SE DAN CUENTA que el río revuelto de la política está demasiado turbio para como invertir la plática en la presentación de Manolo y de Jesús Enrique. Vaya el cartel en orden de la antigüedad.
Los culpables de todo
EN ESTE PAÍS para todo lo que sucede casi siempre hay un culpable. Es usual echarle la culpa de las desgracias políticas de la nación a los periodistas, lo mismo que los descalabros de la fiesta de los toros a los ganaderos y del no poder realizar eventos a la ambición de los toreros.
ASÍ OCURRE ahora, de acuerdo a lo que leemos ha sido el resultado de las ruedas de periodistas ofrecidas en San Cristóbal.
SE DAN CUENTA que el río revuelto de la política está demasiado turbio para como invertir la plática en la presentación de Manolo y de Jesús Enrique. Vaya el cartel en orden de la antigüedad.
SERÁ para el 2018 dice Kike Rosales y Hugo Domingo confirma ¡Será!
LA CULPA sinceramente no es de los toreros, mucho menos de los ganaderos y por supuesto nada que ver los periodistas aunque sí tiene nombre y apellido: son causas de la podredumbre que ha sembrado la Revolución Bolivariana en el país. Una realidad que los periodistas no denuncian, los empresarios comparten y toreros y ganaderos no tienen porqué soportar. ¡Entonces será en el 2018!
RECUERDO una mañana en Bilbao, íbamos camino a la plaza de Vista Alegre con Domingo y Pepe Dominguín junto a Rovira y Raúl García y Manolo Chopera. Camino al sorteo, que en Bilbao es un espectáculo aparte y muy interesante a la corrida de toros en la ciudad del Nervión. El tema de conversación era el mexicano Curro Rivera, que aquella tarde se presentaba ante el público vasco. Apuntaba Domingo que la vida de Currito no debía ser fácil, “porque – decía el mayor de los hijos de Dominguín- no es fácil ser hijo de un matador de toros y, además, ser sobrino del torero mas famoso de Bilbao. Curro era hijo de Fermín Rivera y sobrino de Martín Agüero, ambos figuras del toreo en épocas de grandes espadas.
FUE una recomendación reiterativa en vida de Domingo González Lucas “Dominguín” el que para apoderar un torero hay que tener en la mano el acta de defunción del padre del torero; -“No hay nada más incómodo que los padres de los toreros-, confirmaba Pepe Dominguín, lo que decía su hermano. Y eso que los dos eran hijos de un matador de toros que fue importante en la plaza y también en los despachos. Currito Rivera superó al padre y también al tío y fue importante figura del toreo en México y en España. En Madrid cortó una tarde cuatro orejas en Las Ventas a una corrida de Atanasio Fernández.
RECUERDO la anécdota de Dominguín porque revisando el grupo de aspirantes a figuras del toreo en Venezuela lo integra una camada de hijos de toreros, todos, están convencidos en que se las saben todas en este laberinto que conocemos como Fiesta de Toros.
MANOLO VANEGAS es hijo de Fulichán, Jesús Enrique Colombo de Jesus Colombo, José Antonio Salas, de “Sopita”, Manolo Fuentes es el padre del becerrista triunfador en Las Ventas de Madrid, un caso único al abrir la Puerta Grande de la Monumental. Nerio Ramírez El Tovareño es el padre de Rafael Ramírez aunque joven aún está en el tope de la cima de la torería nacional.
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