
Amenábar: por favor, no suba a su carroza del orgullo gay, movido por sueños húmedos, a nuestro hombres ilustres.
PELÍCULA “EL CAUTIVO”
Eduardo Balbás
Al conocer el estreno de esta película, me interesé por saber más sobre la misma antes de decidir ir a verla. Sobre todo por el hecho de que su director sea Alejandro Amenábar.
Al saber que este director declarado homosexual, cuyas producciones suelen estar financiadas por el Ministerio de Cultura okupado por el impresentable Urtasun, decidió inventarse la biografía de Cervantes asignando al personaje la condición de homosexual, decidí no ir a verla.. Absolutamente nada ¡NADA!, en la vida real de Miguel de Cervantes, hace pensar que fuera así. Ni durante su cautiverio en Argel, donde además cuidaban a los prisioneros para poder cobrar un rescate, ni nunca.
Esta película rodada parcialmente en Valencia y financiada mayormente con fondos de RTVE, del Gobierno de España y de la Comunidad Valenciana (es decir, con dinero de nuestros impuestos) y dirigida por Amenábar, constituye un nuevo insulto a la verdad y a la inteligencia. Y un nuevo acto de sectarismo de la Izquierda.
El hecho de que Amenábar se sienta, presuntamente, orgulloso de su condición de homosexual, no le da derecho a inventar y falsear la biografía del autor de “El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha”, el libro, junto a La Biblia, más traducido y leído en todo el mundo y es un clásico universal. (Se calcula que “El Quijote” está traducido a más de 150 idiomas.)
Si está totalmente documentado que Miguel de Cervantes fue bastante mujeriego: tuvo una relación sentimental extramarital con una mujer, Ana de Villafranca, una tabernera madrileña casada con Alonso Rodriguez. Fruto del romance entre Ana y Miguel, nació una niña que Cervantes reconoció legalmente como su hija natural y adoptó el apellido Saavedra: Isabel de Saavedra.
Después, en 1.584, Cervantes se casó en Esquivias con Catalina de Palacios Salazar.
Más tarde, Cervantes estando de viaje por distintos lugares y residiendo su mujer en Toledo, tuvo otro hijo extramarital con otra señora….No aparece en toda su biografía ningún atisbo de tendencia homosexual. Y desde luego, tan solo sugerir que Cervantes siendo prisionero durante cinco años en Argel, de donde intentó escapar en varias ocasiones, hasta que fue liberado tras pagar su rescate en 1.580, pudiera mantener un idilio homosexual con Hassan, el bajá de Argel, resulta ridículo.
Por otro lado, Cervantes tuvo un carrera militar ejemplar y heroica. Sirvió cinco o seis años en los Tercios italianos, destacó como soldado en la batalla de Lepanto (1.571) a bordo de la galera “Marquesa”, donde a pesar de estar con fiebre, se negó a permanecer en la bodega y salió a combatir en primera línea. Recibió tres disparos de arcabuz, que le dejaron inutilizada la mano izquierda. (De ahí el sobrenombre de “El manco de Lepanto. Por cierto. Amenabar: Cervantes no perdió el brazo). Tras recuperarse de sus heridas, continuó su servicio militar en Italia y en otras campañas. Cervantes consideró siempre su participación en Lepanto y su carrera militar el mayor honor de su vida.
En 1.575, regresando desde Nápoles a España, viajando en la galera “Sol”, fue atacado y apresado junto a su hermano Rodrigo, por una flotilla turca y piratas berberiscos y llevados a Argel, por entonces un importante centro de piratería. Cinco años más tarde, Cervantes fue liberado tras pagar el rescate su familia con ayuda de los padres trinitarios.
En ninguna de sus obras autobiográficas sobre Argel, como “Los tratos de Argel” o “Los baños de Argel”, se desprende una posible relación personal de ningún tipo con su carcelero, Hassan el bajá de Argel, ni un posible síndrome de Estocolmo (presente en algunos secuestrados).
Amenábar: por favor, no suba a su carroza del orgullo gay, movido por sueños húmedos, a nuestro hombres ilustres.
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Excelente su observación y comentario, Sr. Balbás. Gracias por el atinado artículo con referencia al insigne Mgl. de Cervantes, héroe de la literatura.
ResponderEliminarEs un verdadero enfado e insulto detestable ver la tendencia actual y degenerada de 'buscar' desvíos de carácter y de virtud en las personas auténticamente rectas e ilustres, ejemplares --máxime cuando se carece de fundamentos pero sobra la "necesidad" de tacharlas para justificar y seguir la corriente wokista tan necia como nauseabunda… "progresista". Ideología[?] de vergüenza y estupidez.
Enhorabuena. // Atte., Torotino