Me pregunto, ¿qué pecado hemos cometido los españoles para que Dios nos mande, en tan corto periodo de tiempo, a dos gobernantes, Zapatero y Sánchez, tan extremadamente incapaces y nocivos para España? No lo sé, pero debe haber sido un pecado muy ofensivo para Dios, a tenor del castigo impuesto.
El gobierno del odio y del rencor
Rafael Comino Delgado
Catedrático de la Universidad de Cádiz
Mientras ha estado en la oposición, e incluso ahora, Pedro Sánchez ha culpado a don Mariano Rajoy de ser el causante, en gran medida, del separatismo catalán, porque se mantenía siempre dentro de la Constitución y no hacía gestos hacia Cataluña.
Pensábamos, al menos yo así lo interpretaba, que era simplemente para atacar al adversario político, es decir, al PP, pero que en el fondo él, Sánchez, sabía que la actitud separatista de los nacionalistas, sean catalanes o vascos, es inquebrantable, se hagan los gestos que se hagan, porque odian y desprecian al resto de España y a los españoles. Recuérdense las palabras de Sabino Arana sobre los castellanos, las de Jorge Pujol sobre los andaluces, las de Joaquin Torra sobre los españoles en general (escritas están, en los tres casos), calificándoles de seres inferiores. Ellos son racistas, supremacistas, se consideran una raza superior, por eso son nacionalistas radicales, y ya sabemos que: "el patriota ama a su patria, el nacionalista odia a los demás pueblos" (Charles de Gaulle).
Sánchez hablaba y habla de modificar la Constitución y buscar el encaje de Cataluña y País vasco en España, e igualmente pensábamos, al menos yo así lo interpretaba, que eran solo palabras, porque él sabe que los separatistas quieren la separación total de España, quedando unidos solo por vínculos que les favorezcan unilateralmente a ellos, pero no al resto de España.
Sin embargo al llegar al gobierno, el Sr. Sánchez inmediatamente ha empezado con esos gestos, como acercar los presos golpistas a Cataluña (allí están bajo el control de sus compañeros golpistas, por tanto gozaran de todos los privilegios legales e ilegales), acepta juzgar a Puigdemont solo por malversación de fondos públicos, decirles que recuperará la parte del Estatuto que anuló el tribunal constitucional, etc. Estatuto parido por el nefasto Zapatero, y que originó, en gran medida, la situación que estamos viviendo en Cataluña.
Esto nos lleva a concluir que:
a) Pedro Sánchez piensa que verdaderamente es posible negociar con los independentistas una formula en que Cataluña quede dentro de España, en unas condiciones favorables para el resto de España y para la mitad de los catalanes que son los separatistas.
b) Pedro Sánchez, con tal de llegar a presidente, está dispuesto a dar la independencia a Cataluña, pero que parezca que no se le ha dado, para no perder demasiados votos. De hecho ha dicho varias veces que Cataluña es una nación. Incluso, por lo que está haciendo, creemos que está dispuesto a destruir España.
Cada uno que piense lo que quiera pero, en nuestra opinión, son las dos alternativas posibles, teniendo en cuenta como ha actuado y sigue actuando el actual presidente del gobierno.
Si estamos ante la primera alternativa, es decir lo expuesto en a), hay que deducir, yo lo hago, que el Sr. Sánchez es muy ingenuo, muy necio, al no haberse dado cuenta de las verdaderas intenciones de los nacionalistas, que quieren una independencia total.
Si estuviésemos ante la segunda alternativa, es decir lo expuesto en b), el Sr. Sánchez sería un traidor, un ser miserable, amoral, que ha estado y está mintiendo a sus conciudadanos. Concretamente estaría vendiendo España a los separatistas a cambio del apoyo para ser presidente del gobierno. Y lo que quede de nuestra España se lo ha vendido, igualmente a cambio de su apoyo para llegar a la presidencia, a la izquierda radical, a los antistema, cuyo objetivo también es destruirla.
Don Pedro Sánchez no se caracteriza precisamente por su gran inteligencia, pero, en principio, tenemos que suponerle una inteligencia suficiente para haberse dado cuenta de adonde van los separatistas, sean catalanes o vascos que, como ya dijimos, odian y desprecian profundamente a los españoles, incluidos Zapatero y Sánchez; a estos dos probablemente más que al resto. En el fondo siempre ha sido así, y así seguirá siendo durante siglos. Es su condición. Los cobardes, los mezquinos, los traidores ante la mano dura se humillan y ante quien les trata bien se rebelan, le agreden, le insultan; es justo lo que está sucediendo, por eso la solución solo es una.
Me inclino a pensar que estamos ante la segunda alternativa, con lo cual no tendríamos más remedio que considerar a don Pedro un traidor, con una ambición patológica de poder mezclada con una gran dosis de odio, que le lleva incluso a mentirnos a todos, a vender su patria a los que quieren destruirla. ¡Ojala yo esté equivocado!
Casi todo lo que hemos expuesto respecto a Cataluña es válido para Vascongadas. El PNV votó los presupuestos con don Mariano Rajoy a cambio de muchos millones de euros, no por interés general, y a la semana le traicionó (la traición está en el ADN del PNV) votando a Sánchez a cambio de todas las promesas que este le hizo, entre ellas, que sepamos hasta ahora, acercar los presos de ETA, a pesar de que aún no han pedido perdón y quedan más de 300 asesinatos sin resolver, y entregarles la Seguridad Social. Con el acercamiento de los presos de ETA, en el momento actual, el Sr. Sánchez está humillando, aun más de lo que ya las humilló el Sr. Zapatero, a las víctimas del terrorismo y a todo español decente, bien nacido.
