Salvemos cuanto antes este parón obligado. Den el paso señores empresarios, quienes -hombres de poca fe- anularon ferias de julio, agosto y hasta de septiembre, cuando ahora serían posibles. Solamente en alguna corrida, las pocas que congregan gente, se perdería algo de aforo, en las demás se va sobrado con lo permitido.
Abren las puertas, abran los portones
Madrid, 21 Junio 2020
¡Por fin! llegó el final del estado de alarma. En el camino se han quedado demasiadas cosas.
Principalmente se han quedado las vidas de muchos de nuestros compatriotas, seres queridos y conocidos; los puestos de trabajo de tantos, los planes, las ilusiones y las expectativas de todos. Desde mayores a pequeños hemos experimentado transformaciones en nuestras vidas, en nuestros hábitos, conductas y costumbres. Muchas secuelas, físicas y mentales, nos quedarán durante mucho tiempo, si es que no lo son para siempre.
Pero se han abierto las puertas que conducen a la recuperación de los espacios perdidos. Nada podrá ser como antes, pero es obligación de todos el poder simultanear la prevención de la recaída, con el deseo de encontrarnos de nuevo con todo aquello que formaba parte de nuestro día a día.
Cada uno sabe cuál es el camino donde le han de llevar sus pasos y hay muchos que quieren ir a los toros. Esos ‘paseos taurinos’, junto a las plazas de toros de nuestras ciudades, han puesto de manifiesto ese deseo del que hablamos. Nuestros pasos van hacia allí y si las puertas ya se han abierto, ahora queda que se abran los portones que dan entrada a los cosos, a los recintos taurinos.
De inmediato, que abran los portones que abren el paso a las cuadrillas, y también ese otro que da salida a los toros. Esa es la manera de saber que la apertura es cierta, que es posible comenzar a oír el ruido de sus bisagras y cerrojos. Les hará falta algo de aceite, pero solo es cuestión de echarle.
Muchas Comunidades ya han fijado en qué condiciones ha de hacerse ese tránsito para la celebración de festejos. Una vez más se pone de manifiesto el embrollo que supone que se legisle, véanse los reglamentos, de diecisiete maneras diferentes. Un desastre para todos el poder conocer cómo es en cada sitio, pero a todos esos virreyes les gusta ‘no ponerse de acuerdo’.
En muchos sitios permiten ya el 50% de aforo, incluso el 75, lo que hay que hacer es decidirse a dar toros. Es de capital importancia que se inicie cuanto antes, que se de el paso para recuperar la normalidad, no nueva, la de siempre. Además, lo sabemos, en muchas plazas no se llega a esos aforos en las condiciones anteriores. Madrid mismamente, durante el verano, tiene de sobra con ese 50%.
Salvemos cuanto antes este parón obligado. Den el paso señores empresarios, quienes -hombres de poca fe- anularon ferias de julio, agosto y hasta de septiembre, cuando ahora serían posibles. Solamente en alguna corrida, las pocas que congregan gente, se perdería algo de aforo, en las demás se va sobrado con lo permitido.
Los toros han de volver a las plazas en lugar de a los mataderos, a morir con dignidad. También los toreros necesitan de ejercitarse en el valor para olvidarse del virus, ponerse la castañeta en lugar de la mascarilla. Por si fuera poco, los aficionados necesitan entrar en los tendidos en lugar de dar ‘paseos’ por los alrededores de las plazas. Sin olvidarnos que el personal de plaza necesitará ese sobresueldo para poder mantener mejor la economía de su hogar.
Que nos den paso para que jubilosos podamos entrar
A todos beneficia, los profesionales ya han rebajado honorarios, solo queda que todos den el paso para que haya toros cuanto antes. Que la cultura se demuestre toreando. Tras el fin del estado alarma
¡¡Ábranse los portones de nuestras plazas de toros!!
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