidad de confrontación de ideas a que tiene derecho todo ser humano.

El Rector de forma inexplicable, impidió el poder expresar, discutir y trascender con todos los pensamientos, a quienes fundamentamos que el arte de la tauromaquia es una sólida expresión de la cultura que habita en varios países de Hispanoamérica y ha trascendido a muchos más, aunque no se realicen festejos taurinos.

Cerca de un centenar de gente desadaptada, que criminalmente intentan humanizar a los animales irracionales, haciéndoles prisioneros de sus traumas, tratando de ejercer a través ellos -como mero pretexto-, lo que siempre han querido ser y no han tenido la capacidad para conseguirlo.

Lamentablemente, a esos seres irracionales, les hacen vivir en una vida de secuestro “autorizado”, en donde los mantienen esos supuestos animalistas, en cautiverio, interpretando unilateralmente una felicidad inexistente.

Un calvario vive la naturaleza instintiva con los supuestos “protectores racionales”, que les lleva hasta concretar, por ejemplo, sus necesidades más elementales, sólo cuando están autorizadas por el amo.

Pues estos que odian a su propia naturaleza humana y maltratan sin piedad a la naturaleza instintiva, fueron a impedir cobijados en la falsa “protección animal” la libertad de pensamiento en una de las más prestigiosas Universidades del mundo…

… ¡la de Salamanca!

Cuánta razón tiene el lema que saluda en la entrada de la Universidad de Salamanca.

“Lo que natura non da Salamanca non presta”.

Al Rector, natura no le dio la capacidad para defender la libertad de pensamiento, la libertad de elección, la libertad de confrontar ideas… la Universidad de Salamanca fue agredida en su esencia que defiende al libre pensador; por lo tanto, no le pudo prestar al Rector, ese valor que se necesitaba para defender el precepto universal de expresión.

Era tan simple y tan sencillo responderle a ese minúsculo grupo de protestones, inmersos en un evento retrógrado, sin sustento, que intenta impedir expresar y defender al arte del toreo, parafraseando la celebérrima frase de Voltaire.

¡Sí!, el Rector, pudo haberles fundamentado:

“¡Señores si bien es cierto que no comparten la opinión sobre lo que al arte del toreo se refiere, deberían de dar la vida por defender el derecho a expresarla y defenderla!”.

Pero…

… pero, ¡no!

El Rector bajó la cerviz y huyó despavorido de la responsabilidad de defender la libertad de pensamiento.

Porque me queda claro, y siempre lo reitero que…

… que, la gente inteligente, no agrede da argumentos.

Y, los supuestos animalistas no dan argumentos, no pueden dar argumentos, y ante esto sólo ofrecen imposiciones fascistas, que al final no benefician a los seres irracionales, sino les hacen vivir en un mundo ficticio que sólo le lleva a tener cierto grado de satisfacción al supuesto animalista, al margen de que dañen sistemática y severamente a sus “protegidos“.

Señor Rector Daniel Hernández Ruipérez, sustentado en mi derecho universal como universitario que soy; siendo mi Alma Mater la Universidad Nacional Autónoma de México, protesto enérgicamente porque usted no tuvo las agallas para defender la universalidad de pensamiento que debe prevalecer, tener cabida en toda Universidad.

Y firmo, este artículo, con la frase que ilumina a mi amada Universidad:

“¡Por mi raza… Hablará el espíritu!”.

Ojalá y su espíritu le haga reflexionar y lo llene de verdad y valor para defender a los libres pensadores.

Ciudad de México, 25 de septiembre, 2017.

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