Para nosotros esta acción significa perdonarle a ETA todo, incluso el no haber pedido perdón por tanto sufrimiento provocado, los más de 300 asesinatos no esclarecidos, la tortura más cruel y prolongada que se conoce, como fue el secuestro y cautiverio de Ortega Lara, etc., etc. Pero en cambio no perdona a Franco que salvase a España de las garras del criminal y liberticida comunismo (porque el comunismo es un ideología criminal y liberticida) ganándoles una guerra que ellos habían provocado intencionadamente, porque creían que la ganarían, sin embargo la perdieron pero, eso sí, saquearon el banco de España llevándose todo el dinero y oro que había para entregarlo a Rusia, es decir, a Stalin (naturalmente quedándose ellos una buena cantidad), ya que no le podían entregar la nación, España, que era su primera intención.
Perdonar tanto a ETA es difícil de explicar para una mente que no esté muy perturbada, carente del más mínimo sentido de ética, de moral, de honor, de dignidad, de hombría de bien. Fíjense como será que en Internet se pueden leer artículos y comentarios sobre don Pedro Sánchez, en los que se le llama de todo lo que puedan imaginarse, naturalmente nada bueno. Por ejemplo, don Alfonso Ussía, en carta dirigida a don Mariano Rajoy, le llama "petimetre" y "títere", don Roberto Centeno, en artículo publicado en el blog Deltoroalinfinito el día 9 de Julio de 2018, bajo el título, "Ante la exhumación de los restos del caudillo Franco", le llama "botarate guerra civilista", "miserable" "apóstol de la mentira y del odio". El músico Felipe Campuzano, en un tweet que circula por la redes, es más directo y le dice: "... eres un mierda...". Juzguen Vds. si don Alfonso Ussía, don Roberto Centeno y don Felipe Campuzano llevan razón o no. Y no se alarmen porque muchos piensan, sobre Sánchez, bastante peor que los tres anteriormente citados.
Creemos que si el Sr. Sánchez todavía se respeta a si mismo algo, aunque sea poco, debería reflexionar, meditar sobre hacia donde está llevando a España y a todos los españoles, al desastre político, económico y social (la fractura social ya es evidente), que incluso puede ser a otro enfrentamiento, naturalmente con otras formas, pero provocado por los mismos, ideológicamente hablando, con los mismos argumentos (violentar la ley y la libertad, ataques a la Iglesia, para imponerse, cueste lo que cueste, hasta eliminar al adversario que para ellos es enemigo). Y esto no solo lo digo yo, hay mucha gente que lo piensa; alguno, como el periodista, Hermann Tertsch acusa, abiertamente, a Sánchez de estar auspiciando, intencionadamente, un enfrentamiento civil entre españoles.
Se piensa y se dice porque es muy evidente, pues todo lo que ha hecho, desde que tomó posesión, se puede considerar que viene dictado por la insensatez y el odio hacia el pasado, la Iglesia, la monarquía y hacia los que no piensen como él. De hecho ya ha comenzado una campaña de acoso y derribo a Felipe VI, orquestada por el presidente del gobierno, con el apoyo de Podemos. También es tan evidente esta maniobra que don Alvaro Milans del Bosch pide, en carta a ABC, que defendamos al rey, para evitar males mayores.
¡Ah!, y ante esta desastrosa situación los barones del PSOE que parecían más sensatos (Susana Díaz, Fernández Vara, Garcia-Page, Javier Jiménez, Lambán) no abren la boca, y es que cuando la ética, la moral y la dignidad escasean, un buen pesebre es lo mejor para permanecer callado.
Sus hechos nos permiten afirmar que el gobierno de Pedro Sánchez es "el gobierno del odio, del rencor", es el "gobierno de la iniquidad en contra de la decencia". No es solo que quiera favorecer a los enemigos de España que le han aupado a la Moncloa, es que quiere destruir a los demás.
Nunca antes, durante la democracia, se había percibido en España tanto odio entre hermanos, que el que se percibe ahora, si bien es algo que empezó a fomentar el abyecto Zapatero y está multiplicando Sánchez.
Efectivamente el Sr. Sanchez, por las razones que sean, tal vez alguna tara congénita o adquirida en la niñez, odia mucho, es un manantial inagotable de odio, de soberbia y de torpeza. Al respecto recuerden la frase de Tennessee Williams: "Creo que le odio es un sentimiento que solo puede existir en ausencia de toda inteligencia", y la de Víctor Hugo: "Cuanto más pequeño es el corazón más odio alberga". Ambas reflexiones parecen hechas a la medida para Sánchez.
Sin embargo, pienso-¡ojala me equivoque!- que aun veremos cosas peores de lo que hasta ahora hemos visto. Algunos socialistas de carnet me han comentado, literalmente, "todo lo que está diciendo y haciendo es electoralista, echar carnaza a la jauría, decir lo que la chusma quiere oír, pues él no piensa así". Yo digo que, tiempo al tiempo, pues no hay nada más peligroso que un imbécil con iniciativa, con ambición, con poder y amoral.
Me pregunto, ¿qué pecado hemos cometido los españoles para que Dios nos mande, en tan corto periodo de tiempo, a dos gobernantes, Zapatero y Sánchez, tan extremadamente incapaces y nocivos para España? No lo sé, pero debe haber sido un pecado muy ofensivo para Dios, a tenor del castigo impuesto.
